R E H A B I L I T A C I O N .

By kiaradappollonio

3.4K 473 57

Después de la tormenta, siempre sale el sol. More

{...}
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
¡Video!
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73.
75.
76.
77.
78.
79.
80.
81.
82.
83.
84.
85.
86.
87.
88.
89.
90.
91.
92.
93.
94.
95.
96.
97.
98.
99.
100.

74.

29 3 0
By kiaradappollonio


Habían pasado semanas, mi padre se había ido por un par de meses a Australia para la compra de una gran empresa residente ahí, mis abuelos han tenido que volver a Estados Unidos. Estaba completamente sola pero en ningún momento se lo quise decir a Louis, ni siquiera sé el por qué.

Joyce y yo nos habíamos distanciado un poco por el tema de la relación junto a Louis, discutimos por el mismo tema y finalmente se ha ido de mi casa ''decepcionada'' de mis palabras, dijo que era completamente diferente a como era antes, ¿Será verdad?

Extrañaba a mi mejor amiga, pero aveces siento que está celosa de lo que tengo con Louis, se nota en sus intentos desesperados de encontrar a un novio famoso, ya que lo intentó con Harry y Justin.

Estaba cenando sola, en mi casa.

La mesa vacía, Ana y Mariah se habían ido antes, ya que no tenían muchas cosas que hacer por aquí si estaba solo yo, miraba mi móvil y el silencio me hacía estar nerviosa sin razón alguna.

Tin tin tin tin.

Mensajes en WhatsApp, solo hablaba con Louis y era muy obvio que sería él.

''¿Que haces? Ya llegué de la casa de Liam.''

Sonreí.

Louis me decía todo lo que hacía en los mensajes, como si fuera una novia maniática.

Realmente nuestra relación había cambiado para mejor, ya no habían secretos si nos molestaba algo simplemente lo decíamos y tratábamos de mejorar como personas y pareja.

Era hora de decirle a Louis que estaba sola en casa, ya que mi padre se fue por muchos meses como dije anteriormente no habían secretos, pero no le había dicho nada durante días porque simplemente no quise, como lo dije anteriormente.

Prácticamente estaría viviendo sola.

''Debo decirte algo.'' Le respondí a los segundos.

Mordí mi labio y seguí comiendo de mis macarrones con queso, estaban tan ricos y nunca se los podía cocinar a Louis ya que los odiaba.

A veces no entiendo a los hombres.  Reí por el pensamiento.

Bloquee el celular y seguí concentrada comiendo, sin pensamiento alguno.

Tin tin tin.

''¿Qué pasó? ¡¡NO ME ASUSTES!!''

Reí nuevamente por su mensaje.

Apreté el botón de grabar audio.

–No seas idiota. –Reí. –Lo que ha sucedido es que mi padre se ha ido por unos meses a Australia, meses totalmente indefinidos. Como ya sabes mis abuelos se han regresado a Estados Unidos y estoy completamente sola, pensandolo bien... estoy viviendo sola. –Suspiré. – Mariah y Ana solo vienen a cocinar y nada... simplemente quería informar.

Deje de pulsar el botón y nuevamente bloquee el móvil.

Mi estómago estaba lleno y me obligaba a comer como lo había hecho en las semanas que han pasado.

He podido recuperar cinco kilos con ayuda de Louis, me hacía tomar suplementos alimenticios, mucho chocolate, dulces, y chatarra. Por su culpa mi cara se había llenado de granos y tuve que visitar a un dermatólogo rápidamente haciendo que me recetara una crema.

Tin tin tin.

Louis envió un audio.

Rápidamente puse reproducir.

–¿Enserio? –Preguntó. –Bueno, supongo que nuestros planes a largo plazo serán ahora. Espero que hagas tus maletas porque te vienes a mi casa por los meses que tu padre estará afuera. Sí, Cait. Viviremos juntos.

No pude evitar sonrojarme, claramente eran planes a largo plazo para nosotros, como lo habíamos conversado aquel día en que regresamos como pareja.

Louis hace apenas dos días ha empezado a vivir en su nuevo hogar pero no lo conozco, ya que hace tres días que no nos vemos. Ha estado ocupado y yo... yo... simplemente me preocupaba de comer.

Grabé un audio:

–¿Cómo pretendes que me vaya a tu casa mañana? ¡Ni siquiera se en donde queda! Y me atrevo a decir que me siento muy cohibida por tu propuesta. Pensandolo bien... ¿Es una propuesta? Por que sonabas como confirmando por mi.

Levanté mi plato de la mesa y lo fui a dejar a la cocina.

Sentí como sonó mi móvil, caminé hasta la mesa y tomé el móvil caminando hacia el Living.

Louis ha enviado un audio.

–Lo estaba confirmando. –Rió. – Y te pasaré a recoger mañana por la mañana para que desayunemos  juntos, hace mucho que no lo hacemos. Arregla tus cosas, mi amor. Y yo me atrevo a decirte que estoy muy emocionado por la nueva experiencia que tendremos. Pero se que no me debo acostumbrar tenerte cerca mío 24 horas al día, porque tu padre en algún momento llegará... y te tendrás que ir. –Fingió que lloraba.

Reí, era un idiota.

Grabé nuevamente un audio.

–Eres un idiota, pero te amo. –Dije tiernamente. –Y en un rato haré las maletas, ahora veré una película.

Prendí la televisión y puse la cuenta de netflix.

Ya había terminado la temporada de Agente Carter, como amaba la saga de Marvel, vería The Avengers. Aunque la he visto miles de veces me sigue fascinando como el primer día que lo vi.

El reloj marcaba las 10 de la noche, la película empezó y dejé el móvil en silencio, ya le había dicho a Louis que vería una película.

{...}

Sentí como tocaban el timbre una y otra vez, abrí mis ojos y pude ver que ya era de día.

¡Con suerte pude ver el principio de la película!

Todas las luces de la casa estaban encendidas por mi irresponsabilidad.

Me puse de pie rápidamente y fui abrir la puerta, mi novio estaba de pie.

–Hola. –Murmuré.

–Hola, te dije que vendría temprano... pero si hubieras contestado tu móvil hubieras despertado antes. –Me besó.

–Me he quedado dormida en el sofá, no me regañes. –Murmuré dejando que pasará a la casa. –Como puedes ver, todas las luces están encendidas. He despertado recién y tengo mucho frío.

Louis me abrazó y pude sentir su olor.

–Entonces puedo suponer que no hiciste tus maletas. –Besó mi frente.

–Supones bien. –Lo miré. –Lo haré ahora, pero primero debo apagar las luces de la casa.

Caminé por toda la casa mientras Louis cantaba como si nada, sonreía al escucharlo. Me daba tranquilidad sin saber el motivo.

Cuando terminé de apagar todas las luces volví a la sala principal y Louis estaba sentado ahí.

–¿Subirás conmigo? –Pregunté llegando a su lado.

Tome su mano e hice que estirara el brazo intentando que se pusiera de pie.

–Sí. –Se puso de pie y me besó. –Te extrañé.

–Yo no. –Mentí y este frunció el ceño. –Tontito, si te extrañé.

Este sonrió de inmediato.

Subimos las escaleras y llegamos a mi habitación, estaba todo tal como lo había dejado.

–¿Podrías sacar toda la ropa del closet y dejarla en mi cama? solo lanzala, da lo mismo que se arrugue. Yo iré por las maletas que están en la habitación de visitas.

–Está bien. –Miró su reloj. –Debemos apurarnos que he pedido una reservación en un café.

Lo miré raro y salí de la habitación.

¿Reservación para un café?

Fui en busca de las maletas que mi padre las había dejado en su habitación, saqué dos de ahí, realmente no sabía cuántos necesitaría.

Las arrastré hasta mi habitación y Louis ya había sacado un montón de ropa en el closet.

–¿Cuántos meses tu padre estará fuera? –Preguntó mientras lanzaba más ropa a la cama. – Para frenar mi lanzamiento de ropa.

Me encogí de hombros.

–No lo sé, quizás tres meses... cinco meses... –Me encogí de hombros. –Pero se que no estará por aquí por un buen tiempo.

–¿Hacia donde fue? –Preguntó.

–Australia, por la compra de una empresa. –Suspiré. –Es algo muy difícil por lo que sé.

Me dolía la garganta y tuve que toser para aclarar mi voz.

–La pasaremos bien.

–Eso espero. –Achiné mis ojos y este rió. –Contigo siempre la paso excelente, así que no tengo dudas de eso.

Me lanzó un beso.

Saqué unos jeans que estaban rasgados en las rodillas una remera blanca y una chaqueta de mezclilla.

–Me pondré eso. –Murmuré. –¿A qué hora debemos estar en el café? –Pregunté mientras miraba la ropa.

–Dentro de una hora. –Se mordió el labio y me miró. –Ve a darte un baño, amor. Yo arreglaré tu maleta, pero no prometo que todo estará ordenado.

–¿Es enserio? –Pregunté mientras miraba toda la ropa encima de la cama. –Es mucha.

–Tranquila, yo me encargo.

Caminé hasta él y le di un beso largo en forma de agradecimiento.

–No me beses más porque perderemos la reservación. –Dijo con picardía.

Reí y mordí mi labio.

–Me voy al baño.

Caminé hasta el baño y cerré la puerta, y rápidamente saqué la ropa que usé el día anterior, me sentía cansada y con mucho dolor de garganta. Un gran resfriado se acerca.

Una vez desnuda abrí la regadera esperando que el agua caliente se hiciera presente, mientras lavé mis dientes.

Entré a la ducha y el agua caliente corría por mi cuerpo haciéndome despertar cada vez más, empecé hacer mi aseo personal.

Ya lista, envolví mi cuerpo con toallas y salí del baño. Ahí estaba Louis, ya no había ropa en mi closet ni en mi cama, tenía las dos maletas cerradas que parecían a punto de explotar.

–No me preguntes como, pero si llegas abrir esas maletas aquí explotarán.

Reí.

–Sal de aquí, me quiero vestir. –Lo miré.

–¿Es enserio? –Preguntó.

Asentí con la cabeza divertida.

–Y si... ¿Te visto yo? –Preguntó.

–Hm... –Miré su rostro que tenía una sonrisa coqueta. –Está bien, pero solo debes vestirme. No quiero que pierdas esa reservación.

Louis prácticamente corrió hacia mí y tomó mi brazier.

–Realmente no sé como se usa esta cosa.

Reí.

–Deja, lo hago yo.

Rápidamente bajé mi toalla hasta la altura de mis caderas dejando libre todo mi pecho, no me daba vergüenza... Ya miles de veces Louis me había visto completamente desnuda.

Abroche la tira del brasier y rápidamente me lo puse.

–Mañana practicaré lo que acabo de ver. –Rió.

Tomó mi remera blanca y la deslizó por mi cabeza, brazos y vientre.

Luego tomó mis bragas, quitó la toalla que tapaba mis piernas.

Me hizo levantar un pie y luego el otro para subir las bragas por mis piernas para que luego tapara mi trasero y la zona de adelante.

No pude evitar sonrojarme.

–No entiendo como a veces te puedes demorar una hora vistiendome, yo lo he hecho en menos de dos minutos. –Me pegó una nalgada.

–¡Au! Eso dolió. –Hice un puchero.

Louis tomó los jeans e hizo lo mismo que con las bragas, abrochó el botón del jeans y levantó su cabeza.

–Ha sido un gusto apreciar su belleza corporal, mi amor. –Reí y lo besé.

–Haces que me ponga roja como un tomate. –Lo empujé levemente. –Iré a secarme el cabello.

Louis se lanzó a la cama y yo caminé nuevamente hacia el baño.

{...}

Habíamos llegado a un café muy lindo, nunca antes había venido hasta acá.

No habían muchas personas, Louis estaba leyendo el menú mientras yo lo miraba divertida, estaba muy concentrado leyendo todo.

–¿Ya sabes lo que pedirás? –Preguntó mientras tenía sus ojos en el menú.

–No, aún no. –Tomé el menú. –Uh, tienen café italiano.

–¿Te gusta? –Preguntó nuevamente.

–Uhm... no lo sé. Una vez escuché a mi madre que era muy rico. –Me encogí de hombros. – Así que pediré un café italiano.

–Pediré un Capuccino. –Levantó su mirada. –¿Quieres un poco de torta?

–Está bien. –Accedí.

Rápidamente el mesero llegó hacia nosotros.

–¿Listos para pedir? –Preguntó.

–Sí. –Habló Louis. –Queremos un café italiano y un Capuccino por favor. –Pauso. –También dos trozos de torta de chocolate.

–Enseguida. –Anotó en su libreta y se fue.

–¿Por qué hemos venido a un lugar tan sotisficado para pedir lo mismo de siempre? –Pregunté con una sonrisa en mis labios.

–No lo sé, quería probar otro lugar que no fuera StarBucks.

Reí.

–Entiendo. –Crucé mis piernas. –Y cuéntame Louis... –Pause. –¿Qué se siente vivir conmigo?

–No lo sé, ni siquiera hemos llegado a casa. –Reímos. –Tonta.

–Con orgullo. –Le saqué la lengua.

Louis rió y mordí mi labio.

–Te amo, boba.

–Y yo a ti. –Le lancé un beso.

No habían pasado ni cinco minutos y el mesero llegó con el café de Louis, a mi me entregó una pequeña taza, realmente me extrañé por tan pequeña que era.

El mesero se fue.

–¿Tan pequeño es? –Pregunté.

–Una vez vi a Liam tomando café en italia, es así de pequeña la taza. –Bebió un poco de su capuccino. –Esto está muy bueno.

Le empecé a echar azúcar a mi pequeña taza, supongo que con una pequeña cucharada sería suficiente. Revolví y tomé un pequeño sorbo.

Arrugué mi rostro rápidamente y dejé la taza en el pequeño plato.

–¡Es muy amargo! –Empecé a echar azúcar como loca. –Espero que ahora sea rico.

Louis reía por mi cara y yo sonreí.

Bebí un sorbo, mucho mejor.

–Es amargo pero muy rico. –Relamí mis labios.

–¿Puedo probar? –Preguntó Louis.

Le pasé la pequeña taza y este le dió un sorbo.

–Es amargo, no me gustó.

Me entregó la taza y la dejé en la mesa, saqué un trozo de pastel con el tenedor.

–Me duele un poco la garganta. –Miré a Louis. –Creo que me resfriare.

–Por dormilona.

–Sí. –Comí el pastel. –Prro t srs m efermro. –Dije mientras masticaba.

–¿Qué? –Rió. –No hables con la boca llena. –Siguió riendo.

También reí y tragué.

–Pero tú serás mi enfermero. –Le sonreí.

–Tienes chocolate en el diente. –Rió más fuerte aún.

Me sonrojé al instante y pasé mi lengua por mis dientes.

–Te odio. –Bebí un poco de mi café. –Eres malo.

–Si fuera malo no te hubiera dicho nada y habría dejado que hables así con todo el mundo. –Rió. –Así que no mientas, todo el mundo sabe que me quieres. –Hizo una mueca.

Reí.

–Tidi il mindi sibi qui mi quiris. –Imité a un memé de las redes sociales.

Louis estalló en risas y yo también. Miré a mi alrededor y todos nos miraban como si estuviéramos loco.

–Amor, este no puede ser nuestro ambiente. –Dije apenas, ya que reía como loca.

–Si tienes razón. –Reímos. –Si vengo a comprar será para llevar. –Tapo su boca con sus manos para controlar su risa. –Ya me calmé. –Suspiró.

Lo miré y empezó a reír nuevamente.

–¡No sigas riendo que me dan más ganas de reir! –Reí más bajo que antes.

Louis puso tranquilizarse y bebí todo mi café de golpe, era muy poco y tenía un final muy dulce.

Comí un poco más de pastel.

–Estamos locos. –Rió bajo.

–Demasiado. –Concorde con él.

Seguimos desayunando, esta vez riéndonos mucho más civilizadamente.

Ya terminando nuestro desayuno Louis pagó y nos fuimos rápidamente camino a la nueva casa de Louis.

Durante el camino Louis se reía de mi oración pronunciando todo con la letra ''i'', no podía superarlo y eso me daba más risa aún.

–¿Cuándo llegaremos? –Pregunté. –¡Se está haciendo eterno! –Lo miré.

–Ya falta poco. –Murmuró. –Me mudé a la otra parte de la ciudad para que no nos toparamos cuando terminamos. –Tomó mi mano.

–Eres un idiota por eso. –Reímos.

–Hey, desde ayer me dices idiota. Te denunciaré por maltrato animal.

Reí nuevamente.

–Sabes que lo digo con cariño, amor. –Le lancé un beso.

Ya se había vuelto algo normal lanzarnos besos, y como se han dado cuenta antes no lo hacíamos. Antes no nos divertiamos tanto como ahora.

Dobló hacia la derecha, avanzamos un poco y nos encontramos con un gran cerro que tenía un camino perfectamente de cemento, habían muchos árboles.

Louis subió ese pequeño cerro y había una reja con un guardia.

–¡Hola Thomas! –Saludó Louis bajando la ventana. –Ella es Caitlin, vivirá aquí por un tiempo para que la reconozcas.

–Señorita Caitlin. –Saludó.

–Hola Thomas. –Le sonreí.

–¡Que tengas un lindo día! –Deseó Louis.

Thomas abrió la pequeña reja y entramos, era un lugar muy lejano y privado.

Habían casas gigantes, muchas personas paseando a sus mascotas, haciendo deportes.

Louis dobló en una calle y había una gran casa color café, se estacionó fuera de esta y me miró.

–¿Qué te parece? –Preguntó.

Abrí mi boca, era hermosa.

–Es muy... linda. –Murmuré. –Dijiste que sería más pequeña.

–Es más pequeña que la otra.

–Pareciera que fuera mas grande. –Lo miré. –Es muy linda, felicidades. –Le sonreí.

–Pero ahora es nuestra casa. –Me sonrió. –Así que felicidades a ti también.

Me incliné para besarlo y lo hice.

–¿Quieres entrar? –Preguntó.

–Está bien, pero debemos sacar las maletas. –Besé cortamente sus labios.

Saqué el cinturón de seguridad y abrí la puerta, Louis hizo la misma acción y salimos del auto.

Sacó las maletas y arrastré una y él otra.

Okey, aquí venía una nueva experiencia con el hombre que amo.

Continue Reading

You'll Also Like

847K 126K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
392K 25.9K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
70M 3M 60
Culpa mía es una película basada en la trilogía "Culpables" - Próximamente disponible en Amazon Prime. ¡Disponible los 16 primeros capítulos! **Ganad...
8.7M 1M 53
[COMPLETA] Adam tiene una fascinación por las frases de asesinos. Reachell ama tocar el piano. Adam es reservado y misterioso. Reac...