little & cute boy © kookv

22. Vergüenza

—Pequeño —JeongGuk habló con la voz rasposa, alejándose despacio de él, viendo como el adolescente se había quedado estático nada más sus labios se separaron. Notó que la mejilla bajo su mano adquiría un llamativo calor y hasta sus orejas se cubrían de color carmín, causándole cierta ternura.

—Hyung, —titubeó, sin lograr mirar al mayor a los ojos. Se sentía terriblemente avergonzado— lo siento.

El más alto alzó una ceja, confuso.

—¿Y... y eso? —JeongGuk no lo entendía, no era él precisamente quien debería sentirse mal. El menor se levantó dispuesto a salir corriendo del cuarto, con la vergüenza tiñéndose en sus mejillas.
Pero JeongGuk agarró su brazo para evitar que huyera, haciendo que el menor trastabillara cayendo al suelo con estrépito.

—Debe venir de familia ser unos brutos… —refunfuñó mientras sobaba su trasero, aunque JeongGuk no alcanzó a escucharlo.

—No huyas, TaeHyung —le regañó, viendo como este soltaba el brazo que aún tenía agarrado y jugaba con sus dedos bajando la cabeza. Podía apreciar incluso como sus orejas continuaban rojas, pero no se giraba a mirarlo a la cara. Suspiró— ¿Beso muy mal y por eso huyes, Tae?

JeongGuk había hablado con dulzura, con una pequeña sonrisa adornando su rostro.
TaeHyung giró su cabeza mirándolo completamente escandalizado.

—Me gustó mucho —se apresuró a titubear. ¡Por supuesto que le había encantado besar a JeongGuk! Pero...

—¿Entonces por qué huyes? —sonrió de lado, levantándose de la cama y agachándose al lado del adolescente. Puso una mano en su cabello, acariciándolo.

—Solo soy un niñato que besa mal —TaeHyung hablaba bajo y sin mirarlo, con sus labios abultados en un puchero.

JeongGuk tomó su barbilla con el índice y pulgar, alzándola para que lo viera y, sin darle tiempo a reaccionar, plantó un besito en sus labios abultados.

—No besaría a un niñato —las mejillas de JeongGuk también se habían calentado por su repentina acción, se sorprendía a sí mismo. TaeHyung soltó una risa nerviosa y bajó la mirada, cubriendo su rostro por la vergüenza sin poder evitarlo.

—¿JeongGuk, no tenías que irte a algún lado…? ¿Qué hacéis en el suelo, niños? —la señora Park apareció por la puerta mirándolos desconcertada, apretando los labios en una mueca de confusión que sin ninguna duda su hijo había heredado de ella.

—E-es cierto —JeongGuk carraspeó levantándose del suelo de un salto, acomodando los puños de su camisa y pasando una mano por su cabellera— Gracias tía, Tae y yo estábamos hablando y se tropezó, ya sabes como es, ¿verdad Tae? —le tendió una mano al menor, que se levantó ignorando su ayuda.

—Sí hyung, —las mejillas del chico seguían de color carmín, pero su expresión lucía más seria que avergonzada— vas a llegar tarde, vete.

El pelinegro asintió, algo atontado, y le dio un beso en la mejilla a su tía, a petición de la misma, antes de dirigirse a las escaleras. Se giró únicamente para ver como la mujer revolvía el pelo de TaeHyung cariñosamente y le decía que fuera junto a JiMin, y como Tae infantilmente delataba a su amigo diciendo que lo estaba asustando con videos de terror.

Con una sonrisa elevando mínimamente la comisura de sus labios, apartó la mirada, caminando escaleras abajo para dirigirse a la entrada donde su coche esperaba, azul y brillante bajo los escasos rayos de sol que se colaban entre los nubarrones.
Posiblemente iba a llover.

● ● ●

—¿Jeon JeongGuk? —una mano se posó en su hombro. El mencionado se tomó su tiempo dando otro pequeño sorbo de café, antes de dejar la taza sobre la mesa de la cafetería.

El otro hombre se sentó frente a él, dedicándole una sonrisa cordial y pasando una mano por su cabello. Sus hoyuelos se marcaban, dándole un aire de inocencia propio de alguien que en su vida ha matado ni a una mosca. Se observaron unos momentos más, antes de que el mayor le sonriera también.

—Un placer verte de nuevo, NamJoon.

¿que otros ships os gustarían aquí? solo por curiosidad♡