little & cute boy © kookv

29. Labial

JiMin buscaba entre los estantes del baño, aún escuchando aún risas y burlas abajo, sumadas a las maldiciones por parte de JooHeon, quien se había despertado con el rostro cubierto de... penes, dibujados con un pintalabios de YongSun que MinHyuk y ChangKyun había tomado sin permiso en medio de la noche.

Nadie había hecho nada -aunque KiHyun en un principio se había mostrado reacio- para evitar que el rostro de JooHeon se tornara una auténtica obra de arte, como el propio MinHyuk la había catalogado. Al final, todos reían escandalosamente mientras ChangKyun y MinHyuk se turnaban el labial rojo, bajo la escusa de que todo aquello había sido culpa de JooHeon por dormirse mientras hablaban.

JooHeon había ido corriendo al baño a lavarse la cara al despertar, y ahí era cuando había comenzado a chillar y a perseguir a MinHyuk con un zapato en la mano. Porque el labial no salía de su piel, tan solo se emborronaba y provocaba que el dibujo se viera aún más grande y grotesco.

Su madre se había despertado con el escándalo, regañándolos por el ruido que estaban haciendo siendo un domingo a las 8 de la mañana, pero sin poder evitar carcajearse al ver la cara del hijo de los Lee.

—Me alegra que cambiárais de víctima esta vez y que no vayáis siempre contra el pobre de Tae —había comentado la mujer, sin repararse en que el mencionado no se encontraba en la sala— JiMin, cariño, trae el desmarquillante de tu baño para Honey.

Así que allí estaba, revolviendo entre su multitud de cosméticos y botes en busca del desmaquillante, que no aparecía por ninguna parte. Estaba comenzando a frustrarse, su estómago rugía gracias al delicioso olor de las tortitas que su madre se había ofrecido a preparar como desayuno.

¿Dónde había dejado el maldito bote? Si hace dos semanas salió de fiesta con MinHyuk y...

Se levantó de golpe, recordando que ese día se habían preparado en el cuarto de invitados porque el baño estaba ocupado por su padre, y su madre no les había dejado pasar a su propia habitación porque acababa de fregar el suelo.

Dejó todo lo que había desordenado en su sitio, caminando al cuarto mientras recordaba divertido como MinHyuk había empezado a chillar aquel día porque su camiseta se había manchado de delineador y "no podía ir así si quería ligar".
TaeHyung no había ido con ellos aquella noche. El solo pensar en su inocente Tae en una fiesta, besándose o siquiera coqueteando con algún chico o chica... JiMin no veía eso posible.

Por eso se quedó paralizado al entrar en la habitación y ver cómo su mejor amigo dormía en brazos de su primo.

● ● ●

Los únicos que no se habían marchado aún eran TaeHyung y YongSun; Tae porque iba a quedarse a comer, YongSun... estaba algo preocupada porque su hermano no había ido a buscarla a la hora y tampoco le respondía a las llamadas.

Ni JiMin ni la señora Park la iban a dejar irse sola y con ese frío, y YongSun sabía, además, que no podía irse porque no tenía llaves de casa y no tenía ni idea de donde se podía encontrar su hermano.

JeongGuk se sentía algo mal viendo a la chica preocupada por el paradero de SeokJin, sabiendo perfectamente que si subía las escaleras y entraba en la primera puerta a la derecha se toparía con él en una escena un tanto desagradable, teniendo en cuenta que se trataba de su hermano mayor.

El pelinegro dejó de acariciar el cabello de TaeHyung, intentando no dejarse vencer por esos ojitos de cachorrito suplicando por mimos, junto con un puchero. Se levantó del sofá estirándose perezosamente, chasqueando la lengua con cansancio por tener que estar siempre pendiente de YoonGi.

—Voy a ver si YoonGi ya despertó, es tarde —rascó su nuca, echándole una última mirada a los tres antes de dirigirse a las escaleras.

—Te acompaño... —murmuró JiMin. Se levantó también, viendo como Jeong subía por las escaleras sin haberlo escuchado.

Se apresuró a seguirlo, girando su rostro a ver como Tae se acercaba a hablar con la pelinegra.
A parte de que hubieran dormido juntos, a Park tampoco le había pasado desapercibido el como TaeHyung había bajado abrazado a su primo a desayunar, ni el como se había pegado al chico de nuevo en cuanto tuvo la oportunidad.

—JeongGuk.

El nombrado se detuvo, mirando a JiMin con el ceño fruncido.

—¿Qué sucede? —preguntó, desviando su mirada hacia la puerta y posteriormente a su primo— No creo que quieras acompañarme a despertar a YoonGi, JiMinnie. Ya sabes como se pone...

—¿Por qué dormiste con Tae? —le espetó, cruzado de brazos. Cambió el peso de su cuerpo de un pie a otro, observando acusatoriamente la expresión del pelinegro y como esta se tornaba sorprendida. Apretó los labios cuando su primo musitó algo que no alcanzó a escuchar.

No tenía celos, tan solo le parecía bastante raro.

—No le gustaban las películas que veíais, y tenía sueño. ¿Hice mal en dejarlo descansar? —el mayor se recompuso enseguida bajo el atento escrutinio del otro, alzando sus cejas y cruzándose ahora él de brazos. Se apoyó en la pared, mirando a JiMin y luciendo indiferente por su pregunta. Suspiró antes de hablar de nuevo— JiMin. Tenemos que hablar de... de lo que pasó en tu instituto.

JiMin se encogió, retrocediendo un par de escalones mientras miraba a su primo con los ojos muy abiertos.