Escape: Zack ©

By MariaLuna16

36.4K 2.1K 257

Una novela sobre un amor rodeado de peligro, adicciones y persecución mafiosa. Zack es un chico que vive una... More

ADVERTENCIA
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70- Final.
Epílogo
Especial Extra
Agradecimientos
Secuela- Escape: Brooke.

Capítulo 62

258 19 0
By MariaLuna16

Brenna

Un millar de sentimientos se arraigaron en mi pecho, y no sabía cuál de todos sentir, estaba volviendo a ser un desastre, después de la boda de Jenna y Thomas, y de la hermosa canción que Zack me escribió, a Fernández se le ocurrió que era buena idea atacarnos, una vez más, luego están mis padres, que joder, están volviéndome loca, a estas altura de juego ellos quieren alejarme de Zack, de verdad creían que iban a llegar de la nada a poner reglas en mi vida cuando hace rato que dejaron de hacerlo.

Esos días después de la boda de mi hermana, fueron un poco difíciles para Zack y yo, él estaba muy desesperado y yo preocupada por su estado de salud, el bebé y todo lo que conlleva estar embarazada cuando alguien quiere matarnos como sea y no podía dejar de pensar que mis padres tenían algo que ver en eso, lo que me hacía sentir peor.

Luego están las náuseas y los mareos, la ropa que ya no me quedaba, y ni hablar de la sensibilidad en los pezones. Si yo salía de casa era para ir a trabajar mientras pueda, y al hospital a ver como seguía el bebé, todavía no sabíamos el sexo, pero ya hemos escuchado su corazón latir y fue tan emocional y mágico saber que la vida que crece dentro de mí y que hemos creado juntos, se está formando, está sano. Fue un momento en el que no dejaba de sonreír, al igual que Zack, ambos estábamos tan emocionados y listos para tener a ese bebé en las manos.

De vez en cuando hablo con Nathan acerca de cómo va el proceso del bebé, aunque no hablamos tanto como antes, pero nos mantenemos en contacto, él se ha recuperado totalmente, así que esperaba verlo de nuevo dentro de poco. No le he contado nada de lo que ha sucedido porque no quiero preocuparlo, después de todo el merece saber sólo las buenas noticias.

Zack tiene un plan que parece muy desesperado, pero en nuestra posición es normal que busquemos con desesperación una forma de salir de todo esto, estamos trabajando juntos para enfrentar a las personas que nos quieren destruir, esta vez no solo el lleva todo ese peso encima, eso fue lo que lo llevó a estas adicciones que son tan difíciles de superar, pero intento con todo lo que puedo hacer que vea con claridad su situación, pero siempre me cambia de tema o solo se queda callado mientras yo le digo que busque ayuda, que por más que sus amigos lo estén ayudando, el necesita profesionales de la salud para poder superarlo, no puede estar un mes sobrio y al siguiente recaer, repetir ese ciclo una y otra vez.

El plan de Zack ha sido casarnos lo antes posible e irnos de esta ciudad, buscar un lugar más seguro para nosotros y el bebé que viene en camino, estamos formando una familia y no podemos seguir viviendo con miedo a lo que nos pueda pasar, bajo las sombras del pasado de Zack, que ahora también es mío.

Así que estamos a horas de casarnos, lo cual fue otro dilema, me he puesto al corriente con todo esto de la religión de Zack, el nunca toca esos temas, hasta que se vio en la obligación de hablar sobre ello conmigo, sé que los musulmanes no pueden beber alcohol, ni comer carne de cerdo, ni fumar, pero eso es todo lo que se de ellos, así que antes de casarnos Zack tuvo que contarme cómo funciona, porque a pesar de que el ya no es musulmán, ni su padre tampoco, sus hermanas aún son practicantes de esta religión y me parece que debería saber más, por respeto a su familia que sigue siendo musulmana.

—Al momento de yo nacer mi padre era musulmán, así que yo también lo era, en el islam es una ley que tengas la religión de tu padre en cuanto naces —dice mientras lleva los platos sucios al lavavajillas.

—Quiere decir que: ¿nuestros hijos serán musulmanes, aunque yo sea cristiana? —cuestiono sorprendida.

—Sí, pero solo si yo soy musulmán y no lo soy —Él se sienta a mi lado en el sillón de la sala de estar.

—Antes de dejar la religión, tenía que orar cinco veces al día hacia una dirección en específica a lo que le llamamos, bueno... le llaman La Meca —me explica con detalles, yo asiento y lo escucho con atención.

—¿Y eso por qué? —pregunto con curiosidad.

—Es una forma de reflexión y encuentro con uno mismo, simboliza la limpieza física y espiritual, por eso antes de limpiar tu alma con cada rezo, te lavas las manos y la cara —dice sin mirarme, supongo que ha recodado cuando el hacía todas esas cosas, y bueno su madre también era practicante de esta religión, por eso siempre decía que Zack se había perdido a sí mismo, olvidaba quien era, supongo que lo decía porque el ya no estaba orando cinco veces al día, ya no era musulmán.

—Luego está el mes de ramadán durante esos días se está en ayuno y abstinencia sexual hasta que se oculta el sol —Sabía algo sobre esto, pero no tengo idea de porqué lo hacen, así que le pregunto a Zack.

—Es básicamente lo mismo, es un proceso de auto-purificación, en el que aprendes a tener paciencia, y te hace entender lo que sufren las personas privadas de alimento —Me parece muy interesante todo lo que dice, no sé porque Zack la abandonó, pero nadie más que el entiende sus razones y si quiere contármelas lo hará.

—¿Por qué lo dejaste? —cuestiono casi en un susurro.

—Porque no creo que necesites llevar una alimentación "halal", no creo que necesites leer una oración en urdu cinco veces al día, simplemente no lo creo Bren —susurra por fin mirándome a la cara—. Creo que si eres buena persona todo irá bien, eso es todo.

—Mamá siempre me decía que orara, sé que ella lo hacía por mí, siempre estaba pendiente de todas esas cosas, yo no creo en nada de eso, pero eso no significa que no me siento identificado con la cultura, después de todo una aparte de mi es pakistaní —masculla.

—Entonces no crees en nada —murmuro casi entre dientes, no quiero que él se enoje conmigo por tocar estos temas religiosos.

—Ya te lo he dicho, aunque no lo creas soy una persona espiritual y claro que creo en algo, pero quiero mantenerlo entre lo que sea que yo creo y yo, ¿sí? —susurra tomando mi mano con la suya y yo solo asiento, y no vuelvo a cuestionar sus creencias.

Días después de esa conversación llena de información valiosa, lo encontré orando solo, al ver sus pies mojados supe que lo estaba haciendo como musulmán, aunque no lo sea, luego me enteré que es una forma de honrar a su madre, y lo entiendo, ella siempre lo empujaba a ir por el buen camino, inmediatamente de lo que sea que el crea, y hacerlo de esta forma puede que lo haga sentir más cerca de ella.

Hoy es el gran día, hemos preparado todo con ayuda de nuestros amigos, es una boda que prácticamente la planeamos de la noche a la mañana, y tuvimos muchas cosas que hacer. Zack y yo decidimos que la mejor opción fue casarnos por el civil en nuestra propia casa, ya que la ceremonia nupcial será en el mismo lugar, y no es una gran boda, es algo pequeño, entre familias y amigos, los amigos de Zack también son los míos, a excepción de Nathan, Chris y Allison, de ellos tres solo Nathan iba a poder venir, así que la lista de invitados no era tan larga.

Son las dos de la tarde y en unas pocas horas estaré caminando hacia Zack y no puedo dejar de tener estas dudas, mientras que Jenna no deja de asegurarme que es normal, pero yo estoy muy ansiosa y estar embarazada no ayuda para nada. ¿Realmente estoy lista para casarme?, ¿lo estoy haciendo porque estoy embarazada de él o porque lo amo?, es una de las preguntas que me he hecho, estoy siendo peinada en mi habitación mientras me respondo estas preguntas.

No, es que yo lo amo, a ese hombre yo lo amo, le he dicho que si porque es mi complemento y quiero pasar el resto de mi vida con él. Lo que implica ser esposa va mucho más allá del ámbito amoroso, significa cambiar de estado civil, hacer planes a largo plazo, la presión social, cuando te casas la gente espera que no te divorcies.

En un momento de nervios, tuve que dejar de prepararme para caminar de un lado a otro por la habitación y respirar profundo, tenía miedo de tener un ataque de pánico, y eso empeoraba todo. Durante mis movimientos incontrolables, encontré la libreta de Zack en su lado de la cama, debe ser su cuaderno de canciones, lo hojeo tratando de encontrar algo que me tranquilice, canciones, dibujos, todo era normal, hasta llegó a ser confuso lo que veía.

—Brenna, todavía tienes que maquillarte, venga ya mujer —Se queja mi hermana. Levanto la mano en señal de que espere un poco más.

Paso las hojas y lo único que hay son nombres y cifras que no comprendo para nada, algunos nombres están tachados con tinta roja, los nombres de mis padres están aquí, al igual que el de Fernández. Me sorprende lo organizado que tiene esta sección del cuaderno, hay muchos nombres aquí, cifras que creo son de dinero, es como un diario, lo último que tiene escrito en la libreta me confunde aún más.

¿Quién es Bonie?, ¿agente de la CIA, MI6?, ¿mafiosa? o solo una mujer dolida con sed de venganza. ¿Por qué conoce a mi madre?, ¿es una espía?

Me quedo con la boca abierta a al ver todas estas preguntas que tiene sobre mi abuela, es decir, yo también tengo preguntas sobre ella, porque sabe muchas cosas, pero ningunas son de esta magnitud. En la primera página. En letras muy pequeñas hay una dirección y un código del cual averiguaré de que se trata.

—Brenna, ¿a dónde mierda vas? —pregunta Jenna caminamos detrás de mí. Al salir de la habitación, nos encontramos a Thomas, por suerte porque iba a buscarlo.

—¿Tu que sabes sobre esto? —pregunto dejando en sus manos la libreta el me mira con el ceño fruncido y hojea el cuaderno en sus manos y deja de parecer confuso para él. Sí que sabe algo.

—Sé de qué se trata, pero no sé si soy quien debería contarte sobre esto —responde devolviéndome el cuaderno.

—Oh será mejor que me cuentes ahora, o Zack se quedará esperándome allá abajo —Amenazo con desesperación.

—Brenna faltan algunas horas para que te cases y justo ahora quieres saber de qué se trata, ¿qué ganarás? —responde Thomas alzando los brazos.

—Tengo miedo de que lo que encuentre ahí sea algo muy feo, si me llevas terminaré con estas malditas dudas que me están carcomiendo, necesito que algo me demuestre que no estoy cometiendo un error al casarme con él, por favor —Casi el ruego.

—De acuerdo.

—Thomas, ella no se ha preparado, Zack debe estar listo, ¡¿qué demonios pasa con ustedes?! —Jenna sale de control y yo le hago saber que volveremos pronto y la dejo quejándose y maldiciendo sin escrúpulos. Daniel va con nosotros hasta donde sea que Thomas me esté llevando, llegamos a Regent's park, cuando nos bajamos del coche, Thomas me dirige por un sendero por donde ya no hay flujo de personas, pasamos por unos árboles altísimos y me sorprendo al ver que llegamos a una especie de cabaña rodeada de árboles.

Parece abandonada por fuera pero no lo está, al entrar al pórtico de madera hay que poner un código que Thomas se sabe, en el interior las paredes necesitan pintura nueva, hay un pequeño escritorio con otras libretas sobre él, en una esquina de la habitación hay un tablero colgando de la pared, nombres escritos en papelitos de colores y sujetados con chinchetas, Mason, Fernández, mis padres y otros que desconozco.

Busco entre los cajones de su escritorio, pero solo hay papeles y más papeles que no entiendo de que se trata, supongo que estos son sus enemigos. Miro alrededor de la habitación y justo detrás del escritorio hay un pequeño librero, saco uno de los libros y ver qué hay dentro, pero al mover le libro la repisa se mueve y me deja ver una puerta de hierro que me pide un código, pongo el que encontré en el cuaderno y la puerta de desbloquea.

Tengo frente a mí una escalera que conducen hacia abajo, las luces están encendidas, pero me aterra saber lo que pueda encontrar allí.

—¿Qué hay ahí? —le pregunto a Thomas sin dejar de mirar las escaleras.

—Estas aquí para averiguarlo —es lo único que recibo como respuesta. Camino lentamente por las escaleras con Thomas detrás de mí, las luces están enciendas y a medida que voy bajando veo de que se trata esta especie de sótano secreto.

—¡Ah! —dejo salir un chillido cuando veo la gran cantidad de dinero que Zack tiene aquí, la habitación es pequeña o aquí hay demasiado dinero en efectivo, estaba dividido en pequeñas secciones, en un extremo tiene una mesita con un contador de dinero, del otro lado, en la pared colgaban diferentes tipos de armas y guantes negros.

—Bien, ya nos podemos ir —le hago saber a Thomas. Ambos volvemos a la casa y pienso durante todo camino que tengo que hablar con Zack sobre esto, eso no necesita explicación, se cómo consiguió todo ese dinero y por más que mí mente me quiera convencer de que no debería correr este riesgo por estar con Zack, no lo consigue.

Lo amo en las malas y en las peores.

Llegamos a casa y subo corriendo a la habitación, donde Brenna me esperaba ansiosa de seguir con todo esto del peinado y el maquillaje, cuando la estilista está a punto de ponerme base en la cara, salgo corriendo de la habitación por segunda vez en el día.

—¡Eres un dolor en el culo Brenna Patterson! —me grita Jenna cuando corro escaleras abajo.

Sin tocar entro a la habitación de Zack, no me importa que me vea horas antes de casarnos, no me importa nada, solo sé que quiero verlo, necesito contarle de esto, no quiero mentirle necesito que él sepa.

—¿Qué mierda? —pregunta Harry alarmado.

—¿Todavía no estás lista? —pregunta Zack con su mirada sorprendida puesta en mí.

—Necesito hablar contigo —susurro desde el umbral de la puerta. Él le da una mirada de susto a sus amigos, asiente antes de salir y cerrar la puerta detrás de él. Ambos nos metemos al baño que queda más cerca y no tardo en contarle lo que he encontrado.

—Espero que no te enojes conmigo con esto, pero miré tu libreta, vi la dirección y Thomas me llevó a ese lugar en Regent's park, vi todo el dinero y las armas que tienes —le hago saber y lo escucho dejar salir un soplido.

—Pensé que ibas a cancelar la boda, está bien, ese lugar no era un secreto, solo no creí que fuera necesario que supieras de ello —responde y yo sonrío.

—¿Cuánto dinero ganabas? —me atrevo a preguntar.

—13 millones al año —Abro los ojos de la impresión y me rio nerviosa porque no esperaba que el respondiera.

—¿Entonces todavía quieres casarte? —pregunta cuándo ve que no digo nada. Yo solo asiento una y otra vez.

—Te amo —le digo mientras salgo del baño—. Nos vemos en el altar.

Esta vez sí me dejo maquillar, Jenna se tranquiliza cuando me ve con el vestido de novia puesto, me miro al espejo e intento no llorar, Danielle está a mi lado, diciendo lo hermosa que me veo, las demás chicas sonríen de oreja a oreja al igual que yo. Mi vestido es sencillo, pero no deja de ser hermoso, es de corte imperio, cae con mucha fluidez desde la línea de debajo del busto, no tiene mucho volumen, así que me siento cómoda con él. Me siento en la cama por unos minutos en espera de que llegue mi momento de bajar, durante esos minutos recibo un mensaje de Nathan.

Nathan 16:12

Te he visto correr por la casa, ¿todo bien?

Brenna 16:12

¿Ya estás aquí? Debiste avisarme.

Nathan 16:13

Llegué ayer. Da igual, ¿dónde estás? Parece que Zack va entrar en pánico en cualquier momento.

Brenna 16:13

¿Por qué lo dices?

Nathan 16:14

No deja de mover la pierna y se ha acomodado el traje más de 100 veces, está muy desesperado.

Brenna 16:15

Ya voy a bajar

Nathan 16:15

¡Deja de mandarme mensajes entonces!

Thomas llega a al a habitación y yo me preparo para bajar, él es quien me entregará a Zack, lo que mi padre no quiso hacer, me entristece, pero luego pienso en que esta es mi boda y que me voy a casar con el amor de mi vida.

Cuando llego junto a Thomas, todos se levantan y ahí es cuando lo veo, sonriendo de oreja a oreja, luciendo hermoso con ese traje azul marino, cuando lo vi antes no me fijé en nada de lo que tenía puesto, hasta ahora me doy cuenta de que se recortó todo el cabello, pero no deja de lucir tan bien. Mientras camino hacia él, no deja de sonreír, lo veo ponerse la mano en el puente de la nariz y sé que se está haciendo el duro para no llorar, pero aun así termina quitando una lagrima de su mejilla.

Uniremos nuestras vidas, tendremos una familia, tendremos altos y bajos que atravesaremos juntos, la primera mirada que nos damos en el altar, es la mirada donde vemos el futuro, y sé que él está pensando lo mismo. Cuando Thomas me deja en los brazos de Zack, palmea la espalda de su amigo y Zack no deja de mirarme sonriente.

—No pareces real —susurra cuando nos colocamos frente al juez que nos declarará marido y mujer. Estábamos muy emocionados y se podía notar en nuestra sonrisa. El juez nos presenta ante los invitados y explica por qué estamos aquí reunidos, luego nos lee los artículos del código civil que habla sobre el contrato del matrimonio, nos habla de las obligaciones que tendremos al casarnos.

Entonces llega el momento de los votos, es el momento más emocional, así que ha llegado el momento de llorar, porque nos diremos las cosas más hermosas, lo que nos prometemos, lo que sentimos el uno por el otro, y de eso hay mucho.

—Nuestro amor es inolvidable, nada se compara a lo que siento cuando te tengo a mi lado, sabes que estas con la persona correcta cuando todo se siente tan natural y fluye, tienes un corazón tan puro y esa es una de las cosas que más amo de ti —Zack está leyendo sus votos y yo estoy casi llorando, él siempre sabe que decir cuando se trata de expresar sus sentimientos, siempre es tan profundo y romántico.

—Nuestro amor ha pasado por dificultades y retos que seguimos afrontando, no recordaba lo que era estar sobrio cuando llegaste a mi vida, aun yo sea bueno o malo te mantuviste a mi lado, y si pierdo el control siempre estás ahí para traerme de vuelta a la vida. —Siento su voz quebrarse y yo tengo un pañuelo en manos, limpiando las lágrimas de mis mejillas, ladeo la cabeza y veo que casi todos están limpiándose las lágrimas, incluso veo a Bonie en el frente, sonriendo junto a Jenna que llora como una magdalena, veo a Nathan en la tercera fila y también sonríe.

Bren, solo tú conoces la mejor y peor versión de mí, cuando estoy en mi peor momento, cayendo, desvaneciendo y perdiéndome a mí mismo, pero ahí estas, a mi lado, amándome y no dejándome caer en el abismo de mi miseria —Zack me mira a los ojos y deja salir un largo suspiro antes de decir algo más.

—Es por todo esto, que prometo mantenerte de pie cuando estemos al borde de caer, prometo serte fiel, cuidarte, respetarte y amarte por el resto de mi vida y por el resto de la tuya —dice sin dejar de mirarme a los ojos para luego colocarme el anillo.

—No hay forma de describir lo que me haces sentir cuando estoy cerca tuyo, he intentado despedirme un montón de veces, pero ninguna de ellas fue de verdad, cuando nos separamos me encontré a mí misma, pero nunca dejé de amarte, porque nadie me hace sentir como tú lo haces —leo mis votos, bajo la voz cuando digo la última frase, porque bueno, todos saben lo que tuve con Nathan y él está presente, lo menos que quiero es hacerlo sentir mal, debí pensarlo mucho mejor antes.

—Nadie puede ver lo que yo veo en ti, porque te acepto tal y como eres, creo en ti, eres parte de mi tanto como yo soy parte de ti, encuentro paz en cada beso y en cada mirada que me das, incluso si estamos rodeados de un caos, estar contigo me da paz, y te amo más de lo que las palabras pueden decir.

—He aprendido a amarte como necesitas ser amado, porque no puedo dejar que te pierdas, no me importa si eres rico o pobre, solo sé que te amo y que te amaré por el resto de mi vida —levanto la mirada para ver qué tan emocionado esta Zack, y sé que está muy emocionado porque no deja de sonreír.

—Yo te elijo para caminar juntos, estar siempre a tu lado, ser dicha para tu corazón y alegría para tu espíritu. Prometo respetarte, amarte y honrarte por el resto de mis días —digo al momento que coloco el anillo en su dedo.

—Así pues, y visto su consentimiento, y en virtud de las facultades que legalmente me han sido otorgadas, los declaro desde este momento marido y mujer —dice el juez y no hace falta que le diga a Zack que puede besarme, el lleva sus manos a mi rostro y me da un beso significativo, que grita lo mucho que me ama. Luego firmamos el acta de matrimonio y recibimos aplausos del resto.

—¡A celebrar! —grita Zack y todos gritan con emoción. La recepción será en la planta baja porque es mucho más espacioso allí, la planificadora de bodas se lució con el decorado, ella movió todos los muebles y como resultado tenemos una mesa para los novios con nuestras iniciales y ramos de rosas en los extremos frontales, ni hablar del arco de flores detrás de la mesa.

Me encanta como las flores combinan con los manteles beige, hay una especie de pista de baile frente a la pared que queda junto a las escaleras a una larga distancia, es la sala de películas que Zack y yo nunca usamos, hay una pantalla que se lleva casi toda la pared. El exterior está iluminado con bombillas de luces amarillas que cuelgan de las barandillas de la terraza y los ramos de los árboles. En la piscina pelotas transparentes con bombillas recargables dentro. Han convertido la casa en un lugar mágico.

Cuando Zack y yo bajamos todos nos felicitan, las personas que están aquí son testigos de cómo ha sido el recorrido de Zack y yo como pareja, lo altos y bajos que hemos tenido y lo duro que ha sido llegar hasta aquí. No veía a las hermanas de Zack desde lo sucedido con Trace, así que aproveché el momento para darles un gran abrazo a las tres, sentía que se los debía, están tan hermosas, Sahira ha crecido y de Aliya ni hablar, la única que estaba un poco más flaquita era Dakia y me preocupa que esté pasando por un mal momento, por suerte al hablar con ella me di cuenta de que tenía ayuda y eso me dejó más tranquila.

Tenemos nuestro primer baile como esposos, en el que Zack no dejaba decirme lo hermosa que me veía con ese vestido que no ocultaba mi barriga de pocos meses de embarazo. Para seguir con el protocolo, pasamos a las fotografías ahora que no hemos comido, ni sudado.

—Tienes suerte de tenerla, por favor cuídala —susurra Nathan cuando llega a nuestro lado para tomarse la foto. Es raro estar tomándote fotos con tu recién esposo y tu ex. Que irónico.

—Sigue en pie lo que hablamos —responde Zack antes de mirar hacia la cámara y sonreír para la fotografía. Después de todas las fotos habidas y por haber. Comimos el buffet que elegimos, es mi parte favorita después de dar el sí, porque realmente estaba hambrienta, y mi bebé no podía esperar.

Vi a Nathan hablar con Kathia y Bryan, con Jenna y Thomas de por medio, supongo que se están presentando, Kathia y Bryan son los únicos que no saben mucho de mi historia con Nathan. Bonie habla con Isacar, quien sabe de qué, espero que no se trate de algo relacionado con Fernández, porque lo último que quiero es siquiera pensar en ese tipo.

—Nathan no deja de mirarte, ¿debería estar celoso? —pregunta Zack cuando ambos terminamos de comer.

—¿Te importa si hablo con él? —pregunto casi en un susurro, pero Zack niega y me hace ademán para que vaya con él. Le hago señas a Nathan para que me acompañe hasta el primer piso, necesito saber cómo está, dejo a Zack siendo Deejay de la fiesta y Nathan me sigue por las escaleras.

—¿Estás bien? —pregunto en sentido general, hace meses que no lo veo y aunque lo nuestro no haya funcionado como él quisiera, me importa.

—Sí, ¿por qué lo preguntas?, estoy feliz por ti, estás esperado un bebé y te acabas de casar con la persona que has amado todo este tiempo —dice. Casi suena sarcástico, pero sé que no es su intención.

—Perdón por dejarte así en Canadá, pero estábamos en peligro, no podíamos quedarnos y yo tampoco quiero exponerte a ese peligro —me disculpo, estaba esperando poder tenerlo frente a frente para decírselo.

—Brenna, ¿tú estás bien? Sé que Zack te ama y haría lo que sea para protegerte, pero... ¿puedes sobrellevar lo que sea que esté pasando en este momento? —cuestiona con notable preocupación.

—Tranquilo, puedo manejarlo —mascullo. Sentándome en una de las sillas y Nathan imita mi acción. Un silencio llega a nosotros y no sé si deberíamos volver a la celebración o si hay algo más que debería hablar.

—¿Sabes qué?, la verdad es que no estoy bien viendo a la persona que amo casarse con alguien más, pero no pasa nada, sé que está mal sentir estas cosas por ti porque no estamos destinados a ser más que esto, yo te he visto triste, y prefiero verte cómo estás ahora, feliz y tan radiante —dice con media sonrisa en el rostro.

Nath, no tenemos que hacer esto...

—Es más fácil de llevar estos sentimientos si te hablo sobre ellos —dice cuando me levanto de la silla, él se pone de pie frente a mí y espero a que me diga lo que sea que tenga para decir.

—Tengo unas ganas increíbles de besarte, ¿crees que saldría vivo de aquí si lo hago? —cuestiona dando un paso hacia mí, lo miro con las cejas juntas, pero no me muevo de mi lugar, él se inclina para besarme, pero yo ladeo la cabeza y el cierra los ojos antes de alejarse de mí y deja salir una risa nerviosa.

—Nathan, no iba a dejar que lo hicieras, solo quería asegurarme de que estabas bien, lo siento si mal interpretaste esto, sabes que te quiero y eres importante para mí, pero... —Lo miro a los ojos—. Estoy casada.

Noto sus ojos llorosos mientras el asiente al mismo tiempo que se muerde los labios, verlo de esta forma me rompe el alma, creo que no debimos subir hasta aquí. El deja salir un largo suspiro con sus ojos llorosos.

—Duele más de lo que pensé que dolería, estaba convencido de que estaba superándote hasta que te vi caminar al altar, deseaba tener el lugar de Zack —murmura con la mirada en el piso. Lo tomo por las mejillas y lo obligo a mirarme.

—Nathan, estoy segura de que hay alguien allá afuera que te amará mucha más que tú a mí, en un par de años cuando mires atrás te reirás de esto, y yo estaré a tu lado riendo de ello también —susurro, pero él evita mi mirada a toda costa—. Te prometo que tú y esa persona se encontrarán, y yo siempre estaré dispuesta a escucharte hablar de ella.

—Ojalá fuera tan fácil —murmura al mirarme a los ojos y una lagrima se desliza por su mejilla. Así que no puedo evitar abrazarlo.

Me aparto de su lado y decido bajar a la fiesta, no quiero que Zack piense que algo está pasando entre Nathan y yo, pero para mi sorpresa él está entretenido haciendo la hora loca con los invitados. Nathan vuelve a integrarse minutos después y parece estar mucho mejor desde que empieza a hablar con Thomas y Jenna, me encanta que ellos se lleven tan bien.

El resto de la noche fue tan buena como esperaba, el brindis fue bastante emotivo, Bonie nos sorprendió hablando, diciendo que a pesar de que Jenna estuvo de acuerdo con nuestra relación, estaba feliz de que hayamos dado el gran paso y que estaba feliz para ser bisabuela.

Cuando llegó el fin de la noche, tuvimos que despedir a cada uno, lo cual fue tedioso para mí, porque lo único que quería era dormir, descansar hasta el día de mañana, tenemos un vuelo que tomar temprano en la mañana, no sé a dónde nos llevará ese avión, según Zack es la sorpresa de nuestra luna de miel, así que decidí no preguntar mucho sobre ello.

—¿De verdad piensas dormir señora Majid? —pregunta Zack cuando nos hemos despedido de todos.

—Claro, tendrás mucho de esto cuando estemos en la luna de miel —respondo sonriente y Zack no dice nada al respecto.

Y pensar que todo empezó con una simple mirada, ahora tengo el apellido del chico que me besó en aquella fiesta, el chico que me hizo enojar esa misma noche, pero que también cuidó de mi cuando estaba borracha, dejándome claro que no era para nada el malo del cuento que todos contaban, bien pudo aprovecharse de mi estado, en cambio se comportó como un caballero. Ahora lo veo dormirse a mi lado y todavía no creo que después de todo lo que hemos tenido que pasar juntos, por fin estemos casados.

Continue Reading

You'll Also Like

13K 975 40
Visitar un bar y tomar una copa de vino la ayudaría a quitar los problema de su cabeza un día antes de su boda. ¿Por qué el casarse resulta un proble...
88.3K 2.4K 16
EN EDICIÓN ⚠️ 𝐿𝐸𝐷𝐷 || "Esta es la historia de Lauren Aligeri, una chica de 19 años que conocera al mismisimo Diablo de una manera muy extraña". F...
21.8K 960 33
Esta es una novela basada en mis 2 mas grandes idolos, William Levy y Maite Perroni...