Lo que quiero es un corazón, y es tu corazón el que haré mio.
Penúltimo capítulo.
[Andromeda]
—Te estás desangrado— Me queje y toque de nuevo la herida, observando a Tadashi y Arthur, los cuales se detuvieron un segundo al escuchar las palabras de Nanashi. Los tres pares de ojos cayeron sobre mi, y fui capaz de sonreír.
—Estoy bien— Me enderece y suspire, observando, sobre el hombro del espadachín, a mi novio y Tadashi.
—Debemos parar esto— Arthur bajo la espada y me miro con total preocupación —Sólo estas agitandote más, y esa herida se abrirá. Yo me voy a rendir— Apreté mi mano hecha puño y lo observe con una ceja alzada, girando a ver a los dos mandamientos, esperando que nos estuviesen ignorando.
—No seas idiota ¿Quieres terminar como esos dos tipos que cayeron al vacío por quedar indefensos y ceder la victoria?— Tadashi exclamó, lanzándose contra Nanashi, quien esquivo su ataque.
Arthur me miraba con total preocupación —Él tiene razon— Suspire hablando, y me tome la posición defensiva, alzando mi puño —Sólo debemos fingir, alargar esto y nada sucederá.
—No sé lo que tiene usted planeado, majestad— Nanashi volvió a protegerme con su cuerpo, mientras Arthur levantaba a Tadashi del suelo —Pero yo vine aquí por el premio, y no me importa si es con sus amigos con los que estoy peleando— Giro a verme con seriedad —Así que, sino va ayudar, no vaya a estorbar.
—¡No le hables así!
—¿¡Qué le dijiste imbecil!?
Suspire, sintiendo como una gota de sudor bajaba por mi frente. No tenía caso tener que lidiar con estos tres hombre testaduros que escuchaban mis palabras y decidían desobedecer.
Nanashi volvió atacarlo, y ambos volvieron a protegerse.
Si me preguntaban, diría con certeza, que Arthur y Tadashi realmente harían buen equipo si fueran capaces de dejar de lado su orgullo y terquedad. Ambos lo estaban haciendo muy bien juntos, esquivando y atacando al que se supone que debía ayudar para ganar.
Al estar vulnerable, no podía hacer mucho, por lo que mi compañero estaba literalmente sólo y con la carga sobre sus hombre de "protegerme". Yo sabía que aquí el único con problemas era el espadachín, puesto que, Arthur y Tadashi en ningún momento tuvieron intenciones de atacarme o lastimarme; siempre se iban hacia él con cierto coraje, después de ver cómo el extranjero me tenía tomada de la cintura y acariciaba mi mejilla con suavidad... Incluso para mí eso fue bastante incomodo.
Jamás debí haberle dicho que sería coronada como reina próximamente, pues claramente sus intereses aumentaron por mi.
—¡Cabron, soy su novio!— Gire hacia la estructura de manopla que se alzaban aquellos dos rivales que realmente deberíamos derrotar. Ignorando por completo la pelea en el mismo sitio al que me encontraba.
Gloxinia y Dolor, aquellos dos observaban con detalle la pelea de Diane y King. Los cuales estaban a sólo un par de plataformas de nosotros.
—¡POR ESTE MEDIO, EL DÚO DE KING Y DIANE, SON DECLARADOS VICTORIOSOS!— Apreté mi mandíbula, pensando en las pocas posibilidades que nos quedaban para extender el tiempo. No debería pensar en extenderlo ni perderlo, el tiempo es algo que no se recupera ni se desperdicia, por lo que... Actuó ahora, o dejaré que mi vida acabe de una vez por todas.
—Escuchenme— Los tres hombres en la misma plataforma que yo, se detuvieron y giraron a verme —Tadashi, Arthur, no debemos desviarnos del camino al que venimos... Si bien desde un principio, el señor Meliodas dijo que esto sería divertido, realmente el motivo por el cual estamos aquí es para terminar con lo que sea que los diez mandamientos estén planeando hacer— Cada minuto que pasaba me sentía más y más débil, me costaba mucho trabajo formular palabras y sobre todo sostenerme de pie —Y tú, no me importa que tu objetivo sea ganar ese premio que claramente es negligente, no estas consciente del panorama del cual estamos viviendo... Esos dos que son los anfitriones de este festival, son miembros de los diez mandamientos, el clan de la raza demoníaca... Y nosotros estamos aquí para detenerlos cueste lo que cueste— Gire sobre mis talones y observe a Meliodas —Ahora, dare algunas indicaciones y depende de ustedes si todo sale como lo planeado... De no ser así— Gire hacia Arthur y le sonreí —Quiero que sepas que te amo.
—¿De qué hablas?— Se acercó a mí y me abrazo pegando su pecho a mi espalda —Todo saldrá bien, si tu eres quien planea esto— Trague saliva y cerré los ojos, apoyando mi cabeza en su hombro.
—Lo sé, estaremos bien... Yo también lo estaré— Me enderece y suspire —No quiero que te alarmes y mucho menos entres en pánico... Después de usar mi poca energía, lo más probable es que pierda el conocimiento...— Gloxinia giro a vernos y yo rápidamente golpeé el estómago de Arthur para fingir una pelea.
—Uff— Me hinque junto con él y rápidamente cerré los ojos.
"Meliodas, Gowther... Presten atención, esto es lo que haremos..."
¿Qué se siente saber... Que la fortaleza comienza a caer?
[Gloxinia y Dolor]
(Minutos antes de los sucesos actuales)
—... Pero aún hay muchas cosas inciertas en juego— Hablo el anterior rey de los gigantes, observando con cuidado a su compañero —Estoy seguro que tu también lo notaste ¿No es así, Gloxinia?
—En efecto... Hay algunos que han logrado llamar mi atención— El hada observó con cuidado a la chica que pretendía no desangrarse —Y ella, los pasa por altos a todos... Es una lastima que haya perdido tanto poder mágico, es casi como... Si realmente no fuera ella misma.
—¿Y si fuera así?
—No... Ella ya hubiera muerto desde el instante que mi lanza atravesó su costado— Gloxinia sonrió, sabiendo lo que aquello significaba, siendo su perdición y salvación.