vi. the wedding

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Hayley jugaba con los cereales en su plato, una vez más debatiéndose en si lo que quería hacer era lo correcto o simplemente debería dejarlo ir.

La boda de Bill Weasley se celebraría esa misma noche y la carta que Charlie había enviado hace unas semanas estaba revoloteando dentro de ella, seriamente considerando en ir. Todo bastaba en algo como enviar al pelirrojo una carta de confirmación y él la iría a buscar a las afueras del Bosque de Dean, pero entonces Hayley pensaba lo que pasaría si Killian y los chicos llegaran esa misma tarde.

Suspiró con pesadez, decidiéndose al fin. Le echó una última mirada a Orion antes de correr a su habitación en busca de un atuendo para la boda.

 Le echó una última mirada a Orion antes de correr a su habitación en busca de un atuendo para la boda

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―No me mires así.―le reprochó a Orion cuando ella alisaba la falda de su vestido mientras se echaba una miraba en espejo.―Solo saludaré a Charlie, tal vez a Bill y me iré, será fácil.―se dijo a si misma, pero Orion ladró en respuesta.―Oh, vamos, cállate.

Pero de nuevo las dudas llegaron a ella.

―¿Valdrá la pena?―se preguntó una vez más.

Miró hacia la ventana. La lechuza de Charlie aguardaba ahí no hace más de una hora, esperando una respuesta para comunicar a su dueño.

Hayley miró a Orion sentando sobre el piso de madera, y sin importar su vestido, se acercó y tomó asiento frente a él, cruzó las piernas y lo miró fijamente.

―¿Qué harías tú?―inquirió, nerviosa. El perro ladeó la cabeza.―¿Qué haría Sirius? ¿Qué haría papá?

Sin dudas, Sirius Black y James Potter asistirían a esa boda fuera como diera lugar. No les habrían importado los castigos o consecuencias que aquello traería y simplemente disfrutarían la ocasión.

Entonces Hayley se visualizaba haciendo aquello: disfrutar de ver a Charlie, hablar de dragones y otras tonterías.

Se quedó con aquella idea en la cabeza y se puso de pie para luego acercarse a la mesita de noche y escribir una respuesta afirmativa hacia Charlie; entregó el sobre a la lechuza y por la ventana observó como esta se alejaba volando.

Esperó pacientemente sobre la cama, hasta que cuarenta minutos después, la lechuza ya hacía de nuevo en el ventanal. Tomó de inmediato el pergamino que el ave tenía atado a la pata y lo desenvolvió.

Te espero en diez minutos sobre los alrededores.

Y así pasó el tiempo acordado, tomó su varita y caminó escaleras abajo, con Orion detrás de ella.

―Estaré bien.―le aseguró al perro antes de salir por la puerta de entrada.

Caminó una vez más por el sendero que había recorrido la mañana anterior en busca de Jason y Cho, pero más cautelosa que nunca. La noche se acechaba y comenzaba a dudar un poco de Charlie a decir verdad, recordando que él era parte de la Orden.

𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔, draco malfoyTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang