17. Alboroto en la boda.

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Agudizó su sentido auditivo para saber específicamente dónde se encontraba Rin. Pudo escuchar su risa. Ella se encontraba feliz. Justamente riendo en sincronía con ella estaba Kohaku. Estaban juntos, riendo, felices... Quizá no era necesario que él estuviera ahí. Dio media vuelta para marcharse, pero algo llamó enormemente su atención y le retuvo ahí...

Kohaku: Oye Rin... Recordé lo que me dijiste hace un rato. ¿En serio la señorita Kagura hizo eso?

¿Por qué mencionaban a Kagura? ¿De qué hablaban? ¿Qué era lo que Rin había recordado? ¿Acaso se refería a aquella ocasión en que Rin lo siguió? No era su costumbre husmear conversaciones ajenas, pero esta vez le fue inevitable hacerlo.

Rin: ¿Qué cosa? ¿Qué fue a buscar al señor Sesshomaru?

Ahora hablaban de él, perfecto, lo que le faltaba. Ser partícipe y testigo de una conversación donde no está presente físicamente.

Kohaku: Si. Conviví mucho tiempo con ella, pero jamás imaginé que lo buscaría para eso.

¿Que lo buscaría para qué? ¿De qué rayos estaban hablando?

Rin: Si, fue en varias ocasiones. Incluso cuando él no estaba iba a buscarlo.

¿Qué? ¿Por qué nunca le dijeron nada? Ni Rin ni Jaken le dijeron alguna vez que Kagura lo buscó mientras estaba ausente. Ahora Sesshomaru se sentía confundido y muy interesado en esa plática, mucho más que al principio.

Kohaku: Si debió estar muy enamorada de él.

¿Seguía pensando en eso?

Rin: Si, yo creo que si lo estaba. De hecho una vez pude ver que lo besó en los labios.

Kohaku: ¿Qué? ¿En serio?

Lo sospechaba, pero no quería confirmarlo. Rin había visto absolutamente todo en aquella ocasión.

Rin: Y quizá al amo Sesshomaru también le gustaba ella porque no opuso resistencia.

Kohaku: Pero... si era así, entonces él sí la hubiera ayudado, ¿no crees?

Rin: Es que el amo Sesshomaru es muy raro en esas cosas. Bueno es que él planea muy bien todo, y siempre anticipa consecuencias. Además me explicó que ella debía ser leal a Naraku por ser su creador y él no tenía porque meter las manos ahí.

Frunce el ceño... ¿Rin lo llamó raro?

Kohaku: Si, en eso tiene razón. Y es que si la hubiera ayudado, quizá Naraku hubiera buscado la forma de hacerte daño como venganza.

Rin: Es verdad. Pero el amo Sesshomaru me hubiera rescatado, estoy segura.

Kohaku: Confías mucho en él. ¿Verdad?

Rin: ¡Claro que si! Él es mi héroe, es el hombre más fuerte del mundo. Siempre sabe donde encontrarme, y me ha rescatado tantas veces, incluso de la muerte. Es imposible que no confíe en él. Tiene un corazón muy bondadoso y ademas es guapo.

Primero era raro y ahora era muy bondadoso ¿Y guapo?. Suspiró frustrado. Definitivamente no debería estar ahí y menos escuchando una conversación entre dos niños... Era mejor marcharse. Sin embargo, nuevamente algo le hizo detenerse.

Rin: Oye Kohaku.

Kohaku: Dime Rin.

Rin: ¿Tú has besado a alguien?

Un momento, ¿Qué fue eso? Esa pregunta le inquietó. ¿Por qué lo preguntaba? ¿Era una proposición por parte de ella? El enojo no se hizo esperar. Rin era una niña inocente, no tenía por que pensar en esas cosas.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2Où les histoires vivent. Découvrez maintenant