28. Malas miradas

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TaeHyung se sentía sofocado. A pesar de ser casi mediados de octubre y pasar de la medianoche, el castaño estaba deseando inexplicablemente deshacerse de su camiseta y el resto de sus prendas y lanzarlas lo más lejos posible. JeongGuk hacía ya un rato que había bajado a por su cena y todavía no había vuelto, pero aún podía notar sus mejillas enrojecer y sus labios cosquillear ante el recuerdo de sus labios y de su cuerpo sobre él.

Pasó una mano por su cabello, sonriendo y soltando una risita antes de rodar sobre la cama, quedando boca abajo. Tomó la almohada, abrazándola y apretándola contra sí, deseando que esta se tratara de JeongGuk. Estaba tan emocionado por volver a encontrarse entre sus brazos. ¿Dormirían juntos? ¿Abrazados, con su cabeza reposando sobre su pecho y sus brazos rodeando su cintura? ¿O en cucharita, siendo él mismo la pequeña?

Amoriguó un chillido contra el suave objeto, alejándolo de su rostro después y suspirando, con los ojos cerrados. No quería pararse a pensar en la situación. En lo que estaba haciendo. En los libros, las películas y las series los protagonistas que se besaban, vivían aventuras y se amaban con locura eran un chico y una chica; siempre un chico y una chica.

Las parejas que veía en la calle, sus padres, sus familiares y los padres de sus amigos… se había acostumbrado a eso. Hombre y mujer. Era lo que siempre había visto como normal.

TaeHyung no era una chica. Y estaba seguro de que JeongGuk tampoco lo era –aunque pudiera haber sido como su antiguo compañero y amigo Rocky, que era un niño aunque no fuera eso lo que estaba escrito en su DNI–. ¿Qué podría haber de raro en que fueran… dos chicos? Sintió su corazón latir con fuerza.

Sabía que la gente veía raro que dos chicos o dos chicas se dieran besos o se tomaran de la mano en público, e incluso llegaban a insular o agredir a aquellas personas que se salían de la norma. Sabía que estaba mal visto, pero a él no le parecía que fuera algo tan… malo. Era cierto que, aquella vez que había visto a JiMin besándose con un chico unos cursos mayor que él, se había sentido extraño. Extrañado de que su mejor amigo no se estuviera besando con una chica como el resto de personas de su edad.

Y había sentido un poco de asco, pero eso último había sido por la situación: la manera tan explícita en la que ambos compartían su saliva y se manoseaban había sido demasiado para un TaeHyung de casi catorce años, que inmediatamente se había cubierto los ojos y les había pedido entre farfullos que se detuvieran, con las mejillas rojas de vergüenza.

Le había dado vueltas a aquello durante varios días, tanto a la escena que había presenciado como a la conversación que tuvo con JiMin después. Su relación no había cambiado tras enterarse de que JiMin estaba "en la otra acera". TaeHyung ahora no sabía en que lado de la metafórica acera se encontraba, ¿tal vez en el medio de la carretera? Las chicas seguían resultándole lindas y anteriormente había tenido un flechazo por su compañera Sana, pero las cosas con JeongGuk… se sentía distinto. Era distinto.

En los libros todo aquello se veía mucho más poético, más bonito, más sensual. Ver a su mejor amigo besándose tan lascivamente con alguien había resultado más bien traumático.
Sin embargo, estar de esa misma manera con JeongGuk…

Había superado cualquier ficción.

Se sobresaltó cuando Jeong entró en la habitación, pero se relajó al momento, apartando sus pensamientos y sonriéndole al mayor. El de cabellos azabache se aproximó a él, con una expresión neutra.

—¿Dormirás aquí? —cuestionó, tras aclarar su garganta. Su tono había salido más duro de lo que quería, casi como si lo dijera con molestia, reclamándole algo tan solo por su presencia. La amplia sonrisa de TaeHyung tembló, casi como si fuera a quebrarse.

—Yo… tenía pensado… —TaeHyung apartó su mirada, murmurando con pena, haciendo sentir mal a Jeon por su tono— Solo si no te parece mal…

—Me parece bien —afirmó apresuradamente, sentándose al lado del menor— Claro que me parece bien, pequeño.

Pequeño.

JeongGuk le había llamado así desde que se conocieron. La sonrisa de TaeHyung volvió a aparecer, tímidamente. Deslumbrando a JeongGuk con la felicidad e inocencia que se reflejaba en sus ojos.

Kim TaeHyung sabía que ninguno de los dos era una chica, pero también tenía claro que no le importaba. Fuera hombre, coche o patata, cuando levantó su mirada hacia Jeon JeongGuk, el tonto primo de su mejor amigo, supo que aquel chico le fascinaba. Así como la primera vez que se besaron, TaeHyung se echó hacia delante, rozando sus labios.

JeongGuk decidió ignorar las palabras de su mejor amigo, el hecho de que TaeHyung fuera menor y además el mejor amigo de su primo, haciendo oídos sordos a alarmas que retumbaban en su cabeza diciendo que no estaba bien. Terminó de juntar sus labios con los del castaño, cerrando los ojos y dejándose llevar.

Porque puede que Tae solo fuera un adolescente, pero le había cautivado desde el momento en que, deshecho en lágrimas en sus brazos, le había preguntado si quería ser su amigo.

En menos de dos semanas, ambos habían caído en los brazos del otro.

quedan aproximadamente seis capítulos y el epílogo, ¿listos para ello?

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quedan aproximadamente seis capítulos y el epílogo, ¿listos para ello?

little & cute boy © kookvWhere stories live. Discover now