8. Compasión

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El niño se encogió en el suelo de el mugroso vestuario, comenzando a sollozar descontroladamente. Abrazó sus piernas temblando y se pegó a la fría pared de azulejos, mirando preso del pánico los chicos que lo rodeaban. Eran tres. O cuatro. Tenía la vista nublada por las lágrimas y sentía como su cabeza daba vueltas por el golpe que acababa de darse cuando uno de ellos lo lanzó contra el suelo.

-Ah, ¿qué le pasa ahora? -la voz que ya conocía se echó a reír- Venga niñato, deja de llorar y mírame.

TaeHyung intentó enfocar su vista en el chico que había hablado. Lo reconocía de verlo por los pasillos, iba dos cursos por encima de él pero no le había hablado nunca. Tenía una terrible reputación. Este sonrió de manera cínica, provocando que un escalofrío recorriera de arriba a abajo la espina dorsal del menor.

-¿Por qué una cosita como tú se junta con la zorra de Park? -sus dedos se clavaron en su mejilla, acariciándolo de manera brusca. El menor giró su cara para que no lo tocara.

-JiMin n-no es una zorra -susurró, hacia el suelo. Intentaba con toda su fuerza de voluntad no titubear ni echarse a llorar. Su labio temblaba y los ojos se le llenaban de lágrimas a cada palabra. Estaba completamente aterrorizado, quería irse a su casa.

-¿No es una zorra? -soltó una sonora carcajada que los otros chicos secundaron con risitas- Es un calienta pollas y un marica llorón, casi tan llorón como tú -sonrió con burla y pasó su pulgar bajo los ojos de TaeHyung, limpiando sus lágrimas. Fue bajando sus manos por sus mejillas hasta su cuello, llegando a su torso. Subió su suéter y acaricio su abdomen y la pequeña cintura de TaeHyung.

El menor cerró los ojos con fuerza y mordió su labio intentando retener el llanto. No le gustaba, no quería que le tocará.

-P-para -susurró, las lágrimas rodaban por sus mejillas mientras el abusón sonreía. Se acercó más al menor, pasando sus labios secos por su cuello, subiendo sus ásperas manos por los suaves muslos de TaeHyung, intentando meterlas bajo los shorts deportivos que traía. Tae sollozó, removiéndose e intentando apartarlo, sujetando sus muñecas para que se alejara sin éxito. Pero el chico lo aprisionó bajo sus piernas.

-Kang, deberías parar ya -uno de los chicos irrumpió a la asquerosa escena, tirando del hombro del chico que se cernía sobre el castaño- Ya lo asustaste, dejémoslo. Vámonos.

Él se giró, levantándose y agarrando al moreno por la camisa.

-¡Haré lo que yo quiera, imbécil! Si no te gusta vuelve con tu puta madre -lo empujó, haciendo que cayera a los pies de el tercer chico, que rió. TaeHyung miró aquello con los ojos llenos de lágrimas, aterrorizado, y sus ojos se encontraron un momento con los de el chico moreno.

TaeHyung articuló la palabra ayuda con sus labios, mudo por el miedo, mientras que el enorme chico se giró de nuevo hacia él, bajando con brusquedad sus pantalones e intentando lo mismo con su ropa interior. TaeHyung chilló, pataleando desesperado por salir de allí.

-¡Para, joder! -el segundo chico se levantó de nuevo, tratando de ir hacia ellos- ¡Es solo un niño, para!

-Cállate -murmuró ronco, pasando sus manos por las piernas del menor, haciendo que este llorara más fuerte. El chico se lanzó contra él, apartándolo de TaeHyung de un empujón, completamente enfadado.

-¡Qué pares! -bufó, sujetándolo de la camisa. El más grande enrojeció y sin avisar soltó un puñetazo en la nariz. El otro soltó un gruñido, sujetando su nariz y cayendo hacia atrás. Al que habían llamado Kang se lanzó sobre él con el puño cerrado, golpeándolo sin piedad.

TaeHyung intentó levantarse mientras subía sus pantalones, tembloroso, pero resbaló cayendo de nuevo sobre las baldosas. Vio al magullado chico que lo había defendido dejar de forcejear bajo los puñetazos del otro.

Lo va a matar. TaeHyung temblaba mirando horrorizado la escena.

-Por favor, no -dijo Tae con la voz rota, ligeramente más aguda por el miedo. El abusón soltó una escalofriante carcajada girando su cabeza hacia TaeHyung, con el puño aún alzado hacia el moreno. Tae se estremeció al ver la paliza que había recibido el pobre chico; tenía el labio roto y la nariz sangrando, su pómulo se tornaba morado al igual que su ojo derecho.

-¿Qué te pasa, quieres que te pegue a ti en vez de a él? Mira NamJoon, -sonriendo burlón, sujetó al chico por la nuca para que mirara a TaeHyung- el niñito es un valiente.

-¿Qué cojones pasa aquí? -Tae sintió su corazón salirse del pecho de felicidad y miró hacia la entrada a los vestuarios.

-Gukkie hyung... -sollozó.

little & cute boy © kookvTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon