𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔, draco malfoy

ii. charlie

―Por amor a los dragones, quédate quieto, Charles.―masculló Hayley mientras curaba las heridas del mayor de lo que fuera que hubiera pasado.―Entonces, ¿qué significaba aquella marca?

―Lo dijo Hermione hace cinco minutos.―Charlie alzó una ceja.

―Como sea, no la escuché.―Hayley sonrió inocente.

―¿Pelearon?―inquirió con curiosidad.

―Charlie, no seas chismoso.―le reclamó Hayley, terminó de curarlo y bajó su camisa.―Pero sí, discutimos.

―¿Quieres hablar de eso?

Hayley miró a su izquierda. Harry, Ron y Hermione hablaban entre ellos. Soltó un suspiro y luego miró a Charlie.

Extrañaba hablar con Sirius.

―Claro, no estaría mal.―accedió.

―¿Y por eso cambiaste de habitación?―Hayley asintió.―Pero de todos modos te preocupaste por él en su cumpleaños. ―asintió de nuevo.―¿Y no hubo algo de vuelta?―Hayley negó con un puchero.―Ven acá.

Tras dudarlo un poco, Hayley se acercó y Charlie la rodeó con sus brazos, luego de unos segundos se separaron y el pelirrojo la miró comprensivo.

―A veces es bueno alejarse de la propia familia, inclusive de los hermanos, por más cercanos que sean.

―Es fácil para ti decirlo, tienes como cien.―bufó Hayley. Charlie rió.

―Quiero decir, Hayley, que es bueno darse un tiempo y que cada quién forme sus propios pensamientos.

―Eso suena como una pareja.―arrugó la nariz.

―Son una pareja de hermanos.―acotó el mayor.

―No es lo mismo, hace apenas unos años, Harry es lo único que tenía.―bufó.

―¿Y qué es lo que tienes ahora?

A Draco.

―Creo que hay un amigo.―ladeó la cabeza.

―¿El hijo de Malfoy?―Hayley asintió confundida.

―¿Cómo sabes? ―inquirió.

―Los gemelos.―agitó su manó restandole importancia.―No te diré que te aferres―prosiguió―, porque eso es malo. Pero sí te aconsejo que cuides lo que creas que vale la pena.

Hayley lo pensó un poco, asintió y se levantó del suelo.

―Gracias, Charlie.―le dio unas palmaditas en la cabeza como tal perro y dejó su tienda para caminar hacia la suya.