Escape: Zack ©

By MariaLuna16

36.3K 2.1K 257

Una novela sobre un amor rodeado de peligro, adicciones y persecución mafiosa. Zack es un chico que vive una... More

ADVERTENCIA
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70- Final.
Epílogo
Especial Extra
Agradecimientos
Secuela- Escape: Brooke.

Capítulo 23

526 35 3
By MariaLuna16

Intenté pensar de qué forma podría Brenna ser parte del desastre de Thomas, y no encontré ninguna, solo estaba ansioso por saber que había pasado, si recientemente acabo de dejar a Brenna en casa, no hay manera de que ella haya visto a Thomas; intento no pensar que Jack haya abierto la boca y Fernández haya encontrado a Brenna.

—Habla de una buena vez —le pido con desesperación, Thomas se mantiene frente a mí, detrás del mostrador de la cocina, con una bolsa de verduras frías en la nariz. Él me cuenta que se encontró a Brenna corriendo esta mañana, espero que sea cierto, porque estoy listo para partirle el otro lado de la nariz si se pasó de listo con ella.

Me explica que tuvieron un roce con un tipo al que ella parecía temerle, mis sentidos están en alerta en cada palabra que dice el chico ensangrentado frente a mí, según Thomas, el chico estaba muy insistente, mientras que Brenna salió prácticamente corriendo de su lado y así fue como ella terminó en la puerta de mi casa, lo que me hace pensar que sabe disimular bastante bien. Estoy así seguro que estaba al borde de un ataque de pánico, me he dado cuenta que cuando está muy nerviosa, eso sucede y su último episodio la llevó al hospital.

—El chico me siguió, me acorraló contra un callejón y me amenazó —escucho atentamente a lo siguiente que pasó, le pregunto a qué se debió ese comportamiento.

—Pensó que era su novio —me levanto del taburete y me coloco a su lado, estoy muy dispuesto a golpearlo.

—¿Y cómo por qué el tipo especuló eso? —el ruedo los ojos y me pide que me tranquilice.

—Mierda, porque la defendí idiota —le hago señas con las manos para que siga hablando, llegaré a ese idiota que intimidó a mi chica y le daré una paliza para que se mantenga alejado.

—Es un ex psicópata, sus palabras fueron "aléjate de ella, es mía y de nadie más", mierda Zack, casi lo mato en ese callejón, pero me evité el problema — termina de explicar Thomas. Con que es un ex, quiere decir que ha venido de Canadá a fastidiar a Brenna, ella y yo aún no estamos en el punto que hablamos de nuestros ex, quizás por eso no me comentó nada del asunto, o porque sabe que yo pensaría mal de ella y Thomas, solos y juntos.

—Tendré que ocuparme de ello —murmuro.

—Dime que tienes un poco de cannabis aquí —le pido a Thomas y el solo asiente, entra a su habitación, y vuelve con lo necesario para un buen viaje, salimos al patio y continuamos con nuestra conversación.

—Ni se te ocurra hablarle sobre esto a ella, no quiero parecer un metiche, claramente ella no te contó —dice Thomas mientras prepara los porros. De igual modo no pensaba decirle algo a Brenna, ella me contará cuando lo vea necesario y yo no la presionaré a que lo haga.

—Es el karma, yo no le cuento mis cosas, y ella tampoco habla de las suyas —Enciendo el cigarro que ha preparado Thomas y le doy una calada, mi amigo no dice nada más, ambos esperamos los efectos de la marihuana. Estamos rodeados de humo, mi cabeza da vueltas, me olvido del enojo que tengo con mi padre, conmigo mismo, y un poco con Thomas por estar acercándose más de lo que me gustaría a Brenna.

Emprendo un viaje en el que estoy rodeado de estrellas, en medio de la puta galaxia, mi amigo y yo nos reímos de nada, estoy muy relajado ahora mismo, ya olvidé lo que estaba hablando con Thomas, dejo caer mi cuerpo hacia atrás en el sillón del patio y miro como Thomas da vueltas a mi lado. No sé cuánto tiempo permanecemos así, no llevo el tiempo en mente, solo sé que estoy mucho más relajado ahora.

Cuando dejo de estar mareado, viendo estrellas y otras cosas, me siento derecho en el sofá y veo como Thomas imita mi acción, se nos ha pasado el efecto del porro que acabos de fumar, estoy dispuesto a ir por el siguiente, pero Thomas me detiene.

—Zack, estábamos hablando algo importante —Es tan agua fiesta que le importa más lo que hablábamos que la buena fumada que acabamos de tener hace a apenas unos segundos.

—Brenna, de eso hablábamos —le digo estirando mis pies hacia adelante. Vuelve a tener la noción de lo que pasa a mi alrededor y recuerdo lo que hablamos cuando llegué a su casa. El silencio nos arropa, al parecer ambos nos estamos recuperando del viaje que hemos tenido, todavía hay un olor a Marihuana en el lugar.

—No quiero hacerle daño —Se me hace más fácil hablar con Thomas de estas cosas, es como si fuera mi consejero, al que nunca le hago caso, pero tomo en cuenta las cosas que me sugiere.

—Deberías decirle, así ella te contará sus cosas Zack —De esto hablo, él siempre me sugiere que tome el camino correcto, pero no, yo hago todo lo contrario.

—No puedo decirle, estaría dándole luz verde para alejarse de mí, y la quiero en mi vida —Él no sabe lo mucho que la necesito en la vida de mierda que llevo, puede que sea malo para ella, pero es bueno para mí, estoy siendo muy egoísta, y eso es lo que está matando mi conciencia.

—¿Cómo sabes eso si no lo intentas? —dice con las cejas levantadas, tiene toda la razón, pero no es tan fácil como se escucha, no he tenido las agallas de contarle a mi madre, la mujer a la que más confianza le tengo y la que más me importa, que Brenna se agregue a esa lista no es fácil de sobrellevar.

—¿Que debería decirle en realidad?, oye pertenezco a una mafia, hago el trabajo sucio y de vez en cuando me drogo, y si mi jefe se entera que estamos juntos seriamente, es muy probable que nos mate a los dos —digo casi gritando, él no tiene claro que tan complicada es la situación, él sabe que Fernández haría cualquier cosa.

—Si lo dices de esa manera, cualquiera saldría corriendo al instante —puntea alzando los brazos al aire. Estoy intentado decirle que no hay forma de decirle sin que ella se vaya, pero él insiste en que si hay una manera.

—No le voy a contar Thomas, ella es la pieza que hace falta en mi vida oscura —me levanto con la intención de ir por un vaso de agua, Thomas camina detrás de mí, pretende seguir reprochándome.

—Si ella se entera por su cuenta será peor, sentirá que no confías en ella lo suficiente como para contarle, así que busca la manera de decirle —Tiene toda la razón, si Brenna se entera por su cuenta será un desastre. Asiento mientras tomo agua, y no digo nada por un minuto.

—Es como vivir dos vidas completamente diferentes una de la otra, voy y vengo, no quiero tenerla en ese torbellino, quiero que se quede de un solo lado, de esa manera está más segura, cuando yo crea que justo que ella sepa, le contaré, pero te aseguro que cuando eso suceda se alejará de mi —dejo esta conversación hasta aquí, no quiero seguir con el tema, la decisión está tomada, no es momento de que Brenna sepa, seguramente Danielle le ha dado alguna indirecta, es su amiga y ella no dejaría que yo le arruine la vida.

Thomas no vuelve a tocar el tema de Brenna, nos quedamos en el patio de su casa, fumando dos porros más, hasta que llegaran sus padres, jugamos videojuegos, tomamos, comemos un montón de porquerías, por un momento el olvida que estoy con Brenna y me propuso ir al burdel.

—Pronto me mudaré, de nuevo —dice con la mirada en la televisión frente a nosotros. La última vez que se mudó de casa, vivía con su prometida, me sorprendió que él no haya vuelto a esa casa cuando llegó de Canadá, supongo que su padre quería asegurarse de que no iba a meterse en otro lio.

—No soporto no poder traer a la chica que quiera y cuando quiera a casa, tampoco puedo andar por aquí en ropa interior, es fastidioso —se queja, yo sé perfectamente cómo se siente eso, viviendo solo tengo más libertad.

Thomas es seis años mayor que yo, tiene 25, está en una edad en la que quiere conocer mujeres, llevarlas a cenar y luego llevarla a su casa a tener sexo, es ese tipo de chico, y estando en la casa de sus padres, no tiene esa libertada, por eso Harry se va y no vuelve hasta tarde, seguro está metido en las piernas de alguna chica.

Salgo de casa de Thomas y conduzco mi moto hasta la casa de Brenna, ya ha oscurecido, son las ocho de la noche, cuando estoy a dos esquinas de la casa de Brenna, me encuentro con una escena que me llenó de rabia y puso todos mis sentidos en alerta. Brenna siendo acorralada por un chico un poco alto, con una capucha, no podía ver su cara porque estaba de espaldas, detengo la moto y casi me arrojo a la orilla de la calle.

—¡Suéltame! —chilla ella con los ojos apretados, empujo al chico que la tiene acorralada y que la está manoseando, lo que me llena de furia, Brenna dice mi nombre con notable confusión, pero a la vez con alegría, he llegado en el momento conveniente.

—¿Acaso tu madre no te enseñó a respetar a las mujeres? —le pregunto al chico frente a mí, lo empujo una vez más y en esta ocasión más fuerte.

—Es mi novia hermano —dice con una sonrisa maliciosa, conozco muy bien esa mirada, está obsesionado con ella, está loco, yo me encargaré de alejarlo a mi manera si no se aleja a las buenas.

—Su novio soy yo, y estoy muy enojado ahora —Doy dos pasos hacia adelante y Brenna me llama, le hago señas con la mano para que espere justo donde está, primero me tengo en encargar del loco.

—¡Ja!, yo le di una paliza al otro novio —dice con seguridad, lo bueno es que Thomas me contó lo que pasó, o en este momento estaría muy confundido.

—Te lo voy a decir una vez, no te metas con ella amigo, te aseguro que no vas a querer tener problemas conmigo —El chico tiene el atrevimiento de dar un paso más y susurrar:

—¿O qué? —pregunta con mucha osadía, sonrío y le apunto con mi arma discretamente sin que Brenna se dé cuenta de ello, tomo al chico por el hombro y lo mantengo cerca del cañón de la pistola.

—Ya estas advertido, no te quiero ver cerca de ella, o sabrás que pasará —guardo mi pistola y lo empujo lejos de mí, escucho su risa y sin esperármelo me lanza un puñetazo en la cara, respondo a su golpe inmediatamente y me le abalanzo.

—¡Zack! —grita Brenna detrás de mí, tengo al chico debajo de mí, le pego una y otra vez, ignorando el hecho de que Brenna se escucha muy asustada, ella me pide que lo deje ir, luego escucho la voz de Jenna, dejo ir al tipo que estaba manoseando a mi chica, y me limpio la sangre del labio que me ha partido.

—¡Ella es mía! —grita el chico mientras intenta levantarse del piso, la gente está empezando a salir.

—Maldito hijo de perra —murmuro para luego darme la vuelta con la intención de dejarlo inconsciente a golpes, pero Brenna se interpone en mi camino, me mira a los ojos y me pide que lo deje.

—Zack, vamos, entra a la casa —me pide Jenna, tirando de mí brazo.

—No te quiero ver cerca de ella o te mato maldito —lo señalo con el dedo índice y camino junto a una Brenna preocupada y Jenna ni se diga. Puede que haya sido una amenaza del momento, pero es bastante literal; cuando llegamos a la casa, Jenna corre en busca de cosas para curar mi labio partido y mis nudillos ensangrentados.

—¿Estas bien Bren? —le pregunto con preocupación, me aseguro de que no tenga ningún golpe, de que todo está bien, limpio las lágrimas de sus ojos y sujeto sus manos temblorosas, ella me abraza y yo la aprieto contra mi pecho, peino su cabello con cuidado de no mancharla con sangre.

—Qué bueno que llegaste en ese momento —dice con la mirada llena de miedo, beso su frente y la abrazo por un rato más, Jenna llega a mi lado con alcohol y algodón para limpiar mis heridas.

—¿Qué hacías sola allá afuera Brenna? —le pregunto cuando su hermana prácticamente me obliga a que me siente en el sofá.

—Sacando la basura —responde. Escucho a Jenna maldecir una y otra vez, termina de limpiar mis heridas y aún sigue maldiciendo.

—Por eso tuviste el ataque de pánico, ¿Por qué no me dijiste que James estaba aquí? —le pregunta su hermana. Con que él fue la razón de su ataque episodio reciente, tanto miedo le tiene que hizo que se desmayara.

—Porque no quería preocuparte —se defiende Brenna, parece que Jenna entrará en una crisis y empezará a gritar en cualquier momento, así que hago algo para calmarla.

—Eso no importa ahora, lo importante es que Brenna esté bien, debes tener mucho cuidado en la calle nena —Me arrodillo frente a ella y tomo sus manos con las mías, Jenna se acerca a ella y besa su cabeza, Brenna solo asiente. Jenna sugiere que Brenna se vaya a duchar y descanse, con lo que estoy totalmente de acuerdo. Mientras ella se baña, hablo con su hermana del asunto, es posible que ella me diga quién es el tipo y que tan loco está. La verdad, Brenna debe tener más cuidado en la calle, ese tipo James, está obsesionado con ella y en parte fue una de las razones por las que vino a Inglaterra, es el tipo de chico que no acepta un no por respuesta y quiere que se haga las cosas a su manera o que no se hagan, esas son razones suficientes para que Brenna le tenga miedo.

—Ve a dormir, yo te veo mañana ¿sí? —le pido cuando ella baja las escaleras con su ropa para dormir puesta.

—¿Te puedes quedar? —pregunta casi en un murmuro.

—Si Jenna me lo permite —me volteo y miro a Jenna a la espera de una respuesta de su parte.

—Si eso te mantendrá tranquila —dice mientras sube las escaleras, ella me prepara el cuarto de huéspedes que esta junto a la habitación de Brenna, durante ese momento mi chica no dice nada.

—Solo no hagan travesuras, pórtense bien chicos —indica Jenna cuando me deja en la habitación, me ofrezco a ayudarle a cerrar las puertas, ventanas y a pagar las luces, ellas viven aquí sola, no imagino lo incomodo que debe ser vivir solas, sin la ayuda de una figura masculina, toda la responsabilidad recae en Jenna, quien hace la función de una madre para Brenna, imagino el miedo que tuvo después del último ataque de pánico de su hermana, yo no podría dormir con el miedo a que vuelva a ocurrir.

—Dormirás conmigo, ¿no? —cuestiona Brenna cuando Jenna se va a su habitación.

—Si Bren, yo te cuidaré —contesto mientras la abrazo por los hombros, entramos a su recámara, ella cierra la puerta y luego acomoda la cama, yo cierro la ventana y me quito la ropa, decido quedarme con el pantalón para no hacerla sentir incomoda.

—Puedes dormir en ropa interior, no me molesta —Ella parece leer mi mente, así que le hago caso, me quito el jean y me meto a la cama junto a ella, la única luz que queda encendida es la lámpara junto a ella en la mesita de noche, apoyo mi cabeza en mi mano y dejo caer el peso en mi codo.

—¿No piensas dormir? —me pregunta con una media sonrisa, peino su cabello y le sonrío.

—Esperaré que tú lo hagas —ella debe tener miedo de que James vuelva y la haga sentir en peligro, yo sé que ella tiene miedo, por eso me ha pedido que me quede.

—De acuerdo, apaga las luces cuando te vayas a dormir —asiento y le sonrío antes de que ella cierre sus ojos, Brenna se acerca a mí y me abraza por la cintura, quiere asegurarse de que no me vaya. Observo como cae poco a poco en el sueño.

—Te quiero —susurra entre sueños, me sorprenden un poco sus palabras, y me gusta como es escuchan viniendo de sus labios, peino su cabello, pero no respondo su confesión, prefiero hacerlo cuando ella no esté tan somnolienta como ahora, es muy probable que lo confunda con un sueño mañana.

Hace mucho que nadie me decía te quiero, que ella lo haya hecho me hace sentir raro y vivo a la vez, se me hace extraño que alguien realmente me quiera, que sea Brenna, lo hace aún más desconcertante. 

Continue Reading

You'll Also Like

1K 161 7
El dolor y el arrepentimiento a veces pesan más que el amor, pero, a veces unas palabras ayudan a sanar el amor y así liberar el dolor y el arrepenti...
102K 3.7K 34
Esa mirada azul oscura e intensa, aún me hipnotiza, pero está vez... Esos misteriosos y hermosos ojos solo ven a una persona y es a mi. La traición...
728K 44.7K 99
Atenea Guzmán de la Torre: Una mujer perfecta no solo físicamente, con tan solo 25 años de edad es una empresaria multimillonaria exitosa, también es...
25.4K 1.3K 41
Mi vida dará un giro para el que no sabía si estaba preparada. Comienzo nuevos proyectos, hago nuevos amigos, un nuevo integrante llegará a mi famili...