Capítulo LVIII

238 16 8
                                    

FEBRERO

Rumores de pasillo. Lauren siempre los escuchaba circulando a su alrededor pero jamás creyó que hubiera uno sobre ella rondando por cada boca del instituto. No podía decidir si se sentía ansiosa por saberlo, o molesta porque alguna mente conspirativa tuviera el tiempo y la imaginación para inventar algo sobre ella. Finalmente y luego de pensarlo por varios minutos, tantos que Christian pensó que había dicho algo malo y ya se pensaba en problemas, Lauren giró su rostro del camino y lo miró fijamente. El joven estudiante ya se esperaba lo peor y no pudo sino sorprenderse cuando escuchó la voz inusualmente tímida de la profesora.

—¿Un rumor? —Christian asintió efusivamente mientras Lauren intentaba encontrar dentro de su mente, aquello que fuese lo suficientemente malo como para dar pie a un rumor. No había nada, salvo conversaciones y posibles arrebatos de su parte, pero nada contundente.

—Dicen que usted...—empezó a decir y ante la incertidumbre de lo que estaba por venir, Lauren pasó saliva una y otra vez pero el nudo en su garganta se negaba a irse. Por un segundo creyó que iba a hablar sobre su relación con Camila y eso la asustó. —Los chicos dicen que usted tiene un libro prohibido—dijo sin darle más vueltas al asunto. — Y yo me preguntaba si es verdad.

Aquello podía interpretarse de tantas maneras que Lauren no pudo sino obligarse así misma a encontrar el significado al que Christian se refería con "libro prohibido".

—¿Un libro prohibido?

—Si, ya sabe, un libro que fue prohibido por su contenido tan... ¿explicito?

—¿Estás seguro de que es sobre mí? —insistió Lauren empezando a creer que no se trataba más que de una broma pero para su preocupación el nervioso chico asintió.

—Incluso tienen un artículo que se publicó hace tres semanas. Mencionan su nombre y hay una fotografía.

—¿Sabes cómo se llama ese diario? —Tenía que revisar la fuente directa de algo que podría traerle graves consecuencias.

—Es una revista en línea—respondió rápidamente mientras hacía el intento de recordar el nombre— creo que llama

"Between Lines" El nombre se repetía una y otra vez en su cabeza, sabía que no era de un medio de Chicago a fuerza de conocer los títulos más comunes desde que era una niña pero no por eso le parecía menos familiar. Casi podía jurar que le había dedicado más de un par de horas a leer su material.

—Si quiere puedo buscarlo para usted. —ofreció mientras sacaba su teléfono del bolsillo. Lauren quien llevaba las manos ocupadas en el volante asintió sin apartar la mirada de la carretera.

Las intensas lluvias que se habían estado presentando durante los pasados días en todo Nueva Jersey estaban haciendo estragos en los caminos, convirtiéndolos en sitios peligrosos por los que se hacía casi imposible, transitar. Ante el oscuro panorama y las inminentes lluvias que se veían frente al parabrisas la profesora sintió el latente impulso de dar marcha atrás, pero ya estaban a más de la mitad de camino y luego estaba Christian, quien se había mostrado tan emocionado desde que lo recogiera en casa de sus padres. No podía hacerle tal desaire a alguien que había puesto sus esperanzas y anhelos en sus manos. Por lo que con la mayor paciencia redujo la velocidad y escuchó atentamente cada palabra del artículo que Christian leía para ella.

Dos cosas buenas ocurrieron cuando terminó de leer para ella, la primera fue descubrir que la dueña de ese libro prohibido no en el sentido sexual sino de censura política, no era ella, sino alguien que poseía el mismo nombre pero distinto apellido. Lauren Cyrus era la dueña de un interesantísimo libro de política que se había propuesto leer nada más tener la oportunidad. Y la segunda cosa y la que más feliz la hacía, era el increíble progreso que Christian estaba teniendo en la lectura. Con singular alegría tuvo que admitir que las tardes extras que le dedicaba al chico, ya comenzaban a rendir sus frutos.

It Will Rain (Camren)Where stories live. Discover now