3. Pitidos

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TaeHyung se quedó sin aliento con el impacto.

Unos brazos firmes rodearon su cintura y su espalda chocó contra el pecho de un chico, robándole el aire de los pulmones. Ambos cayeron contra la acera justo cuando el camión pasaba tras ellos, haciendo sonar el claxon cual maniático y dedicándoles una larga serie de maldiciones que horrorizarían a cualquiera que las escuchara.

TaeHyung no prestaba atención. Sus manos tantearon entre temblores a las del chico que lo abrazaba con fuerza contra su pecho, casi parecía que quería hundirlo en su pecho y guardarlo ahí para siempre. Giró lentamente su cabeza, encontrándose con unos ojos oscuros que lo observaban.

—Ya... ya pasó —JeongGuk dejó pequeñas caricias en su cabeza, aún regulando su respiración por la carrera que había hecho.

TaeHyung lo miraba boquiabierto. Su labio tembló cuando susurró un débil "gracias" antes de comenzar a sollozar a causa el susto.

Guk suspiró aliviado y acunó al niño suavemente, dejando que apoyara la cabeza en su pecho.

—¿Estás bien? ¿No te lastimaste? —TaeHyung negó, sin dejarle ver su rostro al no querer apartarse de él. Jeon solo podía ver como sus hombros temblaban, y comenzaba a notar la humedad de sus lágrimas atravesando su camisa.

—¡TaeHyung! —JiMin chilló sujetando con fuerza el brazo de YoonGi, que respiraba agitadamente. El pálido también había intentado alcanzar a TaeHyung al verlo precipitarse ante el camión, pero su amigo había sido mucho más rápido, y eso lo aliviaba de sobremanera. Él no habría podido alcanzarlo a tiempo.

—Tranquilo —YoonGi puso sus manos en los hombros de JiMin, encargándose de que no saliera corriendo en dirección hacia su amigo, cometiendo él también la imprudencia de cruzar la calle sin mirar— Está bien, JeongGuk lo tiene.

JiMin se abrazó a YoonGi, envolviéndolo entre sus brazos sin apartar la mirada de los dos chicos que se encontraban en la calle contraria. YoonGi decidió no apartarlo, pero únicamente por las circunstancias.

—Vamos, TaeHyung. Solo fue un susto... —JeongGuk suspiró evitando mencionar que podría haber acabado mucho, mucho peor.

El castaño se separó de él, con los ojos rojos y las mejillas húmedas. Sorbió su nariz y asintió.

JeongGuk se levantó y le dio la mano a TaeHyung, para que se levantará y volver a la casa. El menor la tomó y tiró de ella, pero no logró levantarse aún con su ayuda, todavía temblando y en shock por el susto.

Suspiró y se agachó, sujetando por debajo de los muslos al chico tembloroso en brazos. Tae enredó sus piernas en la cintura del mayor y apoyó la mejilla en su hombro, con los brazos al rededor de su cuello.

—Entramos a la casa y descansas un rato, ¿sí? —Tae lo miró de nuevo, entre lágrimas y negando con la cabeza. Guk miró a ambos lados de la calle y cruzó aproximándose a la entrada.

—N-no quiero entrar. JiMin seguro me odia —el rostro del adolescente se contrajo, rompiendo a llorar de nuevo. JeongGuk enterró sus dedos en el corto cabello de su nuca, intentando calmarlo con tiernas caricias.

—JiMin no te odia, TaeHyung... eres su mejor amigo, ¿no? —le susurró, TaeHyung bajó la mirada apretando el cuello de la camisa de Guk entre sus delgados dedos. Ahora lo recordaba, era el niño castaño que había visto en el último día de sus vacaciones pasadas, jugando con su primo y con el rostro similar a como lo tenía ahora, pero en vez de asustado, constipado.

JeongGuk miró como su primo se aferraba a YoonGi como si su vida dependiera de ello, sin apartar su mirada de encima. La mirada que le dedicó su amigo le bastó a YoonGi para entender que necesitaban un momento.

—Vamos dentro, JiMin, ahora vienen ellos —YoonGi alzó su mano para desordenar el cabello del menor, dedicándole una mínima sonrisa en la que a penas se veían sus pequeños y blancos dientes. JiMin lo observó con intensidad, apretando sus voluptuosos labios en apenas una fina línea. Antes de poder siquiera reprochar, YoonGi clavó sus dedos en su brazo arrastrándolo de vuelta a la casa de la familia del rubio.

JiMin notó el tacto del otro como una lamida de fuego en su piel, olvidándose tan solo por un pequeño momento de su amigo.

—Sí, hyung.


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little & cute boy © kookvWhere stories live. Discover now