xxiv. ready for it

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Dentro de sí, Draco se encontraba frunciendo el ceño. Su mano se entrelazaba junto con la de Hayley mientras la guiaba por su nuevo destino; cientos de árboles los rodeaban y era sorprendente lo nublado que se encontraba el cielo ese día, ni siquiera parecía ser la hora que era.

Era un nuevo bosque. Sin duda uno que Hayley jamás había visitado. Este era más estrecho, los árboles eran tan altos que las copas chocaban entre sí, y sobre todo, la temperatura era más baja de lo normal, tanto así que Hayley estaba por arrepentirse de no traer algo con que cubrirse. Pero de uno u otra manera, era un clima que le resultaba agradable.

En silencio y aún ahogado en sus pensamientos, Draco se sentía extraño. Tal vez era la bola de nervios que se escondía en su estómago o el curioso hecho de ser él el que estuviera guiando a Hayley, cuando siempre era ella quien tomaba su mano y lo zarandeaba por los lugares más recónditos de Hogwarts simplemente para pasar el rato.

Pero a pesar de todo, estaba emocionado, y al mismo tiempo estaba orgulloso de si mismo por haberlo ocultado tan bien, cuando dentro de él juraba estar gritando.

Lo había preparado todo. Desde un nuevo lugar, algo fuera de lo cotidiano, hasta lo que él sabía que sería una cita ideal para Hayley. La conocía tan bien que simplemente no podía fallarle, no de nuevo.

―Draco, me duelen los pies.―no salió de sus propios pensamientos hasta que la voz de Hayley se quejó, haciéndolo suspirar.

Echando una mirada a su alrededor, soltó la mano de Hayley y se volvió hacia ella, ni siquiera deteniéndose a mirarla un poco más solo para rebuscar algo en su bolsillo. Cuando por fin lo tuvo, ató el pañuelo negro alrededor de sus ojos antes de que ella pudiera quejarse -como de costumbre-, e ignorando sus bufidos, volvió a tomar su mano para proseguir con su camino.

―Estamos cerca.―le aseguró para tranquilizarla.

Y en teoría, no era una mentira. Un par de metros más y llegarían al tan esperado lugar.

Para aligerar el ambiente, Draco preguntó algo sobre de Orion. Hace tiempo que había descubierto que era un tema que distraía bastante a Hayley, ya que era alguien de quien podría hablar por horas y horas sin parar, y a final de cuentas siempre tendría algo nuevo que decir sobre su amada mascota. Y bien pareció funcionar, porque parecía que la azabache ni siquiera había notado los quince minutos extra de caminata hasta que Draco paró repentinamente, haciendo que ella chocara contra su espalda, maldiciendo su nombre una vez más en los últimos treinta minutos.

―¿Podrías quitarme esta cosa de la cabeza? Está muy oscuro aquí.―farfulló con molestia, cruzando los brazos sobre su pecho.

―Claro, claro.―rió Draco suavemente, deslizándose detrás de ella para deshacer el nudo del pañuelo.

Pero antes que nada, se cercioró que la vista que estaba a punto de tener frente a ella fuera la mejor, esperando a que todo saliera a como lo había estado planeando.

―Cierra los ojos.―advirtió cuando retiró el pañuelo, justo cuando Hayley apretó sus ojos con fuerza.

Aún detrás de ella, se abrazó a su cintura y dejó descansar su barbilla en su hombro, antes de susurrar en su oído un pequeño Listo y besar su mejilla cortamente.

Sin prisas, Hayley abrió los ojos y parpadeó un par de veces antes de adaptarse de nuevo al entorno. No pudo evitar sorprenderse a si misma ante la vista, por inercia abrazándose a los brazos de Draco que de por si ya la rodeaban. Se dejó caer un poco en él para admirar todo un poco más.

Había tres grandes árboles que rodeaban específicamente el lugar donde se encontraban, creando un ambiente un poco más privado, un poco más de ellos. Apenas a unos cuantos metros de sus pies, una manta de seda verde se encontraba tendida sobre la tierra, en ella, una canasta de caña era lo que resaltaba, junto con las dos botellas de vino que sobresalían de ella; uno frente al otro, dos platos de brillante material plateado estaban firmemente alineados con sus respectivos cubiertos y finalmente, dos copas acompañando sus lados.

𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔, draco malfoyWhere stories live. Discover now