Nos encontrábamos en casa, ya habíamos cenado en un restaurante.
Me encontraba en el baño y levanté mi remera, ahora mi estómago sobresalía, estaba gorda.
¿Por qué nunca podía quedar como quería? Debo empezar ir al gimnasio antes de que me vea fatal.
Sali del baño y Louis estaba lavando al auto, y si... eran las 22:00 p.m. Y este con frio estaba lavando su super auto, negué con la cabeza y mordí mi labio.
Bajé las escaleras rápidamente, miré a mi alrededor y estaba todo totalmente desordenado.
Chelsea se había tomado el mes completo ya que su hija estaba de mal en peor, Louis ni yo nos habíamos tomado el tiempo de ordenar aunque sea un poco y creo que ahora lo haría yo.
La casa es tremenda, pero no imposible. Así podré saber en donde estaban las cosas en esta casa ya que muchas veces he necesitado cosas y no se en donde se encuentran.
Amarré mi cabello y suspiré.
''Así podría quemar un poco de calorías.'' –Pensé.
Caminé hasta el equipo de música y lo vinculé con mi móvil, rápidamente empezó a sonar las canciones que estaban causando furor en el Reino Unido.
Sentí una melodía y rápidamente una voz:
¡This is a shout out to my ex! heard he in love some other chick, yea yea that hurt me i'll admit. [Este es un saludo para mi ex, escuché que esta enamorado de otra chica. Sí, me dolió, lo admito]
¡Forget that boy, i'm over it! [¡Olvida a ese chico! Ya lo he superado.]
I hope she getting better sex, hope she ain't fakin' it like i did, baby. [Espero que ella este teniendo mejor sexo y no finja como yo lo hice, bebé.]
Took 4 long years to call it quits. [Tomaste cuatro largos años para dejarlo]
¡Forget that boy, i'm over it! [ ¡Olvida ese chico! Ya lo he superado!]
¡Mi Dios! Me encantó rápidamente la canción, a pesar de que tenía novio y no tenía ningún problema con él.
''Quizás si un día terminamos nuevamente andaré cantando esta canción como una verdadera loca despechada''. –Pensé nuevamente.
Reí.
Pero en la parte del sexo realmente mentiría si cantara eso...
Empecé a ordenar el living, dejando las revistas debajo de la mesa de centro, sacando los platos y tazas sucias de la pequeña mesa de centro.
Coro de la canción:
Shout out to my ex, you really quite the man. You made my heart break and that made me who i am. [Un saludo para mi ex, realmente eres EL hombre. Hiciste que mi corazón se rompiera y eso me hizo quien soy.]
Here's my ex, Hey! look at me now. [¡Esto es para mi ex!, ¡Oye! mirame ahora.]
Well, i, i'm all the way up... i swear you'll never bring me down! [Bueno, estoy arriba del todo y juro que nunca me derribarás.]
Saqué algunas remeras de Louis que estaban sucias del sillón y caminé hasta el sótano que era en donde se encontraba la lavadora, lancé la remera al canasto de la ropa sucia y rápidamente llegué al living nuevamente y meneando un poco las caderas con la canción.
Empecé a golpear los cojines del sillón para sacar el polvo acomulado, mis brazos se cansaron y fruncí el ceño por el polvo que veía frente de mi, no era mucho.
–¿Y esa canción? –Sentí una voz detrás de mi.
Rápidamente me di vuelta con mi piel erizada y corazón acelerado, me había dado un susto de muerte.
–Si tuviera problemas cardiacos yo creo que ya me hubiera dado un infarto por aparecer sin hacer ruido.
Louis rió y siguió esperando una respuesta, ¿Que quería que le dijera? ¡Es una canción!
–Es una canción. –Respondí obvia. –No sabía de su existencia hasta recién. –Me encogí de hombros.
–Es una letra muy interesante. –Recogió un cojín y me lo entregó.
–Sí, pobre del chico a quien se la hayan escrito lo han dejado en vergüenza con unas palabras de la canción. –Reí y dejé los cojines bien ordenador encima del sillón.
–¿Por que lo dices? –Preguntó.
Lo miré y tenía una sonrisa en el rostro.
–En una parte dijo algo como... –Pause para recordar las palabras. –Espero que ella este teniendo un sexo mejor... y que no finja como yo lo hice. –Achiné mis ojos. –Creo que eso dijo, mira... podrías ir a mi móvil y repetir la primera canción. –Apunté mi móvil que estaba encima de la radio.
Louis caminó hacia mi móvil con una sonrisa en sus labios, no sé que le causaba tanta gracia.
Nuevamente empezó a sonar la canción y empecé a mover mis caderas.
–¡This is nanana my ex! – Canté con toda la seguridad del mundo.
Caminé hasta la cocina y saqué un liquido de limpieza para el gran mueble que abarcaba toda una pared del living.
Louis rápidamente pausó la canción y lo miré.
–¿Sabes quienes cantan la canción? –Preguntó.
Seguía con esa sonrisa idiota.
¿Eleanor? HAHAHA no.
–No lo sé. –Me encogí de hombros por segunda vez. –Yo lo sé que esa canción es asombrosa.
Louis empezó a reír, no entendía de que reía.
–¡Mi amor, no lo creeras! –Exclamó.
Mordí mi labio y lo miré sin entender aún.
–¿Alguna vez te hablé de Zayn? –Preguntó.
–Sip. –Respondí. –¿Que tiene Zayn? –Ahora pregunté yo.
–El estuvo con una chica durante cuatro años, esa chica es miembro de una banda llamada Little Mix. –Pauso. –Han terminado como hace un año y Zayn la dejó por una modelo.
Abrí mi boca de la impresión y Louis empezó a reír.
–¡Pareces una vieja chismosa!
Louis empezó a reir y yo también.
–¿Pero no te causa gracia la canción? –Preguntó.
–Realmente ahora me da pena por tu amigo. –Empecé a echar liquido por el mueble. –Pero sigo pensando que la canción es asombrosa.
Louis rió y cambió la canción rápidamente.
Empezó a sonar una canción que he estado escuchando mucho.
Dangerously de Charlie Puth.
Si realmente había un hombre que me traía loca aparte de Louis y era mi amor imposible era este chico.
No canté y tatararee la canción ya que quería disfrutar la voz de mi amor imposible.
Pasé el paño por todo el mueble dejando un libro brillo, ya me había dado flojera seguir pero bueno... ya había empezado y no había marcha atrás porque se que Louis no lo haría.
{...}
¡Había sudado como nunca antes al terminar el aseo de la casa completa! Ya era media noche y había terminado apenas, mi remera estaba empapada y Louis estaba aún ocupado en su auto, estaba arreglado algunas cosas del motor, creo.
Entré al baño rápidamente y saqué toda la ropa que estaba en mi cuerpo, mi cara estaba roja como un tomate.
Mañana buscaría un gimnasio para bajar los kilos demás, y ahora sé que no eran cinco como le había dicho a mi padre, quizás eran muchos más.
Abrí la regadera y entré rápidamente a la ducha me sentía totalmente agotada.
Rápidamente empecé a lavar mi cabello y mi cuerpo, escuché que la puerta se abrió.
''Louis debe andar en busca de algo.'' –Pensé.
No hizo mucho ruido y tampoco preguntó sobre algo lo cual me pareció un poco raro, cerré mis ojos y saqué toda la espuma de mi cabello.
Sentí que Louis abrió la cortina del baño y rápidamente abrí mis ojos, estaba desnudo y ya había entrado a la ducha junto a mi.
–Pensé que quizás podríamos ahorrar agua. –Sonrió travieso.
Rápidamente tomé su brazo y lo empuje cerca mío para que se mojara, este puso sus manos en mi rostro y me besó.
Lo abracé rápidamente desde el cuello, era un beso profundo y muy excitante por la circunstancia.
Recorrí mi mano por todo su pecho y su espalda también.
Este se separo de mi y tomó la botella de Shampoo.
–¿Quieres limpiar a tu hombre? –Preguntó con una voz gruesa.
Mordí mi labio y rápidamente saque la botella de sus manos y deje que cayera producto en mis manos.
Suavemente empecé a refregar mis manos contra su largo cabello y luego con la espuma de este pase mis manos por su pecho, bajé por su estomago hasta llegar a su pubis, lo miré y este mordía su labio.
Su mirada me decía que siguiera más abajo y lo hice, pude oir un suspiro de su boca, esto me estaba excitando demasiado. Su amigo estaba totalmente erecto y duro como nunca antes, mordí mi labio.
–Ponte... ponte debajo del agua. –Murmuré apenas.
Estaba controlando mis ganas de lanzarme encima de él y pedirle que me hiciera suya una vez más.
El shampoo y su espuma salió rápidamente del cabello de Louis, tenía un olor muy varonil su Shampoo, la convinación de los diferentes Shampoos se hizo presente y eso hacia un muy agradable olor.
–Si me estuviera bañando normalmente me pondría mi gel de cabello para baño, pero no lo haré porque no puedo soportar ni un segundo más aquí dentro conmigo sin tenerte encima.
–Tendrás que esperar, ya que me debo aplicar mi acondicionador. –Este frunció levemente el ceño.
Reí y me agaché sensualmente intentado provocarle, y también lo hice para recoger mi acondicionador del piso haciendo que Louis prácticamente me mirara todo el trasero.
–Eso tendrá que esperar. –Sentí que Louis dijo aquellas palabras.
Con suerte pude reaccionar y pude sentir que entró en mi rápidamente.
Un gemido salió de mi boca.
–Quedate un momento así. –Dijo nuevamente.
Puse mis manos contra la pared para tener más equilibrio.
Empezó a penetrarme fuertemente, sus gemidos no paraban y los míos tampoco.
Estaba completamente excitada, cada vez sus embestiadas eran más fuertes y más deliciosas.
Estuvo asi durante unos cinco minutos, salió de mi y me hizo ponerme de pie.
–Vamos a la cama. –Murmuró.
Estabamos completamente empapados y no me importaba, a Louis le importaba mucho menos que a mi.
Salimos de la ducha y Louis cortó el agua rápidamente.
Llegué primero a la cama y este prácticamente se lanzó encima mío, besandome pero esta vez más dulce, como de costumbre.
Me gustaba cuando era un poco rudo conmigo, pero me encantaba cuando era dulce, hacia que todo fuera mucho más mágico.
Me acostó quedando el encima de mi apoyando su peso con sus codos al lado de mis hombros, miró mi rostro y sonrió.
–Me haces hacer más locuras que nunca. –Murmuró.
–Tú ya estás loco.
–Loco por ti.
Lo besé rápidamente, este con una mano ayudo a que entrara nuevamente en mí.
–Louis. –Murmuré.
–¿Hm? –Dijo en un gemido.
No le respondí nada, la excitación no me dejaba pensar claramente. Estaba pendiente de lo que sentía, como Louis hacía movimientos totalmente... ¡Wow!
Luego de haber llegado a mi orgasmo y Louis todavía no conseguía el suyo, aveces le tomaba demasiado tiempo.
Como yo ya había llegado a mi orgasmo esto se me hacía más placentero aún, sentía cosquilleo por todo mi cuerpo y excitación a niveles altos y bajos.
Un momento Louis se mantuvo quieto y sonrió suspirando.
–Por fin. –Murmuró.
Me sentí totalmente llena, abrí mis ojos como verdaderos platos.
–¿Acabaste dentro de mi? –Pregunté alarmada.
–¿No te estás cuidando, amor? –Preguntó entre jadeos.
¡Demonios! ¡Las pastillas!
No me preocupaba porque siempre Louis terminaba fuera... ¡Diablos se me habían olvidado las malditas pastillas.
–Sí. –Respondí apenas.
–No pasará nada entonces. –Beso la punta de mi nariz.
Me he ido directamente a la mierda.
Caitlin... calcula, el periodo me llego hace dos semanas y medias más o menos, hace una semana debió ser mis días fértiles.
No pasaba nada, suspiré tranquila.
–Iré a buscarte una toalla para que te seques. –Rió.
Sonreí y asentí con la cabeza, me senté
Louis estaba desnudo, se fue al baño y rápidamente salió con una toalla.
–Esta todo mojado el baño, pero no te preocupes... yo limpiaré, tu ya hiciste la casa completa. –Me besó y entregó la toalla.
–Gracias, cariño.
Rápidamente empecé a limpiar el liquido que salía de mi, cuando ya no quedaba más caminé hasta el mueble y saqué ropa interior y mi pijama, estaba completamente agotada.
Louis se vistió con un short y estaba con su torso descubierto, estaba totalmente ocupado limpiando el desastre que habíamos dejado en el baño.
Saqué el cobertor de la cama que estaba completamente mojado y lo lancé al suelo, con suerte pudo estar 2 horas en nuestra cama ya que había cambiado todas las frazadas y sabanas en el momento en que hice aseo.
Salí de la habitación tarareando la canción que era para el pobre de Zayn, no lo conocía personalmente pero se veía una persona agradable. Y también se que no lo conocería aún ya que tienen pequeñas diferencias con Louis a pesar de que ya conversaron todo.
–¡MI AMOR! –Sentí que Louis gritó.
Retrocedí todo lo que avancé y llegue a nuestra habitación nuevamente.
–¿Qué sucede? –Pregunté.
–¿Hacia dónde ibas? –Preguntó con una sonrisita en su rostro.
Lo miré y este rió.
–Iba a buscar otro cobertor. –Pause. –¿Por qué?
–Un día que no utilicemos eso no nos pasará nada. –Tomó mi mano y me acercó a su cuerpo. –Estás muy callada.
–No es nada, mi amor. –Murmuré y besé cortamente sus labios. –Simplemente he quedado cansada del aseo... y también lo que acabamos de hacer.
Louis rió y rápidamente me tomó por el trasero elevandome, enrredé mis pieras en su cadera y este caminó hacia la cama.
–Ya es hora de dormir. –Murmuró y besó la punta de mi nariz.
–Louis...
–¿Sí?
–Tengo el cabello mojado, si duermo así tomaré un resfriado terrible. –Lo miré e hice un puchero. –Aunque no tenga ganas de hacer nada más por la vida, debo hacerlo... después me quejaré por el resfrio.
–Yo te secaré el cabello. –Dijo decidido. –No te muevas.
Asentí con la cabeza y Louis se fue hacia el baño, no demoró mas de unos 10 segundos en llegar nuevamente a la cama con el artefacto entre sus manos.
Sentí como enchufó la secadora.
–Dime si te duele. –Murmuró en mi oído.
–Esta bien. –Contesté.
Prendió el secador y el aire caliente choco contra mi cuero cabelludo haciendo que se erizara la piel de todo mi cuerpo, Louis empezó agitar mi cabello delicadamente y eso hacía que me relajara demasiado a tal punto de cerrar los ojos y estar a cabezazos para no quedarme dormida.
–Ya está. –Sentí apenas la voz de Louis.
Abrí mis ojos que estaban completamente pesados por el sueño, apenas me di vuelta y este estaba con una expresión tierna en su rostro.
–Me estaba quedando dormida. –Confesé.
–Lo he notado.
Suspiré y me di vuelta mi cuerpo para quedar frente a Louis.
–Gracias. –Murmuré.
Este se acercó y besó mi frente.
–¿Vamos a dormir? –Preguntó.
–¡Sí! –Dije como niña entusiasmada.
Louis se puso de pie y yo me acosté rápidamente en el lugar habitual en el cual dormía, apagó todas las luces y encendí la luz de la mesita de noche para que este pudiera llegar rápidamente a la cama.
–Apurate. –Murmuré. –¿Cerraste todo abajo? –Pregunté.
–Sí, no te preocupes. –Llegó a mi lado.
Se acostó y apagué la luz rápidamente.
Nos acomodamos quedando frente a frente, Louis besó mi frente, la punta de mi nariz, mis mejillas y finalizando en mis labios.
–Te quiero. –Murmuré.
–¿Sólo me quieres? Yo te amo.
Sonreí aunque él no me viera por la oscuridad.
–Sabes que te amo. –Acaricié su mejilla apenas.
–Lo sé, solo bromeaba.
Hubo un silencio largo, podía escuchar la brisa que corría por la ciudad chocando levemente en las ventanas, sentía la respiración de Louis.
Tenía mis ojos cerrados, Louis se movió un poco y suspiró.
Estaba quedandome dormida cuando habló nuevamente:
–¿Estás despierta aún? –Preguntó.
Me limité hacer un ruido, para que supiera que lo estaba escuchando.
–Aveces en la noche, cuando no puedo dormir recuerdo el día en que estuviste en el hospital, estuve una semana y media sin saber de ti. –Murmuró. –Estaba desesperado, destrozado y cargando con mi conciencia y culpa. –Frunció su garganta. –Podía ver como las enfermeras y doctores entraban y salían de tu habitación, no me dejaban pasar ya que estabas en una delicada recuperación,con suerte Joseph podía verte un minuto. El primero día, tu padre estaba sentado unos lugares más allá que yo, lloraba desesperadamente. Me acerqué unas veinte veces a preguntarle que pasaba, llegué a imaginar lo peor. –Su voz se quebró.
Abrí mis ojos, pero no me moví.
–Nadie quería decirme que sucedía, tu padre me evitaba y Joyce quien estaba en ese minuto ahí me miraba horriblemente feo. –Frunció su garganta. –Llegué a ofrecer una gran cantidad de dinero, algunas enfermeras lo aceptaron y me hicieron pasar cuando no había nadie, cuando todas las visitas se hayan ido y estaba escondido en la cafetería. –Rió levemente. –Cuando pude verte... –Suspiró. –Se me rompió el corazón en mil pedazos, y la culpa aumento. Yo había provocado eso, estabas ahí... acostada más pálida de lo normal, con muchas agujas en tus brazos, tus labios totalmente morados y las venas en tu frente se marcaban como nunca. –Su voz se quebró nuevamente. –No sabía que hacer, en ese minuto quise morir... quería ser yo la persona que estuviera en esa camilla sufriendo.
Mordí mi labio.
–No digas más, por favor. –Murmuré.
–Pensé en la última vez que nos vimos. –Siguió. –Me odié por no disfrutar cada segundo a tu lado, y sentí que te perdía... que nunca más volverías a estar en mis brazos y que nunca más vería esa sonrisa que tanto me encanta, escuchar esa voz que llena mis días con una felicidad indescriptible.
–Louis. –Murmuré nuevamente. –No sigas, ya estoy bien... y a tu lado. –Suspiré.
–El punto es que no te quiero perder jamás. –Sollozó. –No quiero sentir el vacío que sentí ese mes completo sin ti.
Lo abracé rápidamente y este empezó a sollozar, se había aguantado tanto tiempo decirme esto.
–No llores. –Murmuré. –Ya estamos bien, por favor... no lo hagas.
Toqué su rostro y sentí las lágrimas calientes que corrían por sus mejillas.
–Nunca me iré de tu lado, nunca. –Besé sus labios. –No quiero que pienses en ese momento, ya lo superamos... seguímos con nuestra historia, pero no quiero que vivas pensando que fue tu culpa, nada de eso lo fue.
Louis no dijo nada, solo frunció su nariz y lo abracé fuertemente.
–Es algo que me aguanté por mucho tiempo. –Murmuró. –Y es un alivio contarte como... pasé aquellos días.
–Lo entiendo, ¿Ya estás más tranquilo? –Pregunté.
–Sí, vamos a dormir. –Me besó largamente.
–Te quiero mucho, nunca te librarás de mi tan fácilmente. –Le dije y este rió.
No podía creer lo que me había dicho, se me había partido el corazón en tan solo imaginar su rostro desolado, desesperado... Pobre de mi Louis, no quería seguir pensando en sus palabras si no sería mi turno para romper en llanto.