Something's gotta give pt 3

299 16 11
                                    

Todo ocurrió tan rápido que Lauren apenas y había podido procesarlo mientras conducía por la oscura carretera hacia Princeton. En el camino los árboles se veían como nubes de humo que se desvanecían al pasar junto a ellos. Los neumáticos chirriaban al hacer contacto con el asfalto y el olor a quemado a pesar de que las ventanas estaban cerradas lograba colarse por las rendijas de ventilación. Su respiración acelerada se ponía a la par de su agitado corazón que en conjunto con sus manos temblorosas formaban una triste y al mismo tiempo hermosa melodía que se perdía en el silencio.

Casi a punto de llegar a su destino comprendió que el peligro había quedado atrás, ya no era necesario huir porque finalmente se veía libre de las ataduras de Tyra Collins. Ya no había nada que temer, así que redujo la velocidad y en un suspiro profundo dejó ir toda la tensión de las últimas horas. En cada inhalación podía ver a través de sus recuerdos las imágenes de lo que había ocurrido luego de que la doctora revelara sus intenciones que nada tenían que ver con las suyas.

En segundos vio derrumbarse la muralla que ocultaba la verdadera cara de la doctora y lo que se escondía detrás la asustó como nada en el mundo lo había hecho. La dulzura que Tyra había mostrado en todo momento desapareció casi tan rápido como su paciencia. Nadie más pudo ver el rápido cambio en su mirada cuando Lauren comenzó a alejarse, escapando finalmente de la fiera que intentaba atraparla, por su parte Tyra se acercaba, siempre acechándola. El alboroto y las personas que gritaban emocionadas poco a poco quedaron rezagadas por el intempestivo escape de las dos mujeres.

Ya sin presión social y miradas curiosas de por medio Lauren se detuvo a un costado de la puerta principal justo en la entrada del recinto y le dio la respuesta que Tyra tanto pedía minutos atrás.

—Yo no quiero...

—Piensa un poco más lo que vas a decir, Lauren.—repuso en un tono cauteloso intentando convencerla pero Lauren había visto demasiado aquella noche como para caer otra vez.—Piénsalo bien porque después no habrá marcha atrás. Ya no voy a tolerar una más de tus tontas rabietas. Estoy harta de tu maldita actitud.

¿Dónde estaba la mujer comprensiva y totalmente enamorada que le había propuesto matrimonio frente a un público enorme? Debía haberlo soñado porque de esa mujer no quedaba rastro alguno.

Atónita por lo que escuchaba permaneció en silencio, simplemente admirando como la inestabilidad de Tyra hacía su aparición. En sus ojos cafés había odio puro y todo iba dirigido hacia ella. Lo podía sentir mientras su cuerpo se estremecía de miedo ante cada movimiento involuntario de la doctora.

—Lo único que tenías que decir era "si" "si quiero" pero eres tan estúpida que ni eso puedes hacer.

—Yo no te amo Tyra.

—Eso no es importante, Lauren. Son solo compuestos químicos que bien pueden ser manipulados en un laboratorio, es tan sencillo como producir serotonina, dopamina y oxitocina y ¡voila! tienes una farsa recién salida del horno. No hay más que eso. Lo que tu conoces como amor son solo historias mediocres de personas todavía más mediocres que no han conocido nada mejor en la vida y por ello deciden atribuirle su fallida felicidad a ese repugnante mito. No existe y es mejor que lo entiendas ahora.

—¿Quién eres? —Tyra sonrió y de su mirada escapó un brillo malintencionado que consiguió helarle la sangre. —¿Cómo llegamos a esto? No entiendo en qué momento cambiaste tanto.

—No cambié Lauren, yo siempre he sido así y muy en el fondo tú lo sabías, pero era mucho más sencillo pintarme como una buena persona que admitir que salías con alguien como yo.—con un suspiro resignado finalmente lo admitía.— Soy la mentira que mejor te has contado y me volví tan real que ahora estoy viviendo dentro de ti, tan profundo que no vas a poder sacarme nunca.

It Will Rain (Camren)Where stories live. Discover now