Por fin el calor estaba empezando a llegar de una manera más notoria a la ciudad, dando paso al fin a las camisetas de manga corta aunque sin dejar de llevar los pantalones largos. El sol resplandecía sin ninguna nube de por medio y aunque el día de ayer hubiera sido algo movido, nadie podía quitarle la sonrisa a Ally de la cara, ¿El porqué? Quien sabe, aunque su moto siguiera en el taller hoy se había levantado con buen pie y con eso bastaba para estar de buen humor ese día.
Tumbados en el césped uno al lado del otro Diego y Ally hablaban de temas aleatorios mientras escuchaban con los auriculares, uno cada uno, la discografía entera de Zedd. El recreo acababa de empezar y aquel descanso sin duda era lo mejor que podía haberle llegado a Ally después del agotador día que llevaba.
- Me encanta estar así contigo, ¿Lo sabes?- dijo Diego mirando a Ally a los ojos con una gran sonrisa.
- Debo decirte lo mismo me parece.- rió Ally al mirarle a los ojos.
Diego se incorporó apoyando su peso en el brazo y se inclinó sobre Ally para besarla tiernamente en los labios. Acarició su mejilla y volvió a tumbarse boca arriba.
- Me gustaría pedirte una cosa, pero no sé si debería o no después de lo que te tengo que contar.- suspiró el moreno.
- ¿Pedirme una cosa? ¿Contarme algo? ¿Y a qué esperas?- preguntó riendo y Diego la imitó.
- Es que no sé...- suspiró.- Quizá me de un poco de miedo preguntártelo.
- Diego, pregúntame lo que quieras, de verdad.
- Mejor después, ¿Vale? Prefiero contarte primero lo que estuve haciendo ayer.
- Me estás asustando.
La mirada de Ally mostraba preocupación y no dejó de mirar al chico que tenía al lado pidiendo una explicación, el cual parecía un niño asustado y débil a punto de contar la peor de las travesuras. Al darse cuenta de ello, Diego volvió a besarla en los labios para tranquilizarla y tras un suspiro decidió empezar.
- Mañana me iré de Madrid a París.- dijo casi en un susurro.
- ¿Cómo? ¿De viaje, ahora?
- No, a acabar el curso allí.- cerró los ojos e inspiró profundamente.- Me han ofrecido una beca para hacer selectividad y acabar el curso en París, claramente no pude decir que no y mis padres ni siquiera me dieron la opción de oponerme. Por lo que ayer hice todos los papeles y salgo mañana temprano de aquí.
- Quieres decir... ¿Que te vas?- la voz de Ally ahora era un susurro.
- Así es. Sé que lo nuestro no tiene etiqueta, que quizá para ti no signifique mucho, pero para mí es algo más y desde el día que te vi en el patio tras la fiesta algo en mí me dijo que eras especial...- una sonrisa apareció en su cara mientras miraba al cielo.
- Yo no sé que decir ahora mismo...- Ally empezó a jugar con sus dedos mirando al cielo. Eso sin duda había sido un gran jarro de agua fría para ella.
- No hace falta que digas nada, solo necesito una palabra ahora mismo.
Diego se levantó de un movimiento y Ally se incorporó un poco antes de ser ayudada por él para que también se levantara. Las manos de Diego se posaron en las mejillas de ella y la atrajo hacia él uniendo de nuevo sus labios y después sus frentes.
- Ally Payne, aunque mañana me vaya, no me veas en un mes y sea el imbécil más grande del universo, ¿Tendrías el honor de ser mi novia?
Los ojos de Ally se abrieron de par en par y su mundo se paró por un cortísimo momento. Una sonrisa apareció en su cara instantáneamente y se lanzó a su cuello abrazándole con fuerza.
-¡Claro que sí! Dios, ya estabas tardando.- casi gritó.
- Tenía algo de miedo a que me dijeras que no.- se encogió de hombros mientras la abrazaba fuerte.
- ¿Eres idiota? Sí, creo que eres idiota.
Ambos estallaron en una carcajada y volvieron a besarse, esta vez más intensamente y sin separarse ni un centímetro el uno del otro.
- Siento estropearos el momento, parejita, pero me aburría y no quiero vomitar mientras esté aquí.
De nuevo las risas volvieron a reinar al separarse y ver a Michael comiendo pipas mientras se acercaba a ellos. Aún no se acostumbraban a verle con el pelo totalmente rojo y según Diego parecía un Charmander o una seta del Mario Bross con rollo punk.
- A ver si te buscas ya de una vez novia y nos dejas en paz.- habló Diego entre risas.
- ¿Quién te ha dicho que yo no tenga algo por ahí?- enarcó una ceja sin dejar de comer pipas.
-¿Cómo?- preguntó esta vez Ally.- ¿Tienes una chica y no me has dicho nada? Quiero nombre, apellidos, DNI y todo lo que puedas de ella.
- Claro mamá, y a las 8 a la cama.- dijo burlón e intentando evitar una risa.
Los tres se sentaron en el suelo y hablaron sobre lo que sería el magnífico viaje de Diego a la ciudad del amor y las ratas, porque sí, Paris podría ser todo lo bonito que lo pintaran, pero como bien demuestra la película de Ratatouille, aquella ciudad estaba plagada de ratas, cosa que a Diego no le gustó ni un pelo y maldijo a sus amigos por innecesaria información.
Cuando acabaron de hablar del tema ratas y demás defectos de París, Diego se levantó de su sitio obteniendo la atenta mirada de su mejor amigo y lo que ahora era su novia, se sacudió los pantalones y con una sonrisa dio la explicación que sus amigos le exigían con la mirada.
- Iré al baño, id yendo a clase sin mí. Hasta luego.
Con la mano se despidió de ambos y se encaminó hacia el baño de chicos que estaba en la otra punta del patio.
Estaba eufórico, había conseguido lo que quería y ahora podría irse a París sabiendo que Ally estaría esperándolo. Aunque bueno, según él la chica no tendría la decencia de haberle engañado aunque no tuvieran esa estúpida etiqueta que tanto detestaba. Pero tenía que tenerla contenta, así que no tuvo más remedio que pedirle ser su novia para lograr su objetivo. Él nunca había sido chico de novias y de relaciones estables, pero con Ally era distinto y le costaba asimilar que no podía dejar de pensar en ella a todas horas y le dolía ver como otros hombres la miraban como deseando comérsela. Sólo él podía mirarla de esa manera, solo él podía hacerla sentir en el séptimo cielo y así lo había dejado claro en más de una ocasión.
Al llegar al baño después de esquivar numerosos niños jugando en el patio y demás, se dirigió al lavabo y se lavó la cara para despejarse un poco. Mañana se iría a París y no volvería aquí más, todo lo que deseaba desde hacía años, irse de ese maldito instituto para pijos. Salió del baño y como si algo estuviera a favor de él, se encontró con Luke Hemmings solo frente a él apoyado en la pared.
- Me he enterado de que te vas a París a acabar el curso.- dijo el rubio serio de brazos cruzados.
- Así es, veo que las noticias vuelan por aquí.- enarcó una ceja y media sonrisa apareció en su cara.
- Más de lo que tú te crees y sobretodo si vienen de alguien como tú.
- Y qué, ¿Me echarás de menos, Hemmings?
- No te imaginas cuanto.- dijo con ironía y evitando reír.
- Y bueno, ¿A qué has venido si se puede saber? No creo que tu nuevo hobbi sea ver salir a la gente del baño.
- Solo quería corroborar el rumor para darme el lujo de llevar a cabo alguna que otra idea.- se encogió de hombros.- Será como cuando Hugo te machacó y te marchaste durante tanto tiempo como una niñita.
- Menos mal que Michael está aquí para alejar a mi novia de gente como tú.- suspiró con prepotencia remarcando bien la etiqueta que había puesto a Ally.
La mirada de Luke se clavó en Diego y frunció el ceño sin entender lo último. Diego sabía que Luke no odiaba a su novia como él quería hacer creer, por lo que se daría el lujo de restregarle lo más que pudiera antes de irse que ahora ella era suya.
-¿No te has enterado?- sonrió mostrando una blanca fila de dientes perfectos.- Ahora mismo Ally Payne es mi novia. Lo siento mucho Luke, pero ya no está en el mercado.
- Tienes que estar de coña...- más bien afirmó en vez de preguntarlo.
- Sé que te gustaría que fuera así, pero siento decirte que no, rubito.- negó con la cabeza riendo entre dientes.
- Ally no se rebajaría a ese nivel.- apretó los puños con fuerza.
- Ahora puedes ir a llorar a la tumba de tu difunta novia, quizá a...
Ni siquiera pudo acabar la frase ya que Luke se lanzó hacia él con fuerza propinándole un puñetazo en la cara. Diego dio un par de pasos hacia atrás y escupió al suelo llevándose una mano a la mejilla dolorida mientras reía observando a Luke jadeante delante de él. Nadie pasaba por allí ya que las clases habían empezado hacía un par de minutos y se encontraban en otro pabellón.
-¡Dime ahora mismo como coño sabes eso! Como vuelvas a mencionar a Laura juro que te mato.- gritó controlando sus ganas de volver a darle un puñetazo y acabar de partirle la cara.
- Luke, Luke, Luke... Ya te he dicho que yo no soy el mismo de antes.- rió y crujió sus nudillos.
- No te he preguntado eso. Responde.
Ambos se miraban con odio, matándose con la mirada y deseando mutuamente asentarle un golpe el uno al otro. La tensión estaba a mil y aquella situación se estaba yendo de las manos.
- Tengo mis contactos, nada más. Como ya te dije hace mucho tiempo, haré que bajes hasta lo más bajo y te quedes solo. Y como ves, está funcionando, ni siquiera la chica que te gusta se fija en ti, triste, ¿No?
Luke se quedó pensativo y quieto en el sitio con la mirada perdida en ningún punto pensando en las palabras que acababa de decir hasta que sintió como Diego golpeaba su mejilla con el puño sin verlo venir y cayendo al suelo por la sorpresa.
-¿Ves? Ahora estás en lo más bajo físicamente.- empezó a reír a carcajadas.
Luke se levantó y como un rayo agarró el cuello de su camiseta y le estampó dándole la vuelta contra la pared. Ahora los dos estaban cara a cara, Diego sin escapatoria y con una sonrisa maligna que nunca se borraba de su cara aunque tuviera un gran moratón en la mejilla.
- Nunca, repito, NUNCA conseguirás tal cosa.- le golpeó contra la pared. La situación sin duda se estaba yendo de las manos y no podría aguantar más rato las ganad de partirle la cara.
- Tú no estás enfadado por eso, sino por lo de mi nueva novia.- los ojos de Luke se abrieron por completo y Diego rió entre dientes.- Te jode que me la haya tirado, que haya gritado mi nombre mientras lo hacíamos, que la haya besado cuando quería, que...
De nuevo otro puñetazo aterrizó en la cara de Diego y esta vez él fue quien cayó al suelo de lado.
- Siento decirte que estás muy equivocado. Aún no se me olvida lo que dijiste de Laura y ahora mismo me acabo de desahogar de lo lindo por ello. No creas que me voy a acercar a tu novia, me da exactamente igual lo que hagas o dejes de hacer con ella.- dijo con odio.
Diego se levantó y se masajeó el cuello como si no le hubiera pasado nada, tras eso miró a Luke y su ceño se frunció considerablemente.
- Quiero que sepas una cosa Hemmings, me da igual lo que hagas en mi ausencia, pero ten claro que me enteraré si le haces algo a Ally, si la miras, si la tocas o si la diriges la palabra, me enteraré y te mataré, ¿Queda claro? Puede que aquí seamos niños buenos con dinero, pero fuera ya sabes como nos tomamos estas cosas.
- Lo sé Vega, lo sé. No creas que mis amigos y yo no tenemos ganas de hacerte callar para siempre de una vez por todas, porque sí, ganas no me faltan en absoluto.
Diego rió con una sonora carcajada que inundó el solitario pasillo y se puso una mano en la tripa para dramatizar la escena. Por otro lado Luke sentía cada parte de él arder de la rabia y por mucho que intentara disimularlo, sabía que Diego estaba igual que él.
Aunque ambos hubieran llevado por doble camino la conversación, dentro de ellos sabían que esto sólo tenía un nombre y apellido, Ally Payne. Diego no renunciaría a ella por los miles de kilómetros que los separarían y Luke no se daría por vencido en llevar a cabo su plan.
-¿Qué se supone que hacéis aquí vosotros dos? Deberíais estar en clase.- dijo una voz al final del pasillo.
Ambos giraron la cabeza y a lo lejos vieron al profesor Horan junto a otra profesora de literatura universal. Al verles se acercaron hasta ellos y al observar sus caras, la buena señora de avanzada edad se llevó las manos a la boca ante la sorpresa.
- Gina, llévate al señor Vega, yo me encargaré de Hemmings.- dijo de nuevo Niall cogiendo del brazo a Luke y arrastrándolo de allí.- No quiero saber lo que ha pasado, pero estoy harto de salvarte el culo, chaval.
- No tendrías que haberme salvado de nada, estaba todo controlado.
- Tan controlado como que tienes el labio partido y media cara roja, ¿No?
Luke se llevó una mano al labio y con los dedos se lo tocó observando que efectivamente lo tenía partido y manchado de sangre. Por culpa de la rabia que sentía en ese momento ni siquiera se había dado cuenta del dolor y de su estado, ya que las palabras que Diego había dicho hacía unos minutos sobre Ally y su pasado le habían dolido más que mil cuchillos por unos momentos.
No podía negarlo ya, estaba totalmente convencido y su corazón había podido contra su cabeza al fin. Ally le gustaba, la hija del hombre que partió el corazón a su madre y la novia de su enemigo.
Pero esa era la vida de Luke Hemmings, nunca le había gustado que las cosas se las dieran en bandeja y sin duda este sería el mejor de los retos que había tenido nunca.
Tenia el camino libre, no tenía a Diego de por medio y por lo que notó, él no sabía que la había besado días antes. ¿Qué más podría salir mejor? Esto era mejor que si tuviera el camino libre, mucho mejor.
Con una enorme sonrisa mostrando todos sus perfectos dientes entró en el gabinete médico junto a Niall teniendo claro que a partir de mañana, Ally sería suya.
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Espero que este ses mejor que el anterior, porque sí, el anterior daba asco jajajajajaja
Tengo una mala noticia... Ya he empezado las clases y ya me están bombardeando a trabajos, deberes y miedo por la PAU, así que alomejor puedo tardar o días en subir o más de una semana :'(
Bueno, ¿Qué pensáis de que Diego se haya ido? Veo a más de una saltando de alegría JAJAJAJAJAJA
Votad y comentad!!
Un besito, Pilar. Xx