14. Bollo de crema

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JungKook comenzaba a desesperarse, todo por culpa de TaeHyung. Ya lo había perdido tres veces porque este saliera corriendo al ver algo que le gustara en los escaparates.

Bufó buscando al niño entre todas las personas que había por el centro comercial, tal vez había sido mala idea pedirle ayuda para comprar el regalo por el cumpleaños de su primo.

—¡TaeHyung! —lo llamó aliviado, acercándose a este y poniendo la mano en su hombro. El menor dio un pequeño salto mirando a su hyung, pero enseguida volviendo la vista al escaparate y señalándolo con uno de sus delgados dedos.

—JiMin una vez me dijo que quería una cola de gatito como esa, pero ahora que la veo no sé como podría ponérsela —se encogió de hombros, ladeando la cabeza. JeongGuk frunció el ceño mientras miraba hacia donde TaeHyung señalaba, y su boca se abrió con incredulidad al ver el but plug y demás objetos sexuales que se exponían en el escaparate.

TaeHyung había corrido hasta una sex-shop y ni siquiera parecía darse cuenta.

—¡Mira hyung, una colita de zorro! —dijo risueño, pegándose más al escaparate. Las mejillas de JeongGuk se colorearon, incrédulo, cuando una fugaz imagen cruzó su mente— ¿No son lin-...?

JeongGuk sacudió la cabeza, alejando todo pensamiento.

—TaeHyung, ¿por qué no mejor vamos por un helado ¡Sí, eso! Venga, pequeño —farfulló completamente nervioso, tomando la mano del menor y alejándose de la tienda de fachada color rojo. TaeHyung lo miró haciendo un puchero mientras dejaba que su hyung lo guiase.

—Pero hace mucho frío para tomar un helado ahora —frunció el ceño mientras seguía siendo arrastrado por el mayor, que se detuvo un momento intentando pensar rápido y alejarse lo más posible de aquella tienda.

—Vamos a tomar un chocolate caliente y luego seguimos buscando el regalo para JiMin, ¿te parece bien?

TaeHyung abultó sus labios de manera tierna y ladeó la cabeza, entrelazando sus dedos con los de JeongGuk de manera inconsciente. Sin darse cuenta estaba provocando que el pelinegro se sonrojara aún más, avergonzado y a la vez enternecido. Le mareaba la sensación.

—Está bien, hyung. ¡Vamos por chocolate caliente! —el castaño volvió a sonreír, mostrando esa adorable e inocente sonrisa cuadrada.

JeongGuk mordió su labio y asintió, caminando de la mano del menor, que no parecía tener intención de querer soltarse de él. Sentía cosquillas recorriendo sus dedos ante su tacto cálido.

Subieron por las escaleras mecánicas hasta la zona de los restaurantes y cafeterías. Ahí TaeHyung tomó la iniciativa de buscar el lugar, arrastrándolo hasta una cafetería de decoración vintage, con las paredes cubiertas de papel pintado en tonos suaves.

—Hacen un chocolate muy rico… —el castañito se encogió de hombros separando sus manos, al notar que JeongGuk no apartaba la mirada de él.

La mesa se quedó en silencio, TaeHyung frunció el ceño y pasó la mano ante la cara de su hyung, que seguía sin apartar la mirada de él, aunque parecía perdido en su mundo.

Enseguida se acercó uno de los camareros.

—¿Qué vais a tomar, chicos? —preguntó este, abriendo una pequeña libreta para anotar los pedidos. En su camisa había un pin que decía "JinWoo" junto con una carita sonriente.

—Yo quiero un chocolate caliente —TaeHyung sonrió mirando al chico y balanceando sus piernas bajo la mesa, mientras el camarero escribía rápidamente y miraba al pelinegro, esperando que este también decidiera— ¿Hyung, y tú? ¿Hyuung?

JeongGuk seguía sin responder.

—¡Ay!—hizo una mueca, abriendo su boca de dolor por culpa la patada que le propinó el menor en la canilla— Un chocolate caliente y... un bollo de crema.

—Muy bien, marchando. MyungJun, ¡dos chocolates y un bollo de crema!

JeongGuk daba pequeños sorbos al chocolate, sin poder apartar el pensamiento de JiMin, su querido primito, sabiendo lo que es un but plug y aún encima queriendo uno. Estaba bien que viviera su sexualidad, pero ¿por qué la necesidad de comentarlo con su inocente amigo? TaeHyung no parecía lo suficientemente maduro para esos temas, desde luego.

A veces se le olvidaba que ya tenía 15 años. Solo quería proteger al pequeño niño que le había robado su bollo de crema y comía felizmente ante él.

little & cute boy © kookvWhere stories live. Discover now