v. i like her

32.1K 3.3K 2.3K
                                    




Unas semanas bastante frías habían pasado, pero por lo menos Hayley Potter había perdonado a su hermano. No había sido tan fácil para Harry, pero de alguna u otra forma lo había conseguido, pues hasta ese momento, Harry era lo que más quería Hayley en el mundo.

―...y entonces el profesor Binns me dijo que me echaría de su clase si contaba otro chiste de fantasmas, ¿y sabes qué le dije?

―¿Qué?

―¡Que se moriría sin mi!

Harry no pudo evitarlo y soltó una carcajada, aunque en si, era un chiste bastante tonto.

―Hayls... eso fue grosero.

―Sí, sí. No importa. De todas maneras no me echó. ¿Te imaginas morir dos veces? sería patético.

Ese día Hayley había acompañado a Harry a su entrenamiento de quidditch, y ahora caminaban hacia la sala común de Gryffindor para reunirse con Ron y Hermione, pues hacia bastante frío y Hayley no tenía ganas de entrar a su subterránea sala común a saludar al calamar gigante. O eso era lo que le había dicho a Harry.

―Tápate los oídos.―le dijo cuando llegaron al recuadro de la Dama Gorda.

―Ridículo, ni siquiera es la primera vez que entro aquí.―refunfuñó mientras obedecía.

El retrato se abrió ante ellos, ya que no notó que Hayley era de Slytherin porque usaba solo unos jeans y una gran sudadera color vino que Harry le había prestado, además, estaba bastante entretenida con otra cosa. Hayley siguió a Harry por el túnel que los hacía llegar a la sala de los leones.

―¡Llegó por quien lloraban!―exclamó Hayley apenas vio a Ron y Hermione, pero no eran los únicos en el lugar. De hecho, había bastante movimiento y todos parecían felices.

―¿Qué es lo que pasa?―preguntó Harry a sus amigos, los cuales apuntaron hacia el tablero de anuncios.

―Primer fin de semana en Hogsmade. Finales de octubre. Halloween.―los mellizos Potter se contuvieron a hacer una mueca, pero el ánimo de Harry decayó cuando fue a tomar asiento al lado de Ron.

―Estupendo.―dijo Fred Weasley entrando al lugar, haciendo a Hayley dar un brinco.― Tengo que ir a Zonko, casi no me quedan bombas fétidas. Hola, Hayls.― se acercó a ella para despeinarle el cabello.

―¡Hey! ¿Sabes lo que tardo para que quede así de perfecto?

―¿Nada?

―Eso es correcto.―chocaron los puños y el gemelo se fue.

―Harry, estoy segura que podrás ir la próxima vez.―le decía Hermione a Harry para consolarlo.― Van a atrapar a Black enseguida. Ya lo han visto una vez.

―Black no está tan loco como para intentar algo en Hogsmade. Pregúntale a McGonagall si puedes ir ahora, Harry. Pueden pasar años hasta la próxima ocasión.

―¡Ron!―le recriminó Hermione, haciendo a Hayley soltar una risita.

―Lo haré.―dijo Harry, decidido.

La atención se desvió a Crookshanks, el gato de Hermione, que saltó a su regazo con una araña muerta colgándole de la boca, con la mirada puesta en Ron.

―Mantenla ahí, tengo a Scabbers en mi mochila.―le dijo Ron, mirando receloso al gato.

Pero a Crookshanks no le pareció importar en lo más mínimo, pues como si se lo estuviera pidiendo, corrió a la mochila de Ron y persiguió a la rata por toda la sala común. Al final de cuentas, Ron terminó bastante enfadado con Hermione y esta estaba bastante afligida.

𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔, draco malfoyWhere stories live. Discover now