75. Preparando todo.

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"Descubriré de quien se trata Sesshomaru... Y su muerte será tu mayor dolor." Esa sentencia no podía apartarse de su mente. Pensar que Rin pudiera estar en peligro le ocasionaba demasiada preocupación. Sabía que por el momento, la bruja Majo no podría actuar, ya que desconocía específicamente el rostro de Rin. Ella había huido, dudaba que lo siguiera.

Quizá, por los próximos días, semanas, incluso meses, la joven podría estar a salvo. Pero en algún momento aquella hechicera buscaría los medios adecuados para atacar. ¿Por qué guardaba tanto rencor? Sabía que su padre la había enfrentado en alguna ocasión. No prestó atención en el momento, y es que jamás imaginó que esa mujer pudiera ponerlo en aprietos ahora a él.

"No le temes a tu propia muerte"... ¡¡Por supuesto que no!!.. Sabía que no había oponente capaz de lograr dicho cometido. Quizá le causaran problemas, pero ninguno le superaba en fuerza lo suficiente como para acabar con su vida. Pero pensar en Rin.. En que ella pudiera morir por tercera ocasión... Eso si, en verdad, le causaba temor.

Podría soportar la tortura al saber que ella está en brazos de otro. Podría seguir sufriendo lejos de su lado. Pero no podría soportar la idea de que ella ya no exista en este mundo. El sólo pensar que algún día se esfumará por completo la ilusión de volverla a ver afecta por completo su estado de ánimo. Todos piensan que está molesto. No es así... Su pecho duele al pensar que Rin podría morir.

¿Cómo podría nuevamente sostener entre sus brazos su cuerpo inerte? Sólo se veía a sí mismo, aferrándose a ese cuerpo sin vida, abrazándolo por la eternidad. Aunque su piel, su cabello, su aroma se desvanezcan... Aunque todo lo que quedara entre sus brazos fueran huesos... No se apartaría nunca de ella.. Se lo prometió.

Era inminente que algún día se llegara el momento. Pero no ahora. Rin no iba a morir por un estúpido problema antiguo de su padre. Tenía que protegerla y en la aldea no estaba segura. Majo podía vencer a cualquiera al mostrarle sus miedos. Aunque le costara reconocerlo, incluso a él. Pero si Rin estaba a su lado, esa maldita bruja no tendría oportunidad siquiera de acercarse a ella, mucho menos tocarla.

Ha volado en absoluto silencio, un poco alejado del contingente de soldados que le siguen. Al fin, al atardecer, llegan al palacio. Sobra decir que le han solicitado su aprobación para llevar a cabo una celebración con motivo de que los dominios del Oeste se han extendido. A Sesshomaru le daba igual, ni siquiera se dio cuenta si en realidad festejaron algo o no. Él estaba enfocado en la decisión que recién había tomado. Debía pensar muy bien al respecto. Antes de llegar a su habitación desvía su camino. Recorre parte del palacio, al parecer busca a alguien sin tener éxito. Un pequeño demonio verde se cruza en su camino.

Jaken: Ay amo bonito ¡Pero qué alegría verlo! ¡Que bueno que está de vuelta! Lo extrañé mucho.

Sesshomaru: ¿Dónde está Katia?

Jaken: No sé, ¿Quiere que la busque?

Sesshomaru: Dile que la espero en mi habitación.

Da media vuelta para dirigirse a sus aposentos. No se percató de que una mujer lo había seguido por un largo rato con mucha curiosidad. ¿Por qué no lo notó? Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta... Sin mostrar pena alguna aquella mujer lo espera. Es inevitable, tiene que pasar a su lado para marcharse de ese lugar. Cuando están a unos pocos metros de distancia, esa mujer hace una reverencia y le habla con voz sensual.

Fuji: ¿Puedo ayudarlo en algo? Le serviré con gusto. Estoy a su entera disposición.

Jaken: (Sorprendido por el poco pudor de la mujer) ¿¿Khaaaaaaa??

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2Where stories live. Discover now