Escape: Zack ©

By MariaLuna16

36.4K 2.1K 257

Una novela sobre un amor rodeado de peligro, adicciones y persecución mafiosa. Zack es un chico que vive una... More

ADVERTENCIA
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70- Final.
Epílogo
Especial Extra
Agradecimientos
Secuela- Escape: Brooke.

Capítulo 52

317 23 4
By MariaLuna16

Zack

Desperté, una vez más fui salvado por Thomas, creo que ya se ha convertido en mi ángel guardián. Me encontraba recostado en una camilla, con Thomas dormido, casi desnucándose en el sillón a pocos pasos de donde yo estaba.

—Deberías dejarme morir y quitarte este peso de encima —susurro mientras me acomodo en la camilla y me quejo al momento de hacerlo, me duele el cuerpo. Miro detrás de la bata que llevo puesta, y evidentemente me han sacado la bala.

—Por más que lo creas así, tú no mereces morir, idiota —dice con voz somnolienta.

—Ya no encuentro otra forma de escapar de esta pesadilla..., ni todo el alcohol o las drogas del mundo me ayudan a escapar, mis demonios están ahí todo el tiempo, si tú supieras por la clase de mierda que estoy pasando me dejarás morir —le hago saber en un susurro, totalmente entristecido.

—Sí que lo sé, y es por eso que no dejaré que te arruines de esta manera —expresa mientras deja su móvil sobre la cama, y medio me sonríe, casi con complicidad y no sé a qué se debe esa sonrisa, hasta que el sonido de su móvil alerta que tiene un mensaje nuevo. En la pantalla veo su nombre, es Brenna. Así que por eso la sonrisa. Lo observa con los ojos entrecerrados y niego con la cabeza, él toma el móvil casi con desesperación y responde el mensaje de Brenna.

—Tienes algo que decir sobre..., ya sabes —Ni siquiera quiere mencionar su nombre, como si fuera algo malo. Si tan solo supiera que muchas veces he querido escribirle, pero no lo hago porque quizás ella esté haciendo su vida sin mí y por mucho que no me guste, eso es bueno.

—Brenna, me conformaría con que me dijeras cómo está —murmuro.

—Ella está, diferente —Es la primera vez desde que Brenna y yo terminamos que hablo de ello con Thomas.

—¿Diferente en qué sentido? —cuestiono con preocupación y ganas de saber más sobre ella.

—Se ve más como..., la verdad no sé cómo describirlo, te muestro una foto si quieres —dice sonriente. Y yo niego con la cabeza con media sonrisa, está intentando hacerme olvidar lo mierda que es mi vida hablándome de Brenna.

—No puede ser, ¿qué estas tramando? —pregunto cuando noto que él no deja de sonreír. Luego su expresión se torna más seria y me dice:

—Nunca hablamos de cómo te sientes al respecto, sé que quizás hablabas de estas cosas con tu madre, y por eso estas así de deprimido, te estas guardando todo, tienes que decirle a alguien como te sientes, te aseguro que se sentirá liberador —No puedo de verlo a la cara, porque tiene razón en todo. ¿Será que tendré que abrirme con Thomas para poder sentirme mejor?

—Pues, la amo, que te puedo decir, y no me arrepiento de haberla alejado de mí, Dios sabe que fue lo mejor que hice, o también estaría muerta por mi culpa —susurro y obtengo una mirada de desaprobación por parte de mi amigo.

—No, tú estabas para protegerla, lo único que ustedes necesitaban era un poco de espacio para pensar las cosas —dice Thomas y solo asiento con la cabeza. Brenna estaba perdiendo el sentido de la moral por estar a mi lado y tener que ver todas esas cosas horrendas.

—En este momento, tu no la amas Zack —Su comentario me confunde totalmente—. No puedes darle a alguien algo que no tienes, y si tú no te amas a ti mismo, ¿cómo puedes amarla? Joder te odias tanto que intentaste matarte.

Abro la boca para decir algo, pero él me interrumpe:

—No pensaste en tus hermanas, tú padre, mi madre no deja de preguntar por ti, Harry de vez en cuando te ha invitado a casa y prefieres sumergirte en alcohol y drogas, y aunque Brenna no me lo diga, sé que se preocupa por ti, y yo no sería capaz de darle la noticia de que has muerto —Me está regañando y lo acepto.

—Mucha gente se preocupa por ti, y tú te haces el ciego, no estás tan solo como crees —señala y yo solo asiento con la cabeza.

—¿Brenna está feliz? No me importa si está con alguien más, solo quiero saber que ella está bien —le hago saber y el vuelve a sonreír.

—Está feliz, aunque no tan energética como solía ser, pero está muy bien, se ve sana, esa es la palabra que buscaba —comenta y yo sonrío por acto reflejo. La imagino riendo y siendo ella misma, no la persona en la que se convirtió cuando estuvo a mi lado esos últimos días, tan permisiva y dependiente. Yo sé que ella no es así, no cuando la conocí.

Thomas y yo no volvimos a tocar el tema de Brenna, el me llevó a casa y sorprendí al ver a los chicos allí, incluso Bryan estaba esperando mi llegada. Por primera vez en estos dos años, no intenté alejar a las personas de mi lado, escuché lo que me dijo Thomas y le hice caso.

Danielle y Harry prepararon un montón de comida, y mi apetito volvió, de igual forma Thomas no dejaba de decir que tenía que comer todo lo que el doctor dijo que comiera, muchas proteínas y todo ese tipo de cosas que se supone me harán subir de peso. Bryan me dio una pequeña asesoría de cómo debería cambiar mi vendaje, cada que tiempo debería tomar las pastillas y hasta cómo convendría dormir, todo para que cicatrizara mucho más rápido la herida.

Thomas se fuese a casa y me dejó a cargo de Bryan, quien se quedó conmigo toda la noche, dejé que me hablara de Kathia, quien según Bryan estaba muy dispuesta y entusiasmada en las cosas que hacía para su futuro, menciono varias veces que, si la viera ahora, no la reconocería de lo tanto que ha cambiado. Hace mucho que no escuchaba de ella, y descubrí que ya no siento lo mismo al escuchar su nombre, ya lo superé.

Al Bryan quedarse conmigo toda la noche, fue como caí en la cuenta de que estaba solo porque quería, porque mis amigos siempre estuvieron allí, y están ahora, cuando estuve a punto de morir, así es como te das cuenta que son tus amigos, cuando están contigo en las malas, y yo estoy en mucho más que las malas, en la miseria.

Aun así, si se sintió liberador hablar sobre Brenna, e intenté describir que es lo que sentía hacia esa chica si no era amor, ¿realmente me odio tanto? Decidí trabajar en mi autoestima y darle una patada en el culo a la depresión que me estaba consumiendo.

***

A solo un mes de haber estado al borde de la muerte. La mayor parte de mi tiempo estuve rodeado de mis amigos, estaban preocupados de que yo hiciera algo estúpido otra vez, así que se alternaban para estar conmigo durante el día y la noche. Esto me recuerda cuando pasó lo de Kathia, no es la primera vez que entro en un estado de depresión, pero aquella vez tenía a mi madre conmigo y que ella no estuviera a mi lado esta vez, es lo que empeoró todo. Por suerte tenía a mis amigos, y agradezco demasiado lo que están haciendo por mí, porque sé que no es fácil lidiar conmigo cuando estoy en este estado.

Un día estoy muy entusiasmado y al día siguiente odio tenerlos vigilándome todo el tiempo. Cuando le herida cicatrizó, me sentía más productivo, pude volver a hacer ejercicio, iba al gym de boxeo con regularidad, seguía enojado conmigo mismo y quería dejar salir todos esos sentimientos negativos que tenía acumulados, no me hacen bien y yo quiero estar bien. Hasta sueno como Danielle, ella se ha encargado de darme terapias emocionales, consejos que por alguna razón estoy siguiendo, quizás porque si me funcionan.

Seguía una dieta estricta para volver a estar en forma, ejercitaba mucho y me preocupaba por mi salud, es un gran avance. Poco a poco dejé de ser tan negativo con las cosas, estaba empezando a dejar de culparme por todo, y ya me gustaba verme en el espejo, no tenía una imagen tan demacrada, no estaba pálido.

Me concentré en mi estado sentimental y en mi salud, pero soy un adicto que no ha fumado o bebido en todo un mes, así que me las ingenié para estar solo por un momento. Thomas se encontraba conmigo esta tarde, acabábamos de tener un día sábado muy productivo, salimos a correr en la mañana, jugamos a los videojuegos en casa se Harry y justo ahora estamos en mi casa.

—Entonces, ¿Pizza o hamburguesa?, mereces romper la dieta un día, estoy harto de verte comer tan saludable —dice cuando bajo de mi habitación.

—Yo quiero Chicken Tikka Jalfrezi con arroz pilaf y raita de pepino—le respondo rápidamente. Su cara lo dice todo, frunce el ceño y me mira como si yo estuviera algo loco.

—Cosas de pakistaníes, podrías decirlo en mi idioma, yo no sé urdu amigo mío, además, ¿dónde se supone que consiga ese Tikka no sé qué? —pregunta totalmente confundido.

—En Lahore Kebeb House, ellos tienen el mejor pollo al curry —digo mientras busco las llaves de mi auto. Noto que Thomas se queda parado en medio de la sala.

—Clarooo, yo prefiero pizza —dice con las cejas levantadas. A él nunca le gustó la comida pakistaní, mientras que a mí me encanta, es decir, mi madre me alimentaba con una combinación de comida inglesa y pakistaní.

—¿A dónde vas? —pregunta cuándo abro la puerta de entrada.

—Por ahí.

—Por ahí no es un lugar —responde alarmante.

—Mierda, estoy bien, no voy a suicidarme o algo, volveré pronto, estaré en el centro, si no vuelvo en 30 minutos llámame —le hago saber antes de dejarlo con la palabra en la boca e irme de allí. Enciendo mi coche y conduzco por las calles de Londres, me detengo a comprar cigarrillos y una botella de Whisky. Llego a mi ático en el centro de Londres, dejo las llaves en la encimera y subo al segundo y último piso.

Dejo las cajas de cigarrillos para después, y decido tomar solo un poco de whisky para no sentirme mal por recaer, por enésima vez, abro las cortinas rojas del recibidor y salgo al balcón que rodea todo el ático, me apoyo de las barandillas azules y veo la ciudad desde mi lugar con un vaso de whisky en mis manos.

La imagen de Brenna riendo y comiendo su postre favorito llegan a mi mente, y esta vez no me pongo triste porque no está a mi lado ahora, en cambio sonrío porque no todo fue malo, sonrío al saber que en algún momento de nuestra relación ella era feliz, y a mí siempre me importó que lo fuera, nunca quise hacerle daño, aunque sabía que lo haría, tarde o temprano.

Vuelvo al interior y antes de seguir mi camino tomo un cigarrillo de la mesita de muebles y lo coloco detrás de mi oreja para después, subo las escaleras de mano y busco uno de los tantos cuadernos que tengo para dibujar, ahora me siento muy creativo; me concentro en buscar el ultimo cuaderno que use, tengo demasiadas cosas aquí, pintura en aerosol, marcos, pinceles, de toda clase de cosas para hacer arte. Cuando finalmente encuentro el dichoso cuaderno en medio de una pila de botellas de agua sucias de pintura y un montón de papeles.

Vuelvo al balcón, doy el último trago de whisky y sujeto el cuaderno de la barandilla, dibujaré el puente, empiezo trancado algunas líneas al azar y escucho un ruido que parece venir del interior del ático, espero escuchar algo más pero no hay nada, así que sigo en lo mío.

Levanto la mirada del cuaderno y ladeo la cabeza al sentir la presencia de alguien más del otro del balcón, dónde está la sala de cristal, como yo le llamo. Vuelvo mi mirada al puente sin poder creer lo que mis ojos están mirando, giro la cabeza una vez más, parpadeo varias veces, y me golpeo la cara para asegurarme de que no estoy borracho o alucinando, pero sigue ahí.

El brillo de la ciudad le da una vista espectacular, su cabello cae sobre sus hombros con hondas, se ve mucho más rubio, veo sus labios entre abiertos y la mirada perdida en el horizonte, con la barbilla apoyada en sus manos sobre la barandilla.

—Brenna —susurro para mí mismo cuando me doy cuenta de que es real. Dejo caer el cuaderno y por suerte cae al piso del balcón, causando un ruido que la hizo mirar hacia mí. Su mirada, joder, luce como una diosa, como un ángel, luce como el amor de mi vida.

Tres minutos pasan, mirándonos, ninguno de los dos cree que lo que está sucediendo, es decir, en mi mente ella estaba a seis horas de Londres. Casi corro al interior del ático para llegar hasta donde ella está, porque hay una columna que divide el balcón, detengo mis pasos al estar frente a ella. Todos los recuerdas llegan a mi mente y solo quisiera besarla y abrazarla y nunca dejarla ir. Nunca.

Ninguno de los dos ha dicho nada y al parecer ambos estamos pensando lo mismo, aquí fue donde formalizamos nuestra relación, aquí fue donde discutimos, aquí fue donde nos dijimos cosas hermosas. Veo lagrimas deslizarse por sus mejillas y tiene las manos enroscadas en las barandillas como si fuera a caerse. Doy un paso para acercarme aún más a ella y ella me sorprende al hacer lo mismo, la atrapo en mis brazos y dejo salir un largo suspiro, la aprieto contra mi pecho y siento su aroma, ese que me hace sentir como en casa, coco y vainilla, así huele ella.

La tomo por los hombros para apartarla de mí y no espero un segundo más para besarla, no me importa si tiene a otro chico ahora, no me importa nada más que ella y yo, ahora. Cierro los ojos con fuerza al sentir sus caricias en mi cabello, es lo que siempre hace y no recordaba lo bien que se siente hasta ahora.

Sintiendo el calor de su cuerpo, sus caricias en mi cabello, y sus labios sobre los míos, aquí es cuando siento paz una vez más, siento que vuelvo a la vida, tengo un millar de sentimientos encontrados. Después de años sin saber nada de ella, de sentirme tan solo y triste, llega sin avisar y me hace sentir vivo tan solo con un beso. Cuando nos apartamos miro sus ojos azules más de cerca y es como oxígeno para mis pulmones.

Ninguno de los dos dice nada, yo sostengo su rostro con mis manos y acaricio sus mejillas, pego mi frente a la de ella y sin poder creerlo, rozo sus labios con los míos sin llegar a besarnos, acaricio su nariz con la mía, y permanezco así por varios segundos, aún con los ojos cerrados, no quiero despertar de este sueño. Por favor que Thomas no me despierte.

—¿De verdad eres tú? —susurro.

—Sí, soy yo —murmura. Su voz, su voz es música para mis oídos, escuchar su voz otra vez, es vida. Ella se aparta de mí y se aleja más de lo que quisiera, aquí viene la parte difícil.

—Se supone que yo no te vería durante mi viaje a Londres, esto es lo que yo no quería, mierda —señala sin dejar de mirarme. Sus palabras me duelen.

—¿Eso qué quiere decir? Vienes a Londres y pretendes no verme y aun así vienes a este lugar, tu buscabas verme y sabes que íbamos a vernos en cualquier momento Bren —le respondo casi de inmediato.

—Zack, han pasado dos años, y nosotros no terminamos siendo los mejores amigos, yo te dije muchas cosas horribles, nos herimos uno al otro, tú me hiciste daño, recuerdo perfectamente cuál fue el detonante de la bomba de tiempo que era nuestra relación —dice, y casi se queda sin respiración, está muy agitada. Sé que habla de Helen, y no, ella no sabe lo arrepentido que estoy por tratarla como lo hice esa noche.

—Y lo siento, yo nunca quería hacerte daño, estaba muy asustado y no sabía qué hacer para protegerte de mis demonios, de mí mismo, pero ya no soy esa persona Bren —Doy un paso hacia ella, para tenerla más cerca de mí y espero una respuesta de su parte.

—De todos modos, ya pasó, ambos tomamos rumbos diferentes, ya está —susurra. La observo por un lago rato y tiene es mirada triste que tenía cuando se fue, no quiero verla así, ella juega con sus uñas y sé que no sabe que más decir, pero también sé que no quiere irse.

—Te amo —mascullo entre dientes.

—¿Qué? —lo he dicho para mí y ella no ha escuchado.

—Te amo —digo más alto—. Y lo siento si no te amé tanto como tú a mí, si di muy poco en nuestra relación, no he dejado de amarte, mi amor por ti es sobrehumano. Tomo su mano y la llevo a mi pecho antes de decir:

—Si te amara más de lo que te amo ahora, me explotaría el pecho —susurro. Brenna me mira a los ojos y sé que está sorprendida de mis palabras. Estoy siendo muy sincero con ella.

—¿Tú me amas? —pregunto casi haciendo pucheros, esperando una respuesta de su parte.

—Zack, duele amarte, duele amar a alguien no es bueno para ti, pero lo hago, lo nuestro no fue un amor pasajero que se olvida en pocos años —Su respuesta me confunde un poco, pero me siento conforme sabiendo que ella sigue sintiendo lo mismo por mí.

—Pero eso no quiere decir que vayamos a estar juntos, como te dije, ambos tomamos rumbos... —La interrumpo. Sé que significa eso, hay alguien más.

—No digas nada, solo déjame llevarte a casa —le pido. Ella me ha dado demasiado tan solo con mirarme y besarme. Beso su frente y ambos caminamos hasta el auto que dejé dos calles más adelante porque había mucho tránsito.

El trayecto en coche es silencioso, pero no incomodo, el solo hecho de tenerla a mi lado me hace sentir como el hombre más afortunado del mundo. Por primera vez en dos años, me siento vivo, ya no se siente el vacío o la soledad, estar a su lado me da la paz que tanto necesitaba y eso es algo que debo agradecerle.

Continue Reading

You'll Also Like

17.3K 812 12
bueno otra historia de reacción pero será de dB multiverso viendo a dbs, esta historia siempre me hizo interesante pero casi nadie que e visto lo com...
352K 21.3K 80
Esto es absurdo, no me puede estar pasando esto a mí (otra vez), no me puedo estar enamorada de "ella" Ella Es un ella, no un El, no un guapo y atlét...
13K 975 40
Visitar un bar y tomar una copa de vino la ayudaría a quitar los problema de su cabeza un día antes de su boda. ¿Por qué el casarse resulta un proble...
19.9K 2.4K 43
Vuelven mas fuertes, mas transgresores de todo límite que se le presenten .. vuelven ellos en su estado mas puro. "¡¡No soy una mujer de tener límit...