Fin de semana, ¿A quién no le gusta el fin de semana? Exacto, es imposible que a alguien no le gusten, y menos si encima el sol brillaba con semejante fuerza dejando paso al calor del principio de la primavera.
Ally había quedado para dar una vuelta con Diana, la cual acababa de llegar de un viaje de intercambio con Italia el día anterior. Ella no pudo ir ya que Diego la había insistido en que se quedara y pasaran esas dos semanas juntos, ya que al irse la mayoría del curso las clases habían sido suspendidas. Desde que estaban como algo más que amigos apenas había visto a sus amigos, pero tampoco la disgustaba, estando con él todo era perfecto.
Miró el reloj de su muñeca y comprobó que como de costumbre, llegaba cinco minutos tarde a la plaza donde habían quedado. Sin pensarlo apresuró el paso con su skate sorteando a la gente que pasaba por allí. Sí, era raro ver a una chica con skate por las calles de Madrid, pero antes de mudarse aquí, Ally siempre se había movido así y ahora que hacía calor no perdería la oportunidad de volver a sus raices.
Cuando llegó a la plaza se dirigió a toda prisa donde Diana estaba sentada, justo debajo de su árbol favorito y donde estaban acostumbradas a quedar. Mientras corría ni siquiera se preocupó de mirar a los lados, por lo que de un momento a otro sintió un tremendo golpe y como todo le daba vueltas.
-¡Perdón! No sé ni por donde voy... ¿Estás bien?- oyó a su derecha.
Al abrir un poco los ojos se encontró en el suelo y a un chico de preciosos ojos azules y pelo platino tendiéndole la mano para levantarse. Sin dudarlo cogió su mano y se levantó.
- Discúlpame a mí... Ir en skate con prisas no es muy bueno.- rió tímida.
Sin notarlo, Ally se quedó mirando a ese chico fijamente a los ojos. Esos ojos le recordaban tanto a Luke...
Hacía ya 3 meses que no había vuelto a hablar con Luke, incluso apenas se habían cruzado por los pasillos desde la noche en la que durmió en su casa. Ni ella ni él habían dado el paso para volver a hablar, ni un saludo, ni un gesto... Como si nada de lo vivido hubiera alguna vez existido.
- Bueno... Me voy. De nuevo perdóname. Adiós.- dijo incómodo el rubio marchándose.
- Se parece a Luke, ¿Verdad?- intervino Diana con el skate de Ally en la mano.- Toma, salió disparado al caerte.
Cogió el skate y sin decir nada bajó la cabeza pensativa. La verdad es que hacía mucho que no se había parado a pensar en Luke, pero le resultó bastante raro que de la noche a la mañana la poca relación que tenían se esfumara. Se mordió el labio inferior sin darse cuenta y levantó la cabeza para ver a su amiga, la cual estaba con ambas manos en las caderas y una ceja levantada.
- Dos semanas sin vernos y ni un abrazo. Ally, de verdad, eres lo menos cariñoso que he visto en mi vida.- se quejó intentando evitar sonreír.
- ¡Lo siento!- dijo al darse cuenta y se abalanzó sobre su amiga dándole un fuerte abrazo.- Tienes que contármelo todo, ¿Había italianos buenorros? Dime que sí.
- ¡Claro que los había! Pero recuerda, yo soy de un solo chico.- se mordió los labios de la emoción y juntó sus manos.
- ¿Habéis seguido hablando Hugo y tú durante el viaje?
- Sí, bueno, a ver, lo normal. Sólo somos amigos, hasta que se de cuenta que soy la mujer de su vida y bla bla bla.. Aunque bueno, sigue detrás de Taylor Martin, la hermana de Logan.- se encogió de hombros resignada poniendo los ojos en blanco.
- ¿Logan?- preguntó Ally con una mueca.
- Sí, el amigo de Hugo y Luke, ¿¡Es que no sabes quién es!?
- No... Pero el nombre de la chica me suena muchísimo.
- Claro, porque Taylor hizo de protagonista en la última película de estas de amor para adolescentes que no recuerdo el nombre. Y Logan es su hermano, amigo de toda la vida de Luke y Hugo.- suspiró.- Desde que estás con Diego apenas te enteras de las cosas que nos pasan... Que porcierto, ¿Qué tal vais?
Diana tenía toda la razón, desde que Ally había empezado a tener algo con Diego apenas se habían visto fuera de las clases y la presión de los exámenes finales apenas les dejaba tiempo para hablar en las clases, por no contar el recreo, en el que se lo pasaba junto a Diego y sus amigos todo el tiempo.
- Genial.- sonrió.- Es genial Diana... Es el chico que siempre quise.
- Pero por culpa de ese chico apenas te veo.- torció el gesto.
- Lo siento... Cuando se acaben todos los exámenes y el curso tendremos todo el tiempo del mundo, ¿Vale?
- Te tomo la palabra, Ally.- contestó Diana no muy convencida.
Tras hablar de todo el viaje y demás cosas de chicas, Ally y Diana decidieron ir por el centro de la ciudad a tomar algo. Sin duda Ally echaba de menos pasar el rato con su amiga, por lo que qué mejor manera de aprovechar el tiempo que yendo por el centro de la ciudad hablando sin parar, mirando escaparates y tomando algo.
La verdad es que toda su vida había cambiado en tres meses. Volvía a hablar con su padre, había cambiado de grupo, salía la mayoría de los fines de semana de fiesta, sus notas habían bajado... Bueno, no todo tenía que ser positivo, pero francamente, le daba igual.
La tarde estaba pasando bien, un poco de compañía femenina nunca venía mal la verdad. Sí, todos los amigos de Diego del instituto eran chicos. Las dos estaban en una terraza del Starbuck tomándose esos granizados de sabores con nombre demasiado hipster cuando de repente Diana se levantó eufórica de su silla dejando a Ally con la pajita en la boca y su móvil en la mano. Observó a su amiga que mostraba una sonrisa de oreja a oreja y de un momento a otro salió casi corriendo en la dirección a la que Ally le daba la espalda.
- ¡Chicos!- dijo llamando la atención de alguien.
Rápidamente Ally giró sobre sí misma y quedó algo sorprendida con lo que veía. Diana se aproximó y rodeó con sus brazos a Hugo, el cual iba acompañado por un chico de piel bronceada, pelo negro como el carbón y una de las sonrisas más perfectas que había visto nunca, por no decir que estaba bien bueno.
Aún en el sitio sin moverse, observó como los tres se acercaban a la mesa, por lo que tuvo que levantarse para poder saludarles.
- Vaya, cuanto tiempo Ally.- dijo Hugo con una sonrisa de oreja a oreja mientras le daba dos besos.- ¿Te has quitado las gafas?
- Lentillas.- contestó sonriente y apartándose un mechón detrás de la oreja.
- Ally, este es Logan, el chico del que te hablé, Logan, esta es Ally.- les presentó Diana.
- Un placer, ya era hora de conocerte, me han hablado tanto de ti que es como si te conociera de toda la vida.- sonrió de nuevo enseñando su perfecta sonrisa.
Tras la petición insistente de Diana sobre que se quedasen y las acompañasen lo que quedaba de tarde, los chicos acabaron cediendo sin rechistar. La verdad es que era agradable para Ally, tenían un rollo muy distinto al que tenían sus nuevos amigos y le gustaba variar de vez en cuando.
Al cabo del rato y de mucho hablar, el teléfono de Ally empezó a sonar sacándola de una conversación sobre si Logan debería presentarse al casting de un anuncio de colonias en el que tendría que salir en calzoncillos o no. Se levantó disculpándose de todos y se alejó un poco para tener algo de intimidad, cosa que era complicado en pleno centro de una de las ciudades más grandes del país. Sacó su teléfono y lo cogió para evitar que la llamada se colgara.
- ¿Sí?
-¡Ally! - dijo eufórico.- Llevo mandándote whatsapps toda la tarde... ¿Dónde estás?
- Ah, Michael...- rió entre dientes debido al tono de desesperación de su amigo. Sí, desde que salía con Diego, Michael se había convertido en uno de sus mejores amigos.- Estaba con unos amigos, no suelo atender el móvil mientras tanto. ¿Qué pasa pelopony?
- Esta noche hay una fiesta de las buenas, dime que vendrás.
- Cla... Mierda, no puedo Mike. Había quedado mañana temprano con Calum para salir a correr.
- Vamos Ally... Será divertido, suéltate un poco mujer.- insistió.- Además, dudo que a Diego le haga mucha gracia tu plan de mañana.
- Ya, bueno...- se mordió el labio nerviosa.- Dile que no me encuentro bien, por favor Mike.
- Mentir a Diego es como meter la mano en el fuego y lo sabes.
- Por favor...- insistió casi rogándole.
- Ally...- hubo un silencio y un suspiro al otro lado.- De acuerdo, pero no prometo nada.
- Gracias gracias gracias.- dio un beso al teléfono para que este lo oyera.- Mañana hablamos, ¿Vale? Adiós Pelopony mío.
- Adiós pelirroja.
Y tras eso colgó acompañándolo de un gran suspiro. Diego no era celoso, era lo siguiente, además de caracterizarse por un carácter demasiado sobrepotector.
Finalizada la llamada volvió a donde todos estaban sentados sin dejar de darle vueltas a lo que pasaría si Diego se enterase, hacía mucho que no veía a Calum y quería pasar la mañana con su otro mejor amigo. A unos metros de distancia decidió mirar a la mesa, ya que fue cabizbaja todo el camino, pero para su sorpresa había alguien más allí, lo que hizo que se parase inconscientemente a unos metros al ver aquel pelo rubio dorado y esos ojos azules tan profundos que tardaron poco tiempo en conectar con los suyos. Volviendo a la realidad agitó su cabeza y se acercó del todo a la mesa donde estaban.
- Si que has tardado, ¿Quién era?- preguntó Diana.
- Era Michael, quería saber si saldría esta noche, pero no puedo.
En ese momento volvió a mirar a Luke, el cual estaba con una mano en el respaldo de la silla de Hugo y la otra en la de Logan, dejando caer todo su peso sobre estas. Pudo notar como su mandíbula se tensó un poco y apretó ligeramente las sillas, dejando así sus hombros en tensión. La verdad es que estaba guapo tras esa fina chaqueta de cuero y sus pantalones pitillo negros, dándole un toque macarra pero a la vez pijo. Espera, ¿Desde cuándo a Ally le había pasado eso por la cabeza?
El silencio se hizo notar, hasta que Hugo tosió un par de veces para romper el hielo y hablar.
- Ya veo lo que os queréis, ni un simple hola, ¿Eh?
Pudo notar como Luke lo fulminó ligeramente con la mirada mientras alzaba una ceja y se incorporó poniéndose de pie. Pudo jurar incluso que ahora Luke era un poco más alto. Sin darse cuenta en un segundo tenía a Luke delante suya mirándola desde arriba algo intimidante.
- ¿Se te ha olvidado como se saluda, Pokémon?- preguntó serio.- Vaya, ¿Y tus gafas?
- Ahora llevo lentillas.- dijo algo indiferente.- Y lo mismo te digo, Luke.
La tensión se notaba a kilómetros, pero ambos lucharon por no dejarse vencer el uno por el otro, permaneciendo serios en todo momento.
- Es un poco tarde, ¿Qué tal si nos vamos ya?- intervino Diana, a lo que todos asintieron.
Cada uno se marchó por su lado, los chicos tenían el coche aparcado algo lejos de allí e insistieron en llevarlas a casa, pero Ally y Diana se negaron rotundamente, sus casas estaban en la otra punta en comparación con la suya y ni querían ser una molestia, por lo que mintieron diciendo que sus padres las irían a recoger.
Al llegar al punto donde cada una tenía que coger su camino, Ally subió en su skate y fue a su casa sin dejar de darle vueltas a la extraña tarde de hoy. Se había dado cuenta de que extrañaba a su amiga, que se había perdido numerosas cosas en esos tres meses, que Luke había cambiado de colonia... ¿Cómo? Intentando olvidar aquel pensamiento agitó su cabeza bruscamente y se llevó una mano a la cabeza, dándose golpes mentales por pensar en aquello. Sin darse cuenta se hizo de noche cerrada y las calles estaban vacías, lo que la intimidó un poco.
Siguiendo su camino notó el motor de algo acercarse a ella. No se volteó para mirar, pero cada vez estaba más cerca, por lo que prefirió ir por la acera y así evitar problemas. Ahora el motor estaba en paralelo a ella y no se separaba de su lado, giró la cabeza un poco para observar de qué se trataba y observó un hombre algo mayor subido a un coche bastante viejo que no dejaba de mirarla. Instintivamente aceleró el paso, pero el skate y el cansancio no la permitían hacer mucho.
- Eh, linda, ¿Qué haces tan sola?- preguntó desde el coche, que de nuevo estaba en paralelo a ella.
Ally no contestó, pero notó como su estómago empezaba a dolerle debido al miedo que tenía ya que aún le quedaban 10 minutos para llegar a casa.
- ¿No vas a contestarme, linda? - volvió a preguntar más alto y fue acercándose poco a poco.- Tú lo has querido.
De repente el coche aceleró y se puso a unos metros por delante suya aparcando de un volantazo. Ally paró en seco y se quedó estática observando como el hombre se acercaba a ella, sus piernas no le respondían y no podía reaccionar.
- Cuando entres en el coche te vas a acordar de qui...
No pudo acabar, ya que una moto se interpuso entre ambos haciendo que el asfalto rugiera. En ella había alguien con un casco negro metalizado que no tardó ni un segundo en bajarse de esta y ponerse en frente de él.
- ¿Qué cojones...?- preguntó el hombre atónito, ya que el chico le sacaba una cabeza entera.
Sin tardar apenas unos segundos se quitó el casco y lo cogió con su mano izquierda, dejando libre una cabellera rubia de punta. Sin previo aviso, con la mano libre, cerró su puño y lo estampó contra la mandíbula de el hombre, el cual cayó sin resistencia al suelo dolorido.
- Como vuelva a ver que vuelves a acercarte a cualquier chica por la noche, te las verás conmigo.- y dicho eso le propinó una patada en el costado.
Se giró encontrándose con los ojos de Ally, la cual tenía las manos en la boca y no se movía. Con el casco en la mano, hizo ademán de lanzárselo y al notarlo Ally se preparó para cogerlo al aire, cosa que hizo al instante.
- Vamos, sube, te llevaré a casa.- ordenó Luke subiendo a la moto.
——————————————————————————————
Un poco fuerte, ¿No? e.e jajajajaja
Me gustaría saber vuestras opiniones. ¿Os esperabais eso de Luke? ¿Qué pensáis sobre que Ally se junte con el enemigo sin saberlo? ¿Y sobre el carácter de Diego?
Bueno, no sé cuando podré actualizar, espero que pronto, porque tengo una semana bastante liadilla... Y me esforcé en tener un capítulo bueno para hoy.
Gracias por leerme, de verdad :)
VOTAD Y COMENTAD.
Un besito.