Brenna
Definitivamente el Zack del que todos han hablado un poco mal, el mismo del que mi amiga Danielle me ha advertido que tuviera cuidado, no sé qué cosa tan mala ha hecho que ni él, ni nadie más me haya dicho, debió ser algo terrible o quizás la gente tiene una nociva percepción de Zack. Ese no fue el Zack que me llevó a esa fiesta, a cenar, y luego a un lugar que es especial y bastante privado para él, la verdad no me parece para nada el Zack del que las chicas farfullan en los baños y los pasillos, el que es cruel, peligroso, frívolo y grosero, bueno, cuando lo conocí era grosero, pero no lo era tanto como para tener cuidado de él.
La noche pasada, el Zack que tenía frente a mí bajo la irradiación que nos daba la ciudad de Londres, tomando mi mano, acariciando mi piel que se erizaba bajo el suave recorrido de sus manos, su mirada dulce bañada en miel que me hacía sentir única y especial, no es el mismo del que todos me piden que me cuide.
No luce para nada peligroso, sino todo lo contrario, luce como el chico que le gusto y que me quiere cuidar, él que quiere protegerme de algo que yo no puedo ver y no quiero, me quedo con el chico que se preocupa por mí, que de repente me cuenta lo que siente, y que no tiene miedo de hablar de su familia o se enoja porque le cuestiono sobre ello. Me quedo con el Zack que poca gente conoce porque simplemente están ocupados hablando mierda de él.
Estaba ansiosa por recibir los resultados de las pruebas A levels, y así empezar la pasantía de verano, entrar a la universidad y conseguir el trabajo, estoy preparada para vivir sola, Jenna sabe que ha sido uno de mis planes, mudarme sola y pagar mis propias cuentas.
Me he pasado gran parte del día con el ordenador y revisando los campus de las universidades a las que me encantaría ir y optar por una beca, no tengo dinero para pagar una carrera en Cambridge o Oxford, es por eso que me esforcé para tener una buena calificación en la Sixth form.
Alrededor de las tres de la tarde Danielle llega a mi casa, con grandes intenciones de sacarme de casa, yo estaba concentrada en buscar una universidad a la que ir, pero mi amiga es buena convenciendo.
—Tengo que aprovechar que Zack no está cerca y salir contigo —dice al mismo tiempo que toma mi laptop y la cierra dejándola sobre mi escritorio.
—¿Y a donde se supone que iremos? —cuestiono mientras me levanto de la cama.
—Brenna, la graduación es en pocos días, tenemos que comprar nuestros vestidos —Ni siquiera tenía pendiente la fiesta de graduación, en los fondos de mi cuenta de ahorros, hay dinero suficiente para la graduación y los libros del primer año de la universidad.
Me cambio de ropa rápidamente y complazco a Danielle, Jenna decide venir con nosotras, lo bueno es que tiene el día libre porque es fin de semana, este es un día en el que ella se va a pubs con Logan y me deja en casa. Danielle y Jenna no se deciden a que tienda ir primero, lo cual a mí me da igual, porque no conozco ninguna de los dos.
Recibo un mensaje de Zack, no he sabido nada de en todo el día, hasta ahora, Zack no es muy de pasar horas hablando por mensajes de texto o llamadas.
Zack 4:00
Bren, acabo de ver unas bragas que me recordaron a ti
Intento no reír con el mensaje tan directo que me ha enviado, estoy segura que estuvo pensado cosas sucias de mí.
Brenna 4:02
¡Por Dios!, no seas bobo.
Zack 04:02
Creo que entraré a comprarla, aunque te quede muy pequeña ;)
Brenna 04:03
Claro Zack, estás loco.
No recibo una respuesta de su parte, así que vuelvo mi atención a mi hermana y mi amiga, que aún no se ponen de acuerdo, al final terminamos yendo a un centro comercial en White City, llamado Westfield.
Al llegar Danielle tiene intenciones de entrar a todas las tiendas, incluso si no es de ropa, al igual que Jenna, evidentemente ellas son compradoras compulsivas, yo no tanto.
—Brenna, te veo desanimada, ¿qué te hizo Zack? —pregunta mi amiga entrelazando su brazo con el mío, mientras caminamos por los pasillos del Mall, entramos a una tienda bastante elegante.
—No estoy desanimada, ustedes están muy emocionadas, Zack no tiene nada que ver —Ella no dice nada al respecto, camino entre los pasillos de la tienda dándole un vistazo a los vestidos, pero lo que llama mi atención son unas sandalias con correas estrechas y enclavamiento metálico con las letras YSL monograma de talón. Termino comprándolos, no me atrevía a dejarlos.
Danielle consigue comprar su vestido largo de flores, con mangas, que un poco de sus tonificadas piernas, yo aún no he encontrado nada que me guste tanto como para llevármelo, en cuanto a eso soy un poco complicada. Mientras salimos de la cuarta tienda a la que hemos entrado, desde el pasillo veo del otro lado de la tienda, en AllSaints, está de espaldas a mí, por eso no me ve, hay una chica frente a él mostrándole una chaqueta, supongo que él está aquí con el mismo motivo que yo. Me sorprende un poco cuando Zack la acerca a su cuerpo y besa su frente.
—¿Ese no es Zack? —pregunta mi hermana, creo que estuve por un largo tiempo parada en el medio del pasillo mirando a través del ventanal; respondo con un susurrado, casi inaudible sí.
—¿No vas a saludarlo? —Niego con la cabeza al ver como la chica junto a Zack se aparta de él, pero el vuelve a acercarla y mantiene sus brazos encima de sus hombros, y se voltean donde se encuentran las camisas, la chica misteriosa se va a otro pasillo.
—¿Qué miramos? —Danielle llega a nuestro lado con una bolsa en manos, no respondo a su pregunta porque estoy pensando cosas muy feas en este momento y no quisiera compartirlas. La morena regresa a Zack con una caja de zapatos en manos, él juega con la nariz de la chica y vuelve a abrazarla por los hombros.
—Mierda Brenna, no es lo que parece —Mi amiga acaba de darse cuenta de lo que estoy pensando al ver esta escena, que realmente no es mi asunto, hago caminar a Jenna contrario a donde está Zack, no quiero que él me vea.
—Es su hermana, Aliya —Detengo mi paso en seco cuando Danielle dice eso, la miro con sorpresa, y yo pensando que estaba con alguien más.
—Joder, yo ya me estaba preparando para golpearlo —dice Jenna entre risas, lo que hace que también me ría de lo que ambas acabamos de pensar. Danielle niega con la cabeza, y nos sonríe.
—Él es así con sus hermanas, bastante... cariñoso —Es evidente que lo es. ¿Cómo no pude darme cuenta que era su hermana? Se veía más alta que en la foto que Zack tiene en su casa, creo que no estaba pensando con claridad, así olvido el asunto y continúo mi búsqueda del dichoso vestido.
Termino llevándome un vestido color rosa pastel, de encaje, de la colección Abbey Clancy de Lipsy, tiene forma de sirena, el trasfondo llega hasta dos dedos encima de la rodilla, mientras que el encaje llega dos dedos debajo de mi rodilla, sencillo y practico. Cuando estamos listas para irnos a casa después de haber comido en el quiosco de Five Guys, en el mismo momento que Jenna se levanta, mi corazón se acelera cuando noto la presencia de alguien que se supone no debería estar aquí, en este país.
James, el ex novio que está un poco loco, es obsesivo y capaz de lo que sea, le tengo un miedo terrible, de repente siento que todo se achica dentro de mi cuerpo y me aprieta sin dejar respiración, la persona que más le temo está a unas seis mesas frente a mí, mirándome directo a los ojos sin siquiera pestañear.
Cada segundo que pasa, más cerca lo siento de mí, y más me falta la respiración, mi pecho empieza a subir y bajar sin control, no puedo apartar la mirada de él, me observa con una sonrisa maliciosa y yo estoy entrando en pánico por su presencia.
—¡Brenna!, mierda, ¿Qué fue lo que viste? —Jenna se levanta para ayudarme a respirar, pero el único que ha logrado hacer eso es Zack y seguro debió haberse ido a casa.
—¿Qué tiene? —pregunta alarmada Danielle, sin poder hablar tomo a Jenna del brazo y la arrastro lejos de eso lugar, estoy casi corriendo con un grupo de bolsas en mis manos, el corazón acelerado, y Jenna gritándome que me detenga, a solo pasos de salir de la plaza, empeoro, me dejo caer de rodillas en el frío piso y me llevo la mano al pecho con desesperación.
Miro a Jenna con el móvil en sus manos temblorosas, le estoy suplicando con la mirada que me ayude a respirar, ella intenta tranquilizarme, y lo último que veo es a Danielle sostenerme y todo se puso oscuro.
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