i. dementors, again

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Hayley miró confundida hacia al cielo cuando notoriamente comenzó a hacerse más nublado de lo que ya estaba, comenzaba a verse negro. Miró hacia Harry confundida, no podía evitar pensar que lo que pasaba era algo más que un simple cambio de clima. Un frío recorrió su espalda haciéndola recordar aquella inquietante sensación

―Por favor no.―murmuró en tono de súplica.―Hay que irnos, ¡ya!

Harry asintió y Hayley se apresuró a tomar a Dudley de la camiseta para hacerlo caminar o más bien correr de vuelta al número cuatro de Privet Drive, pero sin embargo solo alcanzaron a llegar hasta un oscuro callejón mientras el cielo se volvía cada vez más oscuro.

Lumos.―susurró Hayley sacando su varita del dobladillo de sus shorts. La punta de la varita emitió un resplandor y Hayley suspiró aliviada.

Giró en su lugar y se le revolvió el estómago. Una figura altísima y encapuchada flotaba con suavidad en dirección a ella. No se le notaban ni los pies ni la cara mientras estaba suspendida en el aire.

Hayley retrocedió tambaleándose hasta que chocó contra la pared.

―¡Excpecto Patronum!―quiso exclamar, pero la voz le salió débil y distante. Solo un leve humo plateado había logrado salir de su varita, pero eso no detuvo en nada al dementor. Hayley giró a ver a Harry, su mellizo estaba en el suelo, arrinconado, mientras que un dementor se acercaba cada vez más a él y este no podía alcanzar su varita. A su derecha, otro tenía a Dudley bajo de él, como si tratara de succionarlo.

Hayley se concentró lo más que pudo, pensó en ella riendo con Theo y Blaise, en el baile con Jason, escaparse para ver a Sirius, platicar con Cho y estar con Draco... en eso se basaba su felicidad.

―¡EXPECTO PATRONUM!

Un ciervo, enorme y plateado, salió de la punta de la varita de Hayley y con la cornamenta golpeó al dementor donde éste habría tenido el corazón. El dementor se echó hacia atrás, ingrávido como la oscuridad, y cuando el ciervo lo embistió, se alejó revoloteando como un murciélago, derrotado.

Hayley alzó la varita en dirección a Harry y el ciervo corrió hacía él, logrando al fin que el dementor se alejara de él, luego Hayley la agitó a su derecha y el dementor flotó lejos de Dudley junto con los demás.

El cielo volvió a retomar su color claro y Hayley se acercó corriendo a Harry para ayudarlo a ponerse de pie, luego entre los dos levantaron a un todavía aturdido Dudley con algo de esfuerzo y emprendieron camino devuelta al número cuatro de Privet Drive.

―Vernon y Petunia van a matarnos.―advirtió Hayley y Harry apretó los labios, sabía que era verdad.

―No tienen porqué saberlo.

―Harry, ¡mírale la cara! Se ve más tonto que antes.―refunfuñó Hayley. Luego paró de golpe y sacó la varita.―Espera, ¿qué fue eso?

―Hayley, guarda eso.―masculló Harry entre dientes.―Pueden verte.

―Escuché algo.―avisó. Al no ver nada, hizo ademán de guardar de nuevo la varita.

―¡No guardes eso, muchacha!―le gritó la señora Figg, la anciana que los cuidaba cuando eran más pequeños.―¿Qué tal si hay uno más suelto por aquí? ¡Oh, voy a matar a Mundungus Fletcher!

―¿Qué?―dijo Harry confundido.―¿Es usted bruja?

―Soy una squib.―aclaró la señora Figg. Hayley y Harry asintieron confundidos.―Y Mundungus lo sabe muy bien, ¿cómo demonios iba yo a ayudarles contra un ataque contra los dementores?... Oh, ¿qué dirá Dumbledore?

𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔, draco malfoyWhere stories live. Discover now