Escape: Zack ©

By MariaLuna16

36.4K 2.1K 257

Una novela sobre un amor rodeado de peligro, adicciones y persecución mafiosa. Zack es un chico que vive una... More

ADVERTENCIA
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70- Final.
Epílogo
Especial Extra
Agradecimientos
Secuela- Escape: Brooke.

Capítulo 60

367 22 0
By MariaLuna16

Zack

Dijo que si, Brenna oficialmente será mi esposa, ya me la imagino caminando hacia el altar con un hermoso vestido blanco mostrado su barriguita, y yo tan nervioso como nunca porque la verdad es jamás pensé en casarme, es decir, de pequeño veía las fotos de mamá y papá, y siempre decía que me iba a casar con una princesa, pero son cosas que todos los niños hacen, con el tiempo dejé pensarlo y ahora está sucediendo, me voy a casar. Creo que esta ha sido la mejor decisión que he tomado en toda mi vida.

Hoy era el día de la boda de Jenna, así que será un día bastante agitado, soy el padrino. No he dejado de recibir unos mensajes de un número desconocido, porque literalmente pocas personas tienen este número de teléfono. Recibía mensajes como: Con que, si lograste estar con la princesita después de todo, algún día te veré caer Majid, algún día.

Esos mensajes me mantenían inquieto, creía que podía ser Fernández, pero luego de recibir otros mensajes, empecé a dudar, he recibido algunos 5 mensajes y cada uno suena diferente, como si fuera de una persona diferente, pero todos tratan de lo mismo, Brenna y yo, incluso el bebé. Puede ser Jack desde la cárcel como puede ser Fernández desde las sombras.

Estaba tan paranoico que le enseñé a Brenna a disparar, no es la mejor en ello, pero ahora ella tiene lo básico para defenderse, una pistola y una navaja en caso de que suceda algo. Por un momento me olvidé de esos mensajes y me concentré en la boda que se llevará a cabo hoy, Thomas estaba preparándose en una habitación y yo estaba a su lado, junto con todos los demás chicos, Harry, Liam, Nigel y Lawson.

—La verdad no pensé que llegarías a este punto con Jenna —comento mientras lo veo acomodarse la corbata.

—Yo si no pensé que tú llegarías tan lejos con Brenna, es decir, estabas dispuesto a dejarla más de una vez y ahora serás padre —responde con media sonrisa.

—Que te puedo decir —Me encojo de hombros.

—Yo no puedo creer que Bren te haya dicho que si —Está vez opina Harry a mi lado.

—¿Qué?, ¿querías que te lo dijera a ti? —pregunto con seriedad.

—Wow, ¿qué pasa aquí?, relájense caballeros —Thomas se gira sobre sus talones y se acerca a nosotros. Que minutos después de un largo silencio, Harry y yo nos echamos a reír, y ambos chocamos los puños.

—Relájate tu —le digo entre risas.

—Demonios, que es lo que tiene esa chica, ¿pezones de sabores? —Thomas acaba de mencionar una de las frases de la película 10 cosas que odio de ti, y todos nos echamos a reír por su comentario.

—Ustedes no se imaginan la clase de mujer que tengo a mi lado, no hablo en sentido sexual, sino en todos los sentidos —digo con media sonrisa.

—Ay ya se van a poner cursi, hoy vamos a llorar mucho, no empecemos desde ahora —sugiere Nigel rodando los ojos.

—Vas a llorar tu —comenta Lawson haciendo que todos nos riamos.

—Claro, yo la vi primero y Thomas se la quedó —dice Nigel tratando de parecer enojado.

—Parece que Jenna también tiene pezones de sabores —comenta Liam entre risas.

—Amigo a las chicas le gustan los malos —le dice Harry sintiéndose totalmente identificado.

—Me parece que Nigel será el que se oponga cuando estés en el altar —digo medio en broma.

—Que lo intente, te estaré vigilando Nigel, esos pezones son míos —dice con una sonrisa que hace que suene como una broma. Y así nos pasamos el resto de los minutos que nos quedaban, hablando de mujeres y bromeando entre nosotros para hacer que Thomas no esté tan nervioso.

Llegó el momento de ir a al altar a esperar a Jenna, Thomas se encontraba muy ansioso y no dejaba de preguntarme si tenía el corbatín bien arreglado, me causaba risa su estado y luego pensé, dentro de poco estaré así o peor. Cuando Jenna caminaba por el altar, Thomas no encontraba la posición perfecta así que no dejaba de moverse, tuve que decirle disimuladamente que se estuviera quieto. Brenna llegó a mi lado y fue lindo ver como Jenna y Thomas se daban el sí.

En cuanto son declarados marido y mujer, todos salimos de la iglesia para ir a la ceremonia en el hotel Rosewood. El lugar parecía sacado de un cuento de hadas, la entrada era propia de un castillo, con paredes y columnas al estilo romano y pinos en maceta. Era todo como el arte griego y lo moderno en un solo lugar.

La mesa en la que estábamos Brenna y yo la compartíamos con los chicos y sus parejas, sí que supieron cómo ordenar las mesas, porque no me sentiría cómodo compartiendo mesa con otras personas que no conociera. Luego de la cena y el baile de los recién casados, Brenna y yo felicitamos a la pareja. Justo ahora de los invitados, somos los primeros en bailar en la pista.

—Estamos practicando para nuestra boda —susurro y ella sonríe.

—Parece que mejoraste tus técnicas de baile —responde ella al mismo tiempo que la sujeto por la cintura y la acerco más a mí.

—¿Puedo confiar en que no me pisarás en nuestra boda? —pregunta con las cejas levantadas y una sonrisa en el rostro que me vuelve loco.

—Yo no me confiaría tanto, con suerte te irás con un yeso a casa —murmuro solo para nosotros, causando que ella se ría a carcajadas. Como me encanta verla así de contenta.

Cuando la música termina, dejo a Brenna en la mesa mientras voy por algo de beber para la dos, el whisky suena algo tentador, pero solo pido agua. Cuando estoy a punto de volver a la mesa, Bonie Patterson se interpone en mi camino, esperaba vela aquí, pero como no la vi en la iglesia pensé que no vendría, pero aquí está.

—Zack —dice en forma de saludo.

—Bonie —respondo. Espero a que ella me diga lo que sea que me tenga que decir.

—¿Cómo están las cosas?, ¿Fernández ha vuelto a atacar? —pregunta mientras mira a su alrededor, supongo que para asegurarse de que nadie esté escuchando.

—Solo he recibo unos mensajes raros, pero creo que no se trata de Fernández, te los enviaré cuando sea pertinente —le hago saber y ella sólo asiente.

—Me preocupa esa tranquilidad, pero bueno, sigue haciendo lo tuyo, que yo estoy trabajando en lo mío — dice ella mientras se sirve un vaso de whisky, que descarada.

—Tengo una pregunta que con seguridad no obtendré respuesta alguna, pero me arriesgaré, ¿de dónde usted conocía a mi madre? —le pregunto con el ceño fruncido, la última vez nos vimos ella mencionó que conocía a mi madre y eso me dejo muy pensativo, es decir, ¿cómo es eso posible?

—Todo a su debido tiempo, para que sepas, soy de Bradford, acaso mi acento no te dice nada, me casé con un canadiense, viví en ese país casi toda mi vida —responde antes de darle un trago a su bebida, me quedo con la boca abierta sin nada que decir, con que somos de la misma ciudad.

—Te acompaño, no he visto a Brenna, y creo que será más sutil conmigo si voy contigo —dice haciendo ademan para que camine.

—¿Me está usando? —cuestiono en broma para relajar un poco el ambiente entre nosotros, que casi siempre es hostil y seco.

—Claro que si —Por supuesto que es así de honesta y directa. Cuando llegamos a la mesa Brenna la saluda casi por obligación, me parece que la última vez que se vieron no fue muy lindo, conociendo a Bonie y conociendo a Brenna, seguro que se dijeron un montón de cosas hirientes.

—Es bueno verte Bren, para que me odies menos debo decirte que este chico aquí, llegó a tu apartamento porque yo le di la dirección, al final me deben que estén juntos ahora —Trata de sonar como si estuviera bromeando, pero es mala en eso.

—Ay abuela, no te debemos nada —dice con una sonrisa sin mostrar sus dientes. Parece que Brenna si la entendió. Bonie toma la mano de Brenna y se da cuenta de que lleva un anillo de compromiso.

—¡Ay mierda! —chilla Bonie llamando la atención de algunas personas—Lo siento, sigan en lo suyo.

—Se van a casar, la verdad no pensé que llegarías tan lejos con el —dice sin dejar de mirar el anillo en el dedo de Brenna y yo no dejo de sonreír.

—Se supone que deberías decir que estás feliz por nosotros —dice Brenna mientras aparta su mano de la de su abuela.

—Aunque no lo creas, lo estoy, Trace estaría muy feliz por esto —susurra casi con tristeza. Brenna la mira con confusión y estoy seguro de que va a preguntar, pero en cambio su mirada se desvía a otro lado, su expresión pasa de confundida a enojada y sorprendida.

Llevo mi vista a donde ella está mirando y casi me caigo para atrás al ver a sus padres sentados, con la mirada puesta en nosotros, su madre aletea su mano en forma de saludo, lo que hace que me pregunte si ellos saben lo que sabe su hija, es decir, Bonie se encargó de contarle a Brenna la verdad de sus padres, ella y yo nunca hemos hablando de ello, pero ambos sabemos lo mismo.

Jonathan me mata con la mirada, claro verme al lado de su hija después de tanto tiempo que ha pasado, le cuesta, después de que él se esforzó tanto en apartarme de ella, seguro ellos son de los que creyeron que al ir a la cárcel y todo lo que me pasó sería un obstáculo para yo estar con Brenna, nos separamos, pero no fue por nada de eso. La última vez que vi a los padres de Brenna fue cuando Fernández casi se da cuenta de la riña qué hay entre nosotros.

Brenna camina hacia ellos y yo me quedo en mi lugar por el bien de todos, no quiero arruinar la fiesta de Jenna y Thomas con estos asuntos. Jonathan no deja de mirarme y Brenna los saluda como si no estuviera pasando nada, ellos saben que ella sabe todo sobre mi, pero siguen fingiendo que no, si tan solo supieran que están decepcionando aún más a Brenna, ella sabe lo de ellos, son sus padres, es normal que quiera mantener la relación a pesar de todo, ella sigue esperado que ellos le cuenten la verdad, pero muy en el fondo sabe que no la harán y que en cualquier momento tendrá que decirles.

Cuando Beatriz ve el anillo de Brenna, la expresión de ambos cambia, pero cuando Brenna levanta la mirada ellos le dan una sonrisa muy falsa, que cínicos, de verdad van a fingir que yo les caigo bien, tengo que sacar a Brenna de esa tortura. Hago mi camino a ellos, quizás consiga tener información de Fernández, seguro que siguen trabajando con él, con o sin mafia, Adrián tiene que reconstruir su imperio y la primera cosa en la lista es deshacerse de mi y de Brenna.

Al momento que me estoy acercando Brenna se da la vuelta y me hace ademán de que retroceda, pero estoy dispuesto de llegar a ellos, verlos a la cara y saludarlos, de todos modos, no podrán hacer nada, porque creen que su hija es una ingenua que no sabe nada, cuando es todo lo contrario.

—Zack, por qué no le cantas esa canción que le escribiste a Brenna, inicia el karaoke amigo —Thomas se interpone en mi camino y veo cómo Bonie se lleva a Brenna frente al equipo de karaoke. Sé que Thomas está evitando que pase una tragedia, así que le hago caso, por encima de sus hombros miro por última vez a Jonathan y Beatriz, mientras que mi amigo casi me empuja para que camine.

—No quiero cantar, que cante alguien más, nunca lo he hecho frente a tanta gente —le digo a Thomas.

—Zack, cantas muy bien, no tengas miedo —Me está obligando a cantar, no puede ser, no estoy listo para esto.

—Además esa canción es algo especial, entre ella y yo —le susurro para que Brenna no me escuche, aunque de igual forma todos tienen su atención en nosotros dos.

—Zack, a ellas les gustan estos detalles, es muy romántico y empalagoso. Hazlo ya —abro la boca para decir algo, pero ya estoy en medio del escenario, solo he cantado para mi madre, mis hermanas, Brenna, Thomas y Bryan, nadie más sabe que canto, se supone que no es algo que esperarían de mí. Saludo con la mano a las personas que ahora tienen su atención en mí, y le digo a los músicos las notas que escribí para esta canción.

—No, te mostraré —El chico que está en el piano al parecer no me entendió o yo no me expliqué bien. El punto es que toqué en el piano cómo va el tempo.

—¡Toca el piano! —escucho a Thomas gritarme y alguien más dice: ¿Desde cuándo toca el piano? En respuesta niego con el dedo índice, solo le digo a la banda que está tocando, cuáles son las notas, el tempo, y en qué momento el piano es solo, incluir las baterías no suena mal, de todas formas, ellos son músicos y han estudiado esto, yo no, así que intento de explicarme lo más claro posible.

Me coloco delante del micrófono, y respiro profundo y hago mi introducción, este es el momento de ponerme cursi y en plan romántico.

—Hola... mmm, yo no soy muy de hablar en público, pero me obligaron a pararme aquí, preferí hacerlo a tener que irme sin pastel, ya saben —empiezo diciendo para mantener un ambiente relajado y menos silencioso. Logro hacer que le gente se ría por una milésima de segundos.

—Thomas y yo somos como hermanos, y estoy feliz de pasar por este momento a su lado, Jenna y yo hemos tenido nuestros altos y bajos, pero yo sé que soy el mejor cuñado que ella ha tenido en toda su vida, y estoy feliz por ustedes, los amo —Esto ya se puso sentimental, lo sé porque la madre de Thomas ya está limpiándose las lágrimas, Jenna sonríe y Thomas por igual. No podía hacer de este momento solo mío cuando los anfitriones son ellos, esta es su boda.

—Bien, esta mujer con la pancita de bebé a bordo, que está parada frente a mí, tiene un anillo, nos acabamos de comprometer y me siento como el hombre más afortunado de tenerla —digo señalando a Brenna, ella se encoge de hombros y orgullosa muestra su anillo y recibimos aplausos que agradezco en voz alta.

—Como algunos sabrán, yo... mmm..., estuve en la cárcel por un tiempo y cuando estuve allí escribí una canción para ella. Es la primera vez que canto en público, así que no me hago responsable de daños auditivos, quiero mi pastel —le hago señas a la banda para que inicie la música.

Vuelvo a tomar una bocanada de aire y me preparo para cantar, estoy nervioso ahora.

—Estas atrapada entre un sueño y una escena de película, de una forma sabes de que hablo —Canto sin mirar al público, le hago señas al de la batería para que sepa que ya se acerca su momento, llegó a las notas altas y en ese momento miro a Brenna a los ojos, ella debe saber cómo me sentía cuando la perdí, a mi madre, lo solo que me sentía, y como de alguna forma el amor que sentía por ella me mantuvo vivo.

—Cuando luces así, simplemente no puedo resistir —Para ser algo improvisado suena bastante bien, en cada palabra que digo no dejo de mirarla a los ojos, está notablemente sorprendida y no deja de sonreír.

—Lo sé, dame la oportunidad, lo haré de nuevo, porque no puedo evitarlo, porque no puedo detenerme, me encanta ser un tonto por ti —cierro los ojos por un instante y vuelvo abrirlos para ver su expresión, juego con la altos y bajos, incluso el falsete es como lo esperaba.

—Este amor está corrompido —canto en un tono más bajo sin dejar de mirar a Brenna, noto las lágrimas en sus mejillas, y le sonrío. De alguna forma le estoy diciendo cosas que nunca le dije, cosas que sentía mientras estuve encerrado, nuestro amor de alguna manera está corrompido por todas las cosas malas que yo hice, contaminado por toda la mierda que nos rodea, pero es amor.

La banda hace lo suyo con el piano y la batería, dándole un toque épico al final de la canción. Recibo aplausos que no esperaba, ahí es cuando me doy cuenta de que algunos me miran con una sonrisa en el rostro, otros casi con la boca abierta de lo sorprendido que están, una de esas personas es Bonie junto a Brenna. Thomas corre hacía mí y parece un niño saltando de emoción.

—Ese fue Zack, voy presumir que todo este tiempo supe que canta así de bien. Ahora Jenna y yo cantaremos una canción, lamento decirle que no será tan bien cantada —dice Thomas en el micrófono sin dejarme ir, sosteniéndome por los hombros—. Pero es nuestra vida y más le vale que aplaudan, o nadie tendrá pastel. Thomas me mira y yo sonrío, cuando por fin me suelta, casi corro hasta donde Brenna, ella me abraza tan fuerte como puede y yo le doy un beso rápido en los labios.

—¿Por qué tardaste tanto para mostrármela? —pregunta sonriente.

—Porque no estaba lista y luego no encontraba el momento —respondo encogiéndome de hombros. Bonie se fue a su mesa con los padres de Brenna, mientras que nosotros volvimos a la nuestra.

—Vaya Zack, ¿qué otras cosas sabes hacer? —comenta Nigel.

—Pregúntale a Brenna —respondo con picardía y el grupo se echa a reír—. Se hacer muchos bebés.

El resto de la noche fue tan divertida como lo imaginé, un montón de fotos por aquí y por allá, la gente cantando, bailando, y bebiendo. Me olvidé de que Beatriz y Jonathan estaban aquí y celebré junto a las personas que quiero la unión de Jenna y Thomas.

La fiesta no había terminado, pero Brenna y yo debíamos irnos a casa, mi prometida tiene que descansar, está embarazada y dentro de ocho meses ninguno de los podrá dormir como podemos ahora, así que hay que aprovechar estos meses de sueño.

Durante nuestro camino a casa todo está tranquilo, hasta que siento un impacto en el coche.

—¡¿Qué demonios?! —grito. Miro por los espejos, pero este se rompe por el impacto de una bala. Miro por el espejo retrovisor y me doy cuenta de que nuestros escoltas no son quienes vienen detrás de nosotros, así que le hablo a Daniel para que me diga qué demonios está sucediendo y quienes son los hijos de perra que nos están disparando.

—Estamos detrás de ellos señor, piérdalos de vista, nosotros nos ocupamos —responde al descolgar la llamada. Le pido a Brenna que se mantenga debajo, no quiero que salga herida.

Para poder perderlo tengo que meterme en una calle sin salida, donde ni siquiera hay casas o cámaras de seguridad, lo último que necesito es que me metan preso por vandalismo o asesinato, porque sí que mataré a uno si pretenden hacerle daño a mi chica.

—Tu navaja en manos Bren, Daniel está detrás, así que tengo que salir a ver quiénes son —solo obtengo un asentimiento de cabeza como repuesta. Por el espejo veo algunos cuerpos caer al piso, no escucho los disparos lo que quiere decir que está usando silenciadores. Cuando salgo con mi pistola en manos, veo a Daniel arrastrar a un hombre hacia mí, guardo la pistola y le pregunto:

—¿Quién te envío? —cuestiono. Pudo haber sido Fernández o los padres de Brenna se sintieron tan heridos por el hecho de que Brenna y yo nos vamos a casar y estamos esperando un bebé.

—Quien crees, ¿l'ombra te suena? —dice con una sonrisa malvada. Le doy un puñetazo en la cara, sacándole sangre de la nariz.

—Otro más que le besa el culo a Fernández —Chasqueo la lengua y le doy una mirada rápida a Daniel, quien como escolta de Brenna la vigila mientras yo hago lo mío.

—Ten cuidado, no me conoces —pronuncia con veneno el hombre frente a mí con sangre en la cara. Me acuclillo frente a él sin dejar de mirarlo a la cara.

—¿Acaso no sabes quién soy?, una mejor pregunta, ¿has escuchando de Sean Maddox y el soldado que tenía infiltrado en el territorio de Fernández? —pregunto con las cejas elevadas en espera de su respuesta.

—Sí, Fernández los hizo pagar, esa organización desapareció no quedó uno solo vivo, Fernández torturó al soldado y lo mismo hará contigo —dice con una sonrisa maquiavélica, el está seguro de lo que dice.

—¡Mierda! Me robaron el crédito —digo ladeando la cabeza para luego volver a verlo a la cara—. Zack Majid es el personaje detrás de la historia del hombre que le sacó información a ese soldado, lo mismo haré ¡yo! Con el hijo de perra de Fernández, lástima que no podrás darle el mensaje.

Antes de que el tipo pueda decir algo, escucho un chillido de Brenna, rápidamente me levanto y miro que sucede, un hombre está intentando sacarla del auto, pero parece que ella lo ha herido, lo siguiente que escucho es un disparo y el chico cae muerto en la calle.

—¡Mierda! —grita uno de los escoltas que sostenía al hombre detrás de mí. Veo cómo le sangra el brazo y Daniel se encarga de detener la hemorragia.

—Maldición, tendré que hacer esto frente Brenna, otra vez —Antes de que el tipo pueda escaparse le doy un tiro en la pierna y corro camino a él mientras se arrastra por la calle.

—Se supone que estoy retirado, pero bueno, parece que no sabes que yo era el mejor en mi trabajo —digo cuando llego junto al hombre, me inclino y lo tomo por la camisa.

—Que conste, estoy retirado —digo antes de tirar del gatillo y terminar con esto de una vez por todas. Guardo mi pistola y corro hasta el coche, donde sigue Brenna, me aseguro de que no tiene heridas, y poco a poco logro que ella vuelva en sí y se siente en el asiento. Odio con todas mis fuerzas que ella vea la clase de persona que soy cuando se trata de esto, pero no tuve opción, era la vida de ellos o la de nosotros, así que se lo dejé bastante claro.

No quiero que ella me vea como un monstruo, aunque en parte lo sea.

Dejo a algunos de los escoltas en la escena, que se deshagan de esos hombres, ellos están entrenados para eso y más, así que confío en que no llegará la policía a la puerta de mi casa hoy.

—Estarán a salvo conmigo Bren, te lo prometo —susurro antes de que lleguemos a casa.

—¿Cómo puedes hacer esto como si no fuera nada? —pregunta con la voz temblorosa.

—No es fácil Brenna, pero tengo que hacerlo si nos quieren matar —le respondo mientras estaciono el auto.

—Solo quiero darme una ducha y dormir, estoy muy cansada —susurra al momento que se baja del coche. La sigo hasta la habitación y ni siquiera me quito la ropa, le hago saber a Bonie lo que acaba de suceder, me están haciendo enojar y no pienso quedarme de brazos cruzados mientras Fernández, los padres de Brenna o quién sea, estén conspirando contra mí y haciendo con nuestra vida lo a que ellos les da la gana.

—¿No piensas dormir? —pregunta Brenna desde la cama, ella ya está lista para descansar y yo sigo esperando respuesta de su abuela.

—Tengo que hacer algo primero, estaré abajo, Daniel está en la puerta, ¿sí? —Ella solo asiente y se acurruca en la cama.

—Te amo —susurro antes de dejar un beso en su frente. En cuanto salgo de la habitación recibo un mensaje de Bonie diciendo que viene para mi casa. Solo fue cuestión de minutos para que ella estuviera aquí.

—Primero que nada, tienes que relajarte Zack —Es lo primero que dice cuando me ve. Sabe que estoy alterado y enojado, es lo que reflejo en mis mensajes desesperados.

—Ya se lo qué pasó, ahora tranquilízate, no quiero que vayas arruinar mis planes con tus temperamentos —demanda Bonie con total seriedad.

—Quiero ser parte de ese plan, quiero destruir a ese hijo de perra de una vez por todas, me está haciendo la vida imposible, y sé que alguien saldrá herido si no lo detenemos ya —Empiezo a subir la voz, pero recuerdo que Brenna está arriba durmiendo y vuelvo a mi tono normal de enojado.

—Primero que nada, tú no me dices que hacer, no te atrevas a decirme que lo que yo estoy haciendo es inútil —señala con el dedo índice.

—Tu solo has visto una parte de cómo funciona esto, ni tu padre sabe todo lo que yo sé, así que tranquilízate porque si alguien sabe lo que está haciendo soy yo —Esta mujer es todo un misterio, ella asegura saber cosas que nadie más que la gente con la que trabaja sabe, es frustrante, porque por lo general el misterioso soy yo. Esta mujer llega de la nada, intimidando a quien sea con su presencia y diciendo cosas que te dejan atónitos y con muchas preguntas que no responderás.

—Imagina que es un juego de ajedrez, antes de hacer cualquier movimiento lo piensas muy bien, al momento de yo mover un peón ya sé que pieza moverá mi oponente, porque conozco el juego y nadie lo juega mejor que yo —dice con una sonrisa de lado. Se perfectamente que significa eso, así que opto por quedarme callado.

—Así que mantente tranquilo, que cuando te toque mover tus piezas cantarás jaque mate —Asiento con la cabeza y ella no dice más nada. La acompaño hasta la puerta y antes de subirse en el coche se da la vuelta.

—Recuerda, la tortuga no le ganó a la liebre por rapidez, sino por persistencia, nosotros somos la tortuga, no lo olvides.

—Vamos Dylan —le dice al chico que esperaba por ella fuera de la casa, hay un hombre detrás del volante y luego está este chico, se ve muy joven para ser escolta de Bonie, aunque tiene esa mirada, la misma que tenía yo, está herido y quiere venganza.

Continue Reading

You'll Also Like

22.4K 1.5K 33
Dios te crea para ser la primera mujer arcángel, un siglo después tu y Samael están enamorados pero no sé atreven a confesar sus sentimientos hacia e...
17.4K 831 12
bueno otra historia de reacción pero será de dB multiverso viendo a dbs, esta historia siempre me hizo interesante pero casi nadie que e visto lo com...
225K 12.2K 126
que haces un día conoces a uno de tus artistas favoritos, luego comienzan a hablar te invita a uno de sus show que pasará más adelante? lee y descrub...