Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2

78. Soy tan feliz.

Rin y Sesshomaru se quedan junto a aquel río un rato más. La joven le cuenta con emoción tantas cosas que le han sucedido en estos últimos años... Parece que sus anécdotas no tendrán final... Cualquier persona que hable tanto tiempo sin parar frente a él, podría en el mejor casos recibir una sarta de insultos de su parte, pero no ella... Oír su voz, ver sus expresiones, la forma en que mueve sus manos, su sonrisa, cuando cierra sus ojos, la forma en que su cabello se mueve al compás del viento.. Cada instante desea atesorarlo en su mente y corazón para la posteridad.

Las horas pasan y Rin tiene aún míl cosas más que desea platicarle a su querido señor Sesshomaru.. Se siente inmensamente feliz al estar ahí junto a él..

Claro que aún siente que su corazón se acelera al estar a su lado, aún en ocasiones le apena que él la miré fijamente con sus hermosos ojos ámbar, aún le cuesta mirarlo a los ojos un par de segundos sin que sus mejillas se sonrojen. Pero ahora trata de controlar sus emociones y no dejarse llevar por la pena del momento. Ese cambio ha traído tal beneficio, pues ahora están ambos sentados ahí, al pie de la ribera de un río, como si el tiempo no hubiera pasado.

Por cuánto tiempo añoró estos momentos!! Más de dos mil noches lloró por extrañarlo, por estar lejos de él, y ahora... Ahora la emoción en su pecho era inconmensurable.. dentro de pocos días volvería a viajar a su lado.

Él dijo que todo sería diferente a lo que estaba acostumbrada hasta ahora. Quizá lo decía porque no tendrá un techo, un cajón donde guardar sus cosas, utensilios para cocinar. Y qué importaba? El simple hecho de poder estar a su lado valía mucho más que un techo, un mueble o cualquier otra cosa.

La verdad es que Rin no tenía la más mínima idea de que pasaría al marcharse junto a él.. Simplemente creía que todo sería igual que antes, que viajarían tal y como cuando ella era una niña.. Kohaku mencionó a su ejército, así que quizá el señor Sesshomaru se marcharía de vez en cuando a alguna batalla, pero ella lo esperaría con la misma emoción de siempre.

Pero... Quien le aseguraba ser feliz??.. recordó a la mujer de la cual habló Kohaku.. Debía preguntarle a Sesshomaru por ella??... No logró reunir el valor necesario, tal vez él se arrepentiría entonces.. Quizá podría agradarle a aquella mujer, quizá serían amigas, y aunque ambas compartieran amor por el mismo hombre, Rin no haría nada por interferir.. después de todo, aunque doliera, ella sólo era la niña que seguía a Sesshomaru.

Al fin cae el atardecer.

Sesshomaru: Rin (Se pone de pie) Vamos a buscar a Kaede.

Rin: (Se levanta) ¡Si!... Señor Sesshomaru..

Sesshomaru: (Voltea a verla) ¿Que pasa?

Rin: ¿Le permitiría a Rin tomar su mano? (Voltea a otro lado tratando de ocultar su sonrojo). Cómo cuando era pequeña.

Sesshomaru la observa, sus mejillas están rojas, parece demasiado apenada. Tomar su mano... Por qué se lo negaría?? Jamás pudo negarle nada.. Se acerca a ella y toma su mano, puede escuchar el corazón de Rin latir muy de prisa y en su rostro se refleja un gran asombro. Pensó que se negaría? Ni siquiera tenía por qué pedir permiso para algo así.

Sesshomaru: Vámonos.

Al llegar a la aldea, tomados de la mano, Sesshomaru precibe un aroma muy conocido. La serenidad de su rostro desaparece en un instante.

InuYasha: Aome, ¿No crees que algo huele mal?

Aome: (Confundida, no se ha dado cuenta de la presencia de Sesshomaru y Rin) ¿Qué? Yo no huelo nada.