18. Cojines

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JeongGuk se sentó por fin, soltando un largo suspiro. Sin duda, mandar a su primo y a su hyung al supermercado a comprar palomitas había sido una gran idea.

Sacó el teléfono, desbloqueando la pantalla y entrecerrando sus ojos antes de bajar a la mitad el molesto brillo que emitía; le dolía la cabeza.

El chat bajo el nombre de "Kim NamJoon" apareció ante sus ojos. La noche anterior se había decidido a hablarle. El chico moreno ni siquiera había leído aún el mensaje que le había enviado, así que volvió a bloquear el teléfono.

Golpeó el interior de su mejilla con la lengua, seguía recordando con tensión como había encontrado a TaeHyung en los vestuarios.

Se levantó dispuesto a darse una ducha, deteniéndose al pie de la escalera con un bufido en cuanto escuchó el timbre sonar. ¿Cómo iban tan rápido esos dos teniendo las piernas tan cortas?

Sin apenas disimular una mueca molesta se dirigió a la entrada, sorteando los cojines que JiMin había tirado en medio de su berrinche y que "no le había dado tiempo" a recoger antes de salir junto con YoonGi.

-Más te vale ordenar esto antes de que lleguen tus padres, Park. ¿Y cómo mierda llegáis tan rá-...? -se calló alzando las cejas con sorpresa cuando vio la mirada desaprobatoria que le dedicaba un adolescente bajo su flequillo castaño con un abrigo que le hacía tres veces más ancho.

-¿No puedes hablar bien, hyung? -el menor negó con la cabeza como si estuviera decepcionado por su vocabulario, con el ceño adorablemente fruncido. Llevaba una caja de tamaño medio en sus brazos y tenía la nariz y las mejillas sonrojadas por el frío. JeongGuk evitó la tentación de cubrir su lindo rostro con sus manos y acariciar sus mejillas con los pulgares.

-Lo siento Tae, -musitó con vergüenza, tanto de sus propios pensamientos como de la "reprimenda" que le había dedicado su menor- ¿te ayudo con eso? -antes de que el chico hubiera respondido, tomó la caja de sus manos, notando los largos dedos de TaeHyung rozando suavemente con su palma, fríos como hielo.

-Gracias -murmuró quedo el menor, entrando a la casa tras el pelinegro. JeongGuk dejó lo que suponía que era un regalo para JiMin encima de la mesa del comedor.

-¡Ay! -el mayor se giró sobresaltado al escuchar la queja proferida por su menor, apresurándose a llegar hasta él para ayudarlo a levantarse del suelo, en el que mágicamente se encontraba. ¡Jeong tan sólo había apartado la vista de él menos de un minuto!

-¿Con qué tropezaste? -preguntó, sonriendo al ver cómo los dedos del castaño se cerraban en torno a su brazo para poder equilibrarse.

-Pues... -bajó la vista al suelo, señalando hacia los cojines despamarrados por este. JeongGuk bufó, maldiciendo interiormente a JiMin y agachándose a tomar uno de ellos, lanzándolo sin fuerza sobre el sofá.

Advirtió que TaeHyung no había soltado del todo su brazo y no pudo evitar ensanchar su sonrisa. Alzó la mano que no estaba siendo apresada por el más pequeño y, esta vez sin evitarlo, le acarició la mejilla, fría por el viento casi invernal de la calle. El leve rojo que traían se intensificó ante su toque; el chico levantó su mirada con timidez y esta conectó con la del pelinegro.

Fueron escasos segundos en los que sus miradas estuvieron conectadas. TaeHyung se sintió flotar, con las mejillas acaloradas y los sentimientos floreciendo. El corazón de JeongGuk se encontró siendo estrujado sin piedad, atravesado por la ternura de aquella mirada.

Fue JeongGuk quien, siendo arrancado a la realidad por el sonido del teléfono, apartó su mirada. TaeHyung soltó su brazo aplacando las extrañas sensaciones que le recorrían, pero sin poder lograr lo mismo con el intenso tono rojizo que se había apoderado de sus mejillas.

-Voy a... atender -le indicó mirando la pantalla de su teléfono y posteriormente a él, aparentando tranquilidad, pero con un sutil toque de inquietud en sus ojos.
Se alejó de él, sorteando algunos cojines, y dejando al pequeño castaño una sensación de desazón.

TaeHyung se quedó en silencio, inclinándose para recoger los cojines.

TaeHyung se quedó en silencio, inclinándose para recoger los cojines

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¿desde que país me leéis?

little & cute boy © kookvWhere stories live. Discover now