R E H A B I L I T A C I O N .

By kiaradappollonio

3.4K 473 57

Después de la tormenta, siempre sale el sol. More

{...}
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
¡Video!
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73.
74.
75.
76.
77.
78.
79.
81.
82.
83.
84.
85.
86.
87.
88.
89.
90.
91.
92.
93.
94.
95.
96.
97.
98.
99.
100.

80.

27 3 2
By kiaradappollonio


Los rayos de sol se filtraron por las cortinas haciendo que abriera mis ojos rápidamente, pestañee un par de veces para aclarar mi vista.

¿En que momento me había quedado dormida?

Miré a mi lado y Louis no estaba.

Fruncí el ceño extrañada por su ausencia.

Miré el reloj que estaba en el mueble de noche, marcaba las 11:21 A.M, soy una perezosa.

Me senté en la cama refregándome los ojos mirando toda la habitación para encontrar algún rastro de Louis, todo estaba en silencio. Miré mi móvil por si había algún mensaje y no tenía nada.

Me puse de pie y salí de la habitación rumbo a la primera planta de la casa, lo más probable es que estuviera ahí Louis.

Escuché un ruido, sé que era la voz de Louis pero la escuchaba lejana.

Bajé silenciosamente las escaleras para saber de dónde provenía ese ruido.

–Lo siento pero no. –Sentí que hablaba Louis. –Lo que sucedió esa noche fue un error, sabes que estaba completamente ebrio.

¿Se refería a la noche en que me engañó?

–Mira, Briana. –Pausó. –Esa noche fue una equivocación, de hecho... –Silencio nuevamente. –¿Me puedes dejar hablar? Dios, estoy perdiendo la paciencia contigo.

Mi pecho se apretó.

–Yo estoy en una relación, Briana. ¡Deja de acosarme te lo pido por favor! –Levantó su voz. –Simplemente fueron un par de besos lo que pasó aquella noche.

Mordí mi labio.

–Enserio detente. –Ya perdió la paciencia. –Si no me dejas en paz, iré a la policía a dejar una orden de alejamiento.

Nunca me había comentado que lo estaba acosando esa mujer.

Sentí que caminaba por la cocina, era hora de desaparecer.

Retrocedí lentamente para no hacer ruido, no quería que se enfadara si escuchaba una de sus conversaciones.

Vi la silueta de Louis aparecer y rápidamente tenía que sacar mis dotes actorales.

Hice que bostezaba y este tuvo una cara de sorpresa.

–Buenos días. –Dije con voz ronca.

–¿Buenos días? ¡Buenas tardes! –Dijo alegremente. –¿Recién bajaste? –Preguntó.

No.

–Sí, hace dos segundos. –Mentí. –Encontré raro que no estuvieras acostado.

Seguí caminando hasta llegar a la cocina, mis manos me tiritaban un poco por mentir, no sé porque razón estaba nerviosa, me detuve a la mitad de mi trayecto para mirarlo de pies a cabeza.

Estaba completamente vestido, ¿Se habrá juntado con Briana?

Mi corazón se aceleró y empezó a sudarme las manos.

–¿Por qué...? ¿Por qué estas vestido? –Pregunté intentando actuar naturalmente. –¿Has salido? –Pregunté.

–Sí, he ido al Waitrose. [Un supermercado.] –Suspiró. –A comprar las cosas para hacer una barbacoa en la casa de Liam, ya sabes el partido. –Me miró raro. –¿Por qué?

–Sólo preguntaba. –Me encogí de hombros. –¿Acaso no puedo saber donde estaba mi novio? –Pregunté con una sonrisa.

Caminé hasta él y lo abracé.

–Me estás controlando, eh. –Bromeó.

–¡Sabes que no es así! –Lo miré feo. –Nunca más te preguntaré algo, después empiezas a decir estupideces.

Este rió y besó mi frente.

–Sabes que bromeo.

–Más te vale.

Me separé de él y pude entrar a la cocina por fin, me haría un queque express, era fácil y realmente rico.

{...}

–¡Caitlin! –Sentí que gritó Hilary.

El grito sonó como si fuera un alivio que estuviera aquí.

Apenas me había bajado del auto y ya corría hacia mi.

Cerré la puerta y la miré con una sonrisa, al parecer me había estado esperando.

–¡Hola! –Saludé.

Cuando se acercó me dio un abrazo fuerte y un largo beso en la mejilla.

–¿¡Cómo estás!? –Dijo desesperada. –Dios mío, tanto tiempo. La última vez que te vi estabas postrada en una camilla completamente delgada, te has recuperado eh. –Dijo nerviosamente.–Y también con unos kilos demás.

Mi rostro cambió rápidamente, ¿Me había dicho gorda?

–¡Estoy bromeando, estás preciosa! –Tocó mi hombro. –Era una forma de decir que ya has recuperado tu físico.

–Gracias. –Reí. –Uhm...¿Qué haces aquí afuera? ¿No has entrado? –Pregunté.

–Sí, pero he querido salir a tomar un poco de aire. –Dijo con la voz tiritona y miró quien estaba detrás mio. –Tomlinson.

–Hilary. –Sentí la voz de Louis. –¿Le acabas de decir gorda a mi novia? –Preguntó.

–Claro que no. –Respondió. –¿Cómo estás?

–Muy bien.

Afirmó sus manos en mis hombros, se formó un momento tenso... ¿Pero por qué? Estábamos en confianza, eso no tendría que pasar.

–¿Vendrá Samantha? –Pregunté.

–Sí, viene en camino. –Miró su reloj. –He llegado muy temprano, tu sabes como es Josh. –Se encogió de hombros.

–Deberías entrar e ir junto a tus amigos. –Me di media vuelta. –Déjame con Hilary para hablar sobre cosas de chicas.

Louis sonrió mientras negó con la cabeza.

–Bien, que empiece su día de chicas. Lo que es yo... entraré ahí a disfrutar mi día de hombres. –Suspiró. –Luego sacaré las cosas del auto.

Asentí con la cabeza y caminó hasta entrar a la casa.

–¿Por qué no estás adentro? –Pregunté nuevamente. –Y dime la verdad.

–He peleado con Josh. –Murmuró. –Y he estado un poco nerviosa porque ha bebido, se supone que había dejado el alcohol. –Suspiró.

–¿Por qué nerviosa? –Pregunté. –No me digas que te ha... –Me interrumpió.

–Me levantó la mano. –Miró a todas partes. –Luego me prometió no beber más, y rompió esa promesa. –Suspiró. –Luego bebió nuevamente, intenté irme de la casa pero creo que esa fue la peor decisión que he tomado. –Sus manos tiritaban. –Me golpeó de nuevo, pero le di otra oportunidad. No bebió en todo este mes, pero ahora lo hizo y peleamos. No se puso tan agresivo ya que estaba Liam ahí.

–¿¡Qué!? ¡No puedo creerlo! –Tomé su brazo. –Debes dejarlo, te ha levantado la mano. ¡Te ha golpeado!

–Lo sé, pero lo amo. –Me miró. –No sabes cuanto me duele dejarlo, o simplemente pensar en que lo dejaré. –Caminó de un lado a otro. –En todo ese mes que no bebió fue un verdadero ángel conmigo, nunca me había sentido tan enamorada.

–Pero ebrio o no, nunca debería haberte golpeado. –Negué con mi cabeza. –Eso está mal. –La miré. –¿Sólo lo ha hecho ebrio?

–Hubo algunas veces que... no lo estaba. –Murmuró. –Mi dios... ¿Por qué dejo que me haga esto? –Se cuestionó.

–Deberíamos ir a otro sitio hablar sobre esto, se que no estás cómoda aquí y si veo a Josh me darán unas ganas de romperle la nariz. –Tomé su brazo. –Y tranquilizate, no te sucederá nada.

Me abrazó rápidamente rompiendo en llanto.

–No... no llores. –Murmuré. –No aquí.

–Está bien, tienes razón... me calmaré. –Suspiró. –Me puede ver Josh y sabrá que te lo he dicho y me querrá matar. –Dijo nerviosamente de nuevo. –Siento que en cualquier momento colapsaré.

–Ya estás colapsando cariño. –Murmuré. –Ven, caminemos por el jardín.

Hilary caminó a mi lado intentando controlar su respiración, me sentía muy angustiada por ella y por lo que estaba viviendo con su novio. Tengo que ayudarla de alguna forma.

–¿No se lo has comentado a nadie más? –Pregunté luego de unos segundos. – No lo sé, ¿Algún familiar?

–Se lo podría haber dicho a mi madre, pero no le gusta que esté con Josh... nunca le convenció que era para mi. –Miró a su alrededor. –Decía que tenía algo que no le agradaba, y que no era lo suficientemente bueno para mi. –Su voz se quebró. –Y al parecer tenía razón, pero no quiero que lo sepa... me alejará de él y me sacara en cara que ella tenía razón.

Suspiré.

–Debes terminar con él, no puedes dejar que te golpee. –Fruncí mi ceño. –No puedes quedarte callada, han tantos casos de maltrato hacia la mujer que han llegado a ser femicidios. –La miré. –Por favor, debes dejarlo.

–¿Cuánto amas a Louis? –Preguntó.

La miré rara, mordió su labio.

–Demasiado. –Respondí. –¿Por qué?

–Si Louis te golpeara alguna vez... ¿Lo dejarías? –Preguntó. –Luego de que se arrepintiera, llora en tus brazos rogándote que no lo dejaras, ¿Dejarías a la persona que te ama por golpearte?

–Pero el no lo hizo solo una vez. –Me defendí. –Dijiste que lo ha hecho muchas veces, y si Louis hiciera l lo que te está haciendo Josh ahora, claro que lo abandonaría. –Fruncí el ceño. –¿Es realmente amor lo que siente Josh? Cuando uno realmente ama, nunca le haría daño a esa persona.

–Caitlin... –Sollozó. –Hay algo que me amarra a él.

Mordí mi labio y la abracé, sé que solo debía abrazarla y darle todo mi apoyo.

–Desahogate. –Murmuré. –Estaré aquí, no te pasará nada.

Lloró por largos minutos, decía cosas que no podía entender. Quizás por cuánto tiempo, por cuantas noches se ha guardado todas estas lágrimas.

Hasta que dijo unas palabras que me dejaron congelada:

–Estaba embarazada, en la noche que le iba a decir... peleamos y me golpeó, me lanzó por las escaleras. Luego sentí un gran dolor en mi vientre y me desmayé. –Murmuró. –Luego estuve con un sangrado por una semana, fui a medico y me dijeron que había perdido al bebé.

La rabia se apoderó de mí.

–Iremos a tu casa inmediatamente, sacaremos todas tus cosas y te vendrás conmigo. –Hice que levantara su mirada. –Junto a mi no te puede suceder nada, Louis estará con nosotras. –Limpie sus lágrimas. – Y saldrás de esa pesadilla.

Me miró y cada vez caían más lágrimas por su rostro.

–Caitlin... –La interrumpí.

–No, realmente te irás conmigo. Ya está decidido. –Me puse de pie. –Iré por las llaves del auto, luego le explicaremos todo el tema a Louis, pero tú te irás ahora ya de su casa.

–Está bien. –Murmuró. –Te esperaré acá, no tardes.

Prácticamente corrí hacia la entrada principal de la casa de Liam, había estado un par de veces aquí como para saber en donde se encontraba la sala en donde siempre miraban los partidos de fútbol.

–Hola hermosa. –Sentí la voz de Louis.

Me di media vuelta y estaba saliendo de la cocina con unas cervezas.

–Hola mi amor. –Respondí. –Uhm... te venía a preguntar algo, bueno más bien pedirte algo.

–Dime. –Dijo mientras caminaba hasta mi. –¿Estás bien? Tienes una cara de preocupación.

–Si, estoy bien solo que... –Me encogí de hombros. –No es nada. ¿Me prestas tu auto?

–¿A dónde quieres ir? –Preguntó extrañado. –Pensé que irían en el auto de Samantha.

–No. –Fruncí mi garganta. –Se me quedó mi billetera en casa, solo necesito ir a buscarla.

–¿No quieres que te pase dinero? –Preguntó. –Sabes que no me importa si gastas.

–No, quiero mi dinero. –Mordí mis labios. –Por favor.

–Está bien. –Suspiró. –Iré a sacar las bolsas del auto.

–No, te las dejo afuera. –Dije mientras este buscaba las llaves de su auto.

–¿Estás bien, Caitlin? Te noto nerviosa.

–Mi amor, estoy bien. –Lo besé rápidamente. –Sólo quiero ir rápido para volver rápido. –Me encogí de hombros.

–Está bien. –Me entregó las llaves. –No te demores mucho, y si no vuelves... no olvides de pasar a recogerme.

–No demorare. –Mentí. –Te amo, y gracias.

–No es nada, mi amor. –Me besó cortamente. –Y también te amo.

Prácticamente corrí hacia el jardín y pude ver como Hilary estaba sentada ahí, ya había dejado de llorar. Me miró y sonrió aliviada.

–Vamos. –Murmuré mientras hacía una mueca con mis manos.

Camino hasta mi y suspiró.

–Debemos sacar las cosas del auto, dije que las dejaría aquí. –Abrí el baúl. –Ayudame.

Sacamos todas las bolsas y las dejamos en la entrada de la casa, apenas estuvimos listas nos subimos al auto.

–¿Volveremos acá? –Preguntó.

–No. –Murmuré. –Volveré por Louis, y debes enviarle un texto a Samantha para que vaya a casa de Louis junto a la novia de Niall. –Suspiré. –Para que no sospechen muy rápido, luego tendré que venir a recoger a Louis pero si Josh me pregunta por ti, le diré que ya te has ido a casa.

–Está bien. –Suspiró. –Ya siento que me estoy volviendo loca.

–Tranquila, no lo estás. –Murmuré. –Debes liberar tus tensiones, si no te podría dar una crisis de ansiedad o de pánico y realmente son horribles.

–Ni me lo digas, cuando era adolescente sufría de ese trastorno. –Suspiró. –Por eso mismo siento que me vuelvo loca.

–Sólo son tus pensamientos, pero no es así... Tranquila. 

Continue Reading

You'll Also Like

92.7M 8.6M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
9.7K 755 5
[LIBRO 2] «Acércate a él. Busca las razones para hablarle. Gánate su corazón. Gánate su alma. Ustedes están hechos el uno para el otro» O eso creía...
Meliflua By xaturna

Mystery / Thriller

96.9K 11.4K 50
¿Quién creería que un simple hashtag era lo suficientemente poderoso como para hacer que una escritora terminara cambiando su vida entera, solo para...
409K 35.3K 43
Camila Cabello odia su vida con su tío y aprovecha la oportunidad de trabajar para la famosa e influyente familia Jauregui, que necesita una niñera...