Capítulo XXX "The Lost Valentine" parte 1

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Último 14 de febrero juntas

Mientras encerraba el numero catorce del calendario con un lápiz rojo, Camila sonreía de manera radiante. Aquel iba a ser el mejor San Valentín de toda la historia.

Después de un año de subidas y bajadas en su relación al fin iba a pedirle a Lauren dar el siguiente paso. Lo tenía todo planeado desde hace meses, pero el momento nunca parecía ser el perfecto para hacer la gran pregunta, pensó hacerlo durante las fiestas navideñas, pero entonces ocurrió, tuvieron la pelea más grave del año en la que la mejor solución que pudieron encontrar fue dividirse y pasar las fiestas cada una con su familia. Sobra decir que fue el peor año nuevo de la historia para ellas, pero se arreglaron unas cuantas horas después del repiqueteo que las doce campanadas. Luego las dos familias se reunieron en la "austera" cabaña que la familia Cabello poseía en Aspen para compartir los primeros cinco días del año. Camila iba a hacerlo, pero entonces sus padres acapararon toda la atención al informarles con suma felicidad que una nueva sucursal de la joyería de su madre iba a abrir sus puertas la semana próxima en Miami. La emoción de todos por el reciente acontecimiento terminó por desalentar a la morena que decidió guardar la hermosa pieza de joyería para un momento más adecuado que ese.

Y ahora mientras admiraba el estuche color negro encima de su escritorio y suspiraba con anhelo supo que no había mejor momento que el mismo día del amor para pedirle a su más hermoso sueño que fuese su Valentín no solo por ese año, sino por el resto de la vida.

En la mente de Camila todo estaba perfectamente planeado, empezando con lo primero: llamar a su novia, que si no se equivocaba y estaba segura que no, iba a estar con la clase senior hablándoles de de Truman Capote justo como le había comentado la noche anterior mientras cenaban. Luego de compartir unas palabras de cortesía y decirle cuanto la amaba, simplemente y de manera casual dejaría caer la invitación al único restaurante de sushi que había en el pueblo llamado The Black Pearl al que podía jurar iba a aceptar de inmediato. Camila no intentaba ser pretenciosa o controladora, pero es que tampoco creía que Lauren tuviese mejores planes, considerando que aquella fecha la habían pasado juntas desde que empezaran su relación. Cuando terminara la llamada iba a tomarse el resto de la jornada como se lo había dicho a Mason esa mañana en la que consiguió el mejor trato de su vida. Realmente no hubo mucho tira y afloja en aquella negociación puesto que ambos tenían intereses y estaban dispuestos a dar todo de sí para que funcionaran. Así que sin culpas por perder un par de comisiones Camila se marcharía de la oficina para organizar cada pequeño detalle de la velada. Todo tenía que ser perfecto para que cuando la hora de la verdad llegara no hubiese ningún cabo suelto que la hiciera tambalear en sus planes.

Y si todo salía bien, al final de la noche podría gritar con el más puro orgullo que Lauren Jauregui había aceptado ser su esposa.

—Toc toc toc— un hombre alto y perfectamente vestido con un traje a la medida entró a su oficina caminando con soltura y seguridad hasta sentarse en la esquina del escritorio. Camila se recargó en su silla y lo siguió con la mirada, se detuvo en su inspección cuando vio la blanca y burlesca sonrisa de Preston Myers, su amigo y compañero en el crimen que la había ayudado a preparar todo para la gran noche. —¿Lista para hoy?

—Ansiosa. —respondió rápidamente y Preston sonrió. —Pero más que nada estoy feliz. Se que Lauren va a decir que sí.

—¿Puedo preguntar de donde viene tanta seguridad?

—¿El amor que nos tenemos te parece suficiente?

—¿Qué pasa si ella te dice que no?

—Confía en mí, va a decir que sí.

It Will Rain (Camren)Where stories live. Discover now