9. Rudeza

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Tae se cubrió los ojos con sus manos cuando vio a JeongGuk lanzar el primer puñetazo. Se estremecía y temblaba de miedo con los gruñidos y quejas de los mayores con cada golpe. ¿Y si le daban a él? ¿Y si le hacían daño a JeongGuk?

—Pequeño... —unos dedos largos acariciaron su mejilla con suavidad. Abrió los ojos temeroso y se encontró con JeongGuk frente a él, impidiendo que viera algo más que no fuera su pecho. Tae se pegó a él ocultando su cara en el hueco de su cuello y aspiró profundamente su aroma, intentando calmar su agitada respiración.

—Hyung... —susurró contra su cuello, provocando un estremecimiento en el mayor al notar su cálido aliento golpeando su piel. Mordió su labio.

—Vamos, pequeño —el castaño se abrazó más fuerte a JeongGuk dándole a entender que lo cargara, por lo que este lo tomó por los muslos. TaeHyung, con las mejillas calientes al notar las manos del mayor en su cuerpo enredó sus piernas en la cintura de JeongGuk, para no caer. Se sentía bien que él le tocara, como él lo tocaba. Le hacía sentir querido, protegido, y no sucio.

—¿Y ellos? —murmuró, temeroso. Había oído pasos alejándose corriendo tras la pelea.

—Salieron huyendo —dijo entre dientes, intentando controlar el impulso de salir tras ellos y molerlos a golpes. No podía dejar a Tae, no luego de eso y no viendo la manera en la que se aferraba a él, como si su vida dependiera de ello. Con pasos lentos salió del condenado vestuario y caminó por los pasillo con el menor en brazos. Apretó la mandíbula al ver a uno de ellos en el suelo, con la espalda apoyada sobre las taquillas. A pesar de la insistencia de JeongGuk de que se mantuviera así, Tae levantó la vista, abriendo mucho los ojos al observar al magullado moreno en el suelo.

—¡Él me ayudó! lo intentó —se removió haciendo que Guk lo soltara y corriendo hacia el chico, arrodillándose a su lado.

—¿Uh? —JungKook se tensó, alzando las cejas incrédulo cuando TaeHyung limpió delicadamente con el pulgar la sangre que le caía por la barbilla al chico moreno.

—Muchas gracias por intentar ayudarme. ¿Estás bien? —preguntó TaeHyung, susurrando de manera dulce pero con semblante preocupado. El adolescente sonrió en silencio, haciendo inmediatamente una mueca de dolor.

—Vayámonos. Ya —el pelinegro le tomó la mano con firmeza, tirando de él y haciendo que se levantará y se alejara del otro.

—Pero hyung, él...

—Sin peros. Ve yendo hacia el coche, está JiMin dentro. Si ves que ellos vuelven, grita —mantuvo en todo momento su semblante serio, mirando al menor. TaeHyung agachó la cabeza susurrando un escueto "sí, hyung" y se encaminó a la salida, corriendo mientras se aferraba a su mochila.

—Lo siento mucho, espero que el niño se encuentre bien... —el moreno se levantó haciendo una mueca de dolor, apoyándose en la taquilla y sujetando su costado. Se veía que le dolía, pero JeongGuk lo ignoró.

—No sé que mierda os creéis —habló entre dientes, tomándolo del cuello de la camisa y empujándolo contra la taquilla con furia contenida— para hacerle eso a un niño, pero esto no acaba así. El que le tocara un solo pelo lo va a lamentar.

—Quiero ayudarte,  —dijo con la voz ronca, sin parecer intimidado por el otro— ya estoy harto de Kang, no pienso soportarlo más —Jeong lo soltó y este pasó la mano por su rostro, tocando su labio que aún sangraba y observando el líquido rojo en sus dedos. El rostro de JeongGuk se contrajo, ¿por qué el moreno se juntaba con ese miserable? No parecía mala persona, a pesar de su aspecto rudo.

—¿Cómo te llamas? —preguntó, haciendo tronar sus nudillos, algo lastimados por la pelea.

—NamJoon, Kim NamJoon.

—Bien, NamJoon. Tenemos bastante de qué hablar, dame tu número —dudó un momento antes de sacar su teléfono y extendérselo al más alto. NamJoon lo tomó y añadió sin inmutarse su número a la lista de contactos.

—Cuando quieras llámame.

—Jeon JeongGuk —soltó su nombre sin esperar a que el contrario preguntara por él, agarrando de nuevo su teléfono y guardándolo en el bolsillo. Solo podía pensar en TaeHyung y lo que podría haber pasado si él no hubiera llegado...

No, esto no iba a acabar así.

little & cute boy © kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora