Después de ese día, en la mañana siguiente, Jason le había propuesto a Hayley salir de nuevo al patio de la Torre del Reloj después de clases, otro día fueron a los jardines y al siguiente de ese a los alrededores del Lago Negro.
Y Hayley no podía negar que Jason era lindo, buen chico y que de verdad se estaba esforzando. Todos los días le llevaba una rana de chocolate y Hayley temía que él quisiera chantajearla con eso, porque lo lograría.
Por el lado de Draco, la verdad era que en esa semana casi no había hablado con él, la mayoría del tiempo estaba con Pansy, besándose en privado o públicamente en la sala común. Comenzó a resultar tedioso desde el primero encuentro, pues aunque Draco decía que no eran novios, Pansy juraba que sí.
En fin, Hayley solo quería estampar su puño en su fea cara de perro.
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―Me la he pasado genial, Jay. Enserio, gracias.―Hayley sonrió pasando un mechón de cabello tras su oreja.
―Me alegra, Hayley, enserio lo hace.―sonrió Jason.
Tomó con cuidado la mano de Hayley y se recargó en el muro de piedra de la mazmorra. Jugueteó un poco con ella antes de mirarla a los ojos. Hayley le regaló una pequeña sonrisa. Se aclaró un poco la garganta y se debatió por hablar.
―¿Has... estado pensando en lo que te propuse?
―Yo... sí, he pensando en eso. Pero...
―Hayley, no estás obligada a decir que sí.―Jason ladeó la cabeza.
―Lo sé.―se apuró a contestar.―Tenlo por seguro, si no quisiera ir contigo te lo hubiera dicho desde el primer momento, solo que aún no sé si sí quiero.
―Tranquila, ¿sí? Aún falta una semana para el baile. Y si dices que no, te prometo una rana de chocolate a que no me molestaré, estás en todo tu derecho.
―Eh, gracias, Jason. Será mejor que entre o sino...
―¡Hayley Jillian Potter!
―... pasará eso.―terminó por de decir.
―¡Cinco minutos tarde, señorita!
―Ya lo sé, Nott. Hemos estado aquí afuera.―bufó Hayley.―Nos vemos mañana, Jay.―el chico soltó su mano con cuidado y le sonrió.
―Así será, Hayley.
Hayley se limitó a estirar la mano como respuesta y entró a la sala común seguida de Nott y Zabini, quienes seguían indignados de que Hayley haya tardado más de una hora.
―Chicos, enserio. Ni siquiera Harry era así.―bufó.―Merlín, enserio eres desagradable, Malfoy.
Draco se separó de Pansy y le dedicó una mala mirada a Hayley.
