2. Berrinches

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Jeon aparcó el coche frente a la casa de sus tíos, palmeando el muslo de YoonGi, que jugueteaba con su teléfono a su lado.

—Hemos llegado, enano —JeonGguk abrió la puerta. YoonGi rodó los ojos por el adjetivo, guardando el móvil en el bolsillo de la sudadera y abriendo la puerta del coche, notando el aire frío de Seúl a principios de octubre golpeando sus pálidas mejillas.

Cerró la puerta con algo más de saña de la necesaria, a lo que JeongGuk le dedicó una mirada reprobatoria por tratar así su preciado coche. YoonGi lo ignoró, comenzando a caminar hacia la entrada de la casa.

—Compórtate, ¿vale? —JeongGuk lo alcanzó y le rodeo el cuello con el brazo pegándolo a sí mismo, acercando el rostro al ajeno para morder su mejilla, en venganza por el golpe a su automóvil.

—¡Aish, quita! Un respeto, imbécil —YoonGi lo empujó lejos de él y siguió caminando hacia la entrada de la bonita casa, frotando su mejilla con el puño de su sudadera y empleando la fuerza suficiente para que su mejilla quedara notablemente rojiza, pero sin las babas de su menor.

Con el dedo estirado hacia el pequeño botón al costado de la puerta y antes siquiera de que pudiera timbrar, la puerta fue abierta y reveló un eufórico chico rubio que se lanzó directamente a abrazarse al cuello del chico.

—Joder, JiMin —titubeó YoonGi en el intento por no caer, devolviéndole el abrazo de manera torpe y algo incómoda. No le entusiasmaba su contacto, pero JiMin era efusivamente cariñoso y no iba a ser tan maleducado para apartarlo después de prácticamente un año sin verse, aunque intentó alejarlo lo más pronto que pudo. Estaba claro que el rubio le había echado de menos a YoonGi más que YoonGi a él, pero aún así estaba minimamente feliz de verlo.

—YoonGi, cuida la boca delante de mi primo favorito —JeongGuk reía mirando forcejear a su amigo en el intento de que JiMin dejara de irrumpir en su preciada burbuja de espacio personal. JiMin abrió mucho los ojos al ver al pelinegro y soltó a YoonGi besando su mejilla, para lanzarse sobre su querido primo. YoonGi volvió a frotar su mejilla de manera brusca, con una mueca de vergüenza y las mejillas de un rojo intenso.

—¡Gukkie! —JiMin llenó la mejilla de su primo de repetidos y sonoros besos— ¡Te extrañé! Y también a YoonGi hyung.

YoonGi apartó la vista de ambos para saludar a la señora Park. Su mirada se topó con la de un chico delgado que observaba con aire sombrío la escena del reencuentro. Alzó una ceja, posiblemente era amigo de JiMin, no entendía por qué esa cara. Se acercó, saludando con educación a la amable y dulce señora Park, aceptando el abrazo y los dos besos que le ofrecía la mujer.

TaeHyung se dignó a acercarse en cuanto la madre de JiMin se adentró en la casa para llamar a su esposo y poder comunicarle que su sobrino ya había llegado.

—¿Qué tal estás, Chim Chim? —preguntó Jeong, deshaciendo el abrazo y revolviendo los cabellos de su primo, que era considerablemente más bajo que él, e incluso más bajo que YoonGi (algo que a Jeon le resultaba difícil de asimilar). Aún así, se notaba que había crecido de un año para otro.

TaeHyung se sentía irremediablemente molesto por el apodo que le había dicho a su JiMin.

—Solo yo te digo Chim Chim —farfulló TaeHyung abrazando al rubio y apoyando la barbilla en su hombro, rodeándolo con sus brazos de manera algo posesiva. El rubio se sorprendió por la acción de su amigo y lo miró de reojo, pero se dejó abrazar.

—Uh, ¿lo... lo siento? —JeongGuk se veía algo confuso. La cara del niño le sonaba de algo pero no llegaba a recordarlo de el pasado año.

—¿Acaso eres su novio? —YoonGi se había recostado en la pared con los brazos cruzados. Su nariz y mejillas estaban rojas por el frío dándole un aspecto adorable, pero su postura desinteresada y su mirada fría, acompañados de una ceja alzada, le daban "ese" toque de chico duro.

JiMin enrojeció violentamente y TaeHyung abrió su boca. Ambos negaron con la cabeza rápidamente, pero el castaño aún no soltaba a JiMin. YoonGi negó con la cabeza y se dirigió al coche de nuevo. JeongGuk suspiró cuando su amigo le arrebató agilmente las llaves del bolsillo trasero, estirando su mano hacia TaeHyung con una pequeña sonrisa.

—Lamento haberle llamado así a JiMin. Y hola, soy Jeon JeongGuk, un placer conocerte —TaeHyung miró al chico y luego su mano, hasta que al fin se decidió en estrecharla.

—Kim TaeHyung, JiMin es mi mejor amigo —Tae le soltó la mano a JeongGuk para abrazar de nuevo a JiMin. El rubio sonrió de lado al oír aquello, aún algo extrañado por su comportamiento.

—Entrad en casa, hace frío —el mayor les dedicó una sonrisa sincera, en la que se veían sus paletas algo echadas para delante— Voy a ayudar a YoonGi con las maletas.

El joven se dio la vuelta y JiMin mordió su labio siguiéndolo con la mirada. ¿Y si YoonGi se había molestado, o pensaba que TaeHyung y él sí eran novios?

Taehyung tomó de la mano a su amigo para que entraran, pero un tirón lo hizo detenerse.

—¿Qué te pasa? —el mayor del par bajó la voz, acariciando la mano del chico— ¿Por qué te comportaste así? —JiMin hizo un puchero al pensar en como se había ido YoonGi. Tae mordisqueó sus labios.

—Es que, yo... —Tae le soltó la mano con brusquedad y le dio un empujón para pasar y salir corriendo hacia la calle, haciendo que JiMin frunciera el ceño. A veces llegaba a molestarle su actitud. ¡No lo entendía!

—¡TaeHyung, espera! —JiMin chilló, ahora asustado al ver como su amigo seguía corriendo sin mirar nada más que al frente— ¡No estoy enfadado, Tae!

El castaño no le escuchó y siguió corriendo, con el enfado nublando sus sentidos. Escuchó un atronador claxon a su lado y se quedó paralizado viendo el camión que se aproximaba a él.

little & cute boy © kookvWhere stories live. Discover now