Escape: Zack ©

By MariaLuna16

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Una novela sobre un amor rodeado de peligro, adicciones y persecución mafiosa. Zack es un chico que vive una... More

ADVERTENCIA
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70- Final.
Epílogo
Especial Extra
Agradecimientos
Secuela- Escape: Brooke.

Capítulo 21

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By MariaLuna16

Al recuperar la conciencia lo primero que vi fue a Zack junto a mí, definitivamente estaba en un hospital, en emergencias, miro a mi alrededor aún un poco desconcertada por lo que había pasado, si Jenna me trajo al hospital es porque duré más de un minuto inconsciente. Es la primera vez que me pasa, desmayarme después de un ataque de pánico.

—¿Bren, te sientes mejor? —pregunta Zack a mi lado, él toma mi mano y trata de sonreírme.

—Sí, ¿cuánto tiempo llevo aquí? —pregunto mientras me siento en la cama, ya puedo irme a casa, no me gustan los hospitales.

—Exactamente tres minutos —dice al mismo tiempo que mira su reloj, me da un beso en la frente y se levanta de donde está, en ese momento Jenna entra junto a un hombre con bata, que evidentemente es el doctor.

—Ya me puedo ir, estoy bien —le hago saber antes de que pueda decir algo más, me siento en la orilla de la cama y el doctor sonríe.

—Ya le dije a tu hermana, que deberías practicar ejercicios de relajación para evitar estos desmayos —empieza diciendo el doctor, haciendo que me quede en mi lugar en la cama.

—Esto sucedió porque tu presión arterial, frecuencia respiratoria y el ritmo cardíaco cambió de marcha repentinamente y eso se debe a que respirabas demasiado rápido —El escucha los latidos de mi corazón y toma mi presión mientras habla.

—Tienes que aprender al controlar la respiración cuando tienes un ataque y así evitar el cambio rápido en tú suministro de sangre al cerebro —Parece que ha terminado de la charla y de hacer todos los chequeos que eran necesarios para yo poder salir de aquí.

—Por ahora todo está bien, pueden irse a casa —Me levanto de la cama inmediatamente y camino junto a Zack hasta la entrada, Jenna paga la factura y nos sigue hasta la salida.

—Ella tuvo que irse, contactó a Zack y se fue, es bastante tarde Bren y nos diste un susto de mierda —Busco el auto de Zack con la mirada, pero se dirige a un hombre junto a un coche que desconozco, espero que sus hermanas no estén adentro, no tengo los ánimos necesarios para conocerlas ahora.

—Entra —hago lo que me pide y los dos nos quedamos en el asiento trasero, mientras que Jenna se queda en el copiloto, junto al hombre que aún no conozco y que evidentemente es algo de Zack.

—Joshua a Clarence Way, yo te guío —le dice el chico a mi lado, mientras que el hombre al volante pone en marcha el coche.

—Joshua, no tuvimos la oportunidad de presentarnos, yo soy Jenna —Ella le da una sonrisa de oreja a oreja y él se mantiene bajo perfil con la mirada en el camino y solo asiente con la cabeza.

Aparentemente Zack no tiene la intención presentarnos, él toma mi mano con la suya y besa mis nudillos para luego volver su mirada a la ventanilla. Efectivamente, él no está listo para contarme más de su familia, es por eso que no están aquí con él.

—Joven Majid, me parece que es su madre —Joshua le pasa su móvil a Zack, se ha dirigido a él con demasiada formalidad para ser un tío, así que descarto la idea, tengo que estar adivinando porque Zack siquiera ha dicho quién soy, y no soy tan atrevida como mi hermana.

—Si madre, ya estoy llegando a casa, pídele a Benjamín que te ayude a cerrar bien la casa, estaré allá en unos minutos —Es lo único que dice y cuelga. Su casa debe ser una inmensidad que su madre necesita ayuda para cerrarla. Llegamos a mi casa casi inmediatamente de que Zack haya colgado, él nos acompaña hasta la puerta, está muy serio, algo debe tener en mente que lo tiene así.

—Mantente tranquila hoy Bren, ahora tengo que ir con mamá, pero nos vemos mañana ¿sí? —él toma mis dos manos y me da un rápido beso en los labios. Antes de que pueda irse lo abrazo y le pido que me escriba en cuanto llegue a casa.

Veo como el coche de Joshua se aleja, cierro la puerta y ahí está mi hermana esperándome en el sillón de la sala, subo a mi habitación con ella detrás de mí, siempre que tengo un ataque de pánico, ella se mantiene alerta por si vuelve a pasar.

—Yo estoy equivocada o Zack es de la alta sociedad —comenta ella mientras al momento que entramos a la recámara.

—No lo sé, ¿por qué lo dices? —le pregunto mientras acomodo mi cama.

—Vaya Brenna, eres una novia poca observadora —Ella se tumba a mi lado en la cama, parece que tiene intenciones de quedarse conmigo toda la noche; me siento un poco rara el escuchar la palabra novia con relación a Zack.

—Joshua, no es su tío, abuelo, o padre, parecía más su mayordomo, ¿acaso no escuchaste lo que dijo al teléfono? —Pregunta—. Es obvio que Joshua es el que cierra la casa o ayuda a su madre a hacerlo. Parece que ella estaba muy pendiente de todo lo que estaba sucediendo dentro del coche, recibo un mensaje de Zack y mi hermana sale de la habitación a apagar las luces, mientras tanto me envío mensajes con Zack, dándonos las buenas noches. Como lo deduje Jenna se quedó a dormir conmigo.

—Estoy segura que tu príncipe vive en una enorme casa, es un niño rico y no quiere que lo veamos de esa manera —Puede que Jenna tenga razón, quizás eso es lo que él no me quiere contar, de todos modos, sus amigos aparentemente lo son.

—Zack vive solo, y su casa es un poco más pequeña que la nuestra —le hago saber para que lo tenga en cuenta. Ella se sienta en la cama y me mira con los ojos abiertos.

—¿Que vive solo, y hasta ahora me lo dices?, te he dejado dormir en su casa porque en mi mente sus padres estaban ahí, joder Brenna —Se deja caer en la cama y la escucho suspirar.

—Tampoco es como si nosotros hubiéramos hecho algo malo, mucho menos lo que estás pensando —No quiero que ella vaya a incluir en este tema el asunto del sexo, siempre tiene que salir a la luz ese tema cuando se trata de Zack.

—De todas formas cuídate Bren, aparentemente a ti no te gustan los chicos buenos y dulces, Zack es bastante rudo y como todos, tiene secretos —me confunde un poco su comentario, pensaba que le gustaba Zack para mí, pero mi hermana es bastante observadora, ella sabe que tengo historia con un loco que fue mi novio, el mismo que me hizo tener un ataque de pánico esta noche, solo espero no encontrármelo nunca más, porque no tengo control sobre la situación, nunca tomo las mejores decisiones cuando se trata de James.

Al día siguiente despierto temprano para correr y dejar de pensar tanto en ese chico que se ha encargado de mantener mi cabeza atormentada desde que apareció anoche, tuve pesadillas con él, no puedo borrar esa mirada tan vil que aseguraba que iba a hacerme algo muy malo, así que utilizo el deporte para borrar esos pensamientos.

He corrido unas cuantas cuadras desde mi casa, me detengo en un parque a descansar, tomar agua y mantener la mente en blanco, solo mirando el grupo de niños que están yendo a la escuela de la mano de su madre o padre.

—Hola Brenna —alguien me saluda, lo cual me asustó bastante porque estaba con la guardia baja, y pues mi subconsciente aún tiene la cara de James registrada en modo alerta. Es Thomas, el hermano de Harry y aparentemente también está haciendo ejercicios.

—Hey, tranquila —dice entre risas y con las manos levantadas, me relajo y respondo su saludo con una sonrisa.

—¿No estás un poco lejos de tu casa? —le pregunto, él toma de su botella de agua, encoge sus hombros y ladea su cabeza.

—Un poco, ¿corremos juntos? —Me parece buena idea estar acompañada de alguien, creo que no fue buena idea salir sola, debí haber llamado a Zack, quien quizás está durmiendo en este momento. Observo como Thomas peina su cabello y se levanta.

—Claro —Me levanto y él toma la iniciativa, corre un poco más rápido que yo, pero trata de mantenerse a mi ritmo. Como era de esperar, mientras corremos me pregunta por Zack, le respondo con la respiración agitada que lo vi la noche pasada, al parecer Zack no le contesta desde anoche.

A medida que corremos me doy cuenta de que estamos llegando al vecindario de Zack, está a solo dos cuadras, alguien corre en dirección a nosotros y a medida que se acerca más, detengo mi paso.

—Brenna ¿qué pasa? —pregunta cuando nota que me he detenido, el retrocede y se coloca a mi lado, antes de que pueda decir algo, el chico del que estaba huyendo mentalmente, ahora está frente a mí, mucho más cerca de lo que me gustaría.

Brannie, tiempo sin verte —el hace ademán de saludarme con un beso, por instinto tomo el brazo de Thomas y casi me escondo detrás de él. James toma mi mi muñeca y su contacto con mi piel me hace temblar, haciendo que mi botella de agua caiga al piso, James la recoge y la deja en mi mano izquierda nuevamente. Presiono el brazo de Thomas en señal de que quiero irme de aquí rápido, el me mira con el ceño fruncido y vuelve su mirada a James.

—Amigo, creo que ella no quiere hablarte —Thomas da un paso hacia adelante y hace que James mantenga su distancia.

—Amigo, solo la estoy saludando —responde James con la sonrisa más maliciosa que he visto.

—Bueno, ella no quiere saludarte, mantén tu distancia —le pide Thomas, pero James tiene la misma cara de enfermo que vi la última vez en Canadá, intento mantener la respiración controlada, no quiero volver a tener un ataque como el de anoche.

—Oye, acaso eres sordo, no la toques, si no quieres tener problemas conmigo, y créeme que no vas a querer —Thomas casi se abalanza contra él, pero James solo se ríe ante su amenaza.

—Parece que tu novio no sabe de mi —Tomo del brazo a Thomas y con la mirada le pido que nos vayamos de una vez por todas, ninguno de los dos se toma la molestia de afirmar o negar lo que James acaba de afirmar. Corro en dirección a la casa de Zack muerta del miedo, de alguna manera me siento más protegida cuando él está cerca, Thomas me grita que vaya despacio, estoy corriendo muy rápido, lo único que quiero es llegar a esa casa y dejar a James atrás.

—Mierda Brenna, detente —él me toma por la cintura, lo cual me sorprende, y detiene mi paso acelerado, lo miro a los ojos cuando me deja ir y el me da una sonrisa de lado.

—¿Qué te hizo ese chico para que te pusieras así? —cuestiona mientras deja ir mi mano poco a poco.

—Es asunto... mío —respondo con la respiración agitada, él se lleva los brazos a la cintura y asiente con la cabeza.

—Bueno, te cuidado, deberías contarle a Zack —no le voy a contar a Zack, no todavía. No le respondo a Thomas y sigo mi camino hasta la casa de Zack, el sigue mis pasos de cerca sin decir absolutamente nada.

—Bueno hasta aquí llego yo, cuídate mucho Brenna —Es lo último que dice antes de que pueda tocar la puerta, me da un poco de miedo estar aquí sola, a la espera de que Zack abra la puerta, creo que debí pedirle a Thomas que esperara conmigo. Toco una vez más cuando no recibo respuestas de Zack, aun logro ver al hermano de Harry, trotar en dirección opuesta a la casa de Zack, su cabello se mueve con la brisa, y sus músculos de la espalda se contraen, aparto mi mirada cuando escucho la puerta abrirse.

—Brenna, ¿qué haces aquí? —pregunta al mismo tiempo que me deja pasar, entro con un intento de sonrisa para disimular mi inquietud, no me quiero sentar en su mueble porque estoy algo sudada.

—Estaba corriendo por aquí cerca, y decidí hacer una parada —le hago saber mientras me doy la vuelta para tenerlo de frente, su cara sigue un poco hinchada de dormir, lleva el cabello muy alborotado y solo tiene puesto unos pantalones holgados.

—Bien, buenos días ¿o ya es tarde? —cuestiona desde el umbral de la entrada a la sala de estar.

—Buenos días —respondo con una sonrisa, el imita mi acción.

—Me iré a bañar, ¿quieres venir conmigo? —tiene una mirada picara, se moja los labios y prácticamente me quita la ropa con la mirada.

—No creo que sea buena idea —le respondo con la misma sonrisa que él tiene, Zack solo se ríe y se va dejándome sola, lo espero en el mismo lugar, noto que ha dejado una laptop encendida en la mesita de muebles, busco mi móvil para pedirle a Danielle que vayamos a comer más tarde juntas, quien sabe si Zack tiene planes, si no es así, me quedaré con él.

—¿Desayunaste? —pregunta cuando llega a mi lado con una toalla en la mano secándose el cabello que sigue chorreando agua.

—Si —Zack deja la toalla en el brazo del mueble y me hace ademan para que lo acompañe hasta la cocina, sigue sin camiseta, tan solo con un pantalón de chándal y descalzo. Antes de que pueda sentarme en la mesa Zack me sorprende con un beso fugaz.

—Te lo debía —susurra, para luego abrir la nevera, el saca unas cuantas cosas de allí y las deja en la encimera, enciende la estufa y toma dos huevos, Zack realmente va a cocinar.

—Mamá vino a hacer una intervención ayer y me guardo un montón de comida, que es muy probable se dañen —dice de espaldas a mí. Como era de esperar el me prepara algo, aunque le haya dicho que ya desayuné. Cocinó huevos con pan tostado y alubias calentadas, cocinadas por su madre.

Mientras desayunamos surge el tema de la universidad, donde le hablo de las opciones que tengo, como casi siempre, yo soy la que más habla, trato de ser observadora como mi hermana, y me doy cuenta de que Zack siempre quiere poner el foco de atención en mí, él nunca quiere hablar mucho de la familia o de los estudios, y cuando lo hace, es muy poco lo que dice.

Nos mantenemos en la mesa mientras yo le cuento mis planes, cuando ya no tengo más nada que decir, juego la misma carta que él y le pregunto lo mismo, como respuesta recibo su silencio, se levanta del comedor y lleva los platos al fregadero, para luego volver a mi lado.

No tiene en mente ir a la universidad, lo acabo de escuchar de sus propios labios, lo cual me parece algo absurdo, él es bastante inteligente y se le dan bien los negocios, pero algo me dice que su fuerte es algo totalmente diferente, quizás su familia lo está presionando a que sea algo por lo que él no siente pasión o vocación, es solo un quizás. He aprendido que él no dice las cosas de un solo golpe, tengo que prácticamente sacarle la información de la boca a cucharitas.

El único plan que tiene es hacer la pasantia en una empresa, no quiso especificar cual, Zack está muy seguro de que ya tiene un lugar en ese lugar.

—Un título universitario no hará la diferencia en lo que yo voy a aprender no estando en la universidad —lavo los platos mientras el continúa hablando y yo escuchándolo. Me seco las manos mientras apoyo mi cuerpo de la encimera a mi lado. Zack camina hacia mí con su labio inferior apretado bajo sus dientes.

Cuando lo tengo frente a frente, se inclina un poco a mí, me toma por la cintura y me pega a su cuerpo, me mira a los ojos, siento su aliento en mi rostro, estoy lista para que me bese todo lo que quiera.

—No he dejado de pensar en lo increíblemente sexy que se te ve esa ropa deportiva —mantengo mis brazos en su espalda, bajo sus brazos, juega un poco conmigo y me besa, atrapa mis labios con furor, nuestras lenguas rozan de vez en cuando, me besa con fiereza, pero no deja de ser exquisito.

—¿Qué tiene de sexy? —pregunto entre besos, él no tiene intenciones de apartarse.

—Se te ve un cuerpazo que he visto pocas veces —dice sin dejar de mirarme a los ojos. Me ha visto más en falda y camisa, que con ropa diferente al uniforme de la escuela, seguro por eso lo dice. Vuelve a besarme, esta vez muerde levemente mi labio inferior, dejo salir un chillido cuando no me levanta en vuelo, sujeto mis piernas alrededor de su cintura, deja ir mis labios y me deja caer en la mesa, no puedo creer que haya hecho.

—Y no tienes idea de lo mucho que me gusta verte así —susurra en mi rostro, intento cerrar un poco más las piernas, pero el vuelve su mirada a mis ojos y mantiene mis piernas como están, así que estoy encima de su mesa, con las piernas abiertas y el en medio de ellas besándome con ferocidad, nunca me había besado de esta manera y la verdad me gusta.

Desliza su mano poco a poco por mi espalda hasta llegar a mi espalda baja, tiene el atrevimiento de dejar sus manos en mis nalgas, llevo mis manos a su nunca y entierro mis dedos en su sedoso cabello negro, Zack intensifica el beso y de pronto me acerca mucho más a él.

—Joder —masculla entre mis labios, eso no se escuchó como una queja sino como un jadeo, lo dos estamos ardiendo en fuego, sé que él lo está porque acabo de sentir su erección, no es la primera vez que causo esto en un chico, pero jamás lo había sentido de esta manera, me aparto de este beso tan intenso y delicioso. Miro a Zack a la cara, luego al bulto que se ha formado en sus pantalones, solo escucho una pequeña risita de su parte, este es el momento en el que me pierdo, evidentemente yo soy una inexperta delante de él.

—Sí, lo has causado tú, ¿no crees que deberías hacerte cargo? —murmura rozando sus labios con los míos, quiere seguir jugando.

—Tu empezaste —Bajo de la mesa, pero él me mantiene acorralada con ambas manos apoyadas en el comedor, el vuelve a reír y me mira una vez más con esa sonrisa pícara en los labios, sabe que me siento incomoda estando tan cerca de su dureza.

—Dame unos segundos —creo que si nos mantenemos un poquito más alejados será mejor para ambos, parece que lee mi mente y me deja de ir, él se dirige a la nevera y toma un poco de agua, cuando vuelvo a mirar ya la erección no está. Mi móvil suena, cortando el momento de miradas entre Zack y yo.

—Ya voy para allá —Danielle está en casa, esperándome para ir a comer en unas pocas horas, me olvidé de todo por unos segundos de besos bastante húmedos y apasionante.

—Tengo que volver a casa, ¿me podrías llevar? —le pregunto a Zack, el solo asiente con una sonrisa, creo que le ha encantado lo que acaba de pasar, es decir, acabamos de tener un momento lleno de lujuria que surgió de la nada, a mí también me ha gustado, me ha encantado. 

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