31. ¿Dónde estabas?

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Luego de visitar a Rin, conversar con ella, de sus preguntas extrañas, de sentirse incómodo por la presencia de la bebé y de InuYasha, Sesshomaru ha llegado a su palacio. Cruza el campo de protección y... ¿Qué diablos estaba pasando ahi?.. Se detiene un momento en el aire.. Frunce el ceño, el mal humor le domina inmediatamente, pues sus comandantes Keiko y Aki se encuentran en medio de una pelea. Varios soldados atestiguan tal batalla y animan a alguno de los dos contrincantes. ¿Es que acaso han estado peleando desde que él se marchó? ¿En que momento su palacio se convirtió en un centro de espectáculos? Incluso Bingo, muy emocionado bebe un licor de uva y turna sus palabras de motivación... En un momento anima a Keiko y en otro a Aki... Sesshomaru aterriza cerca de ellos con un gesto de molestia.

Keiko: (Furiosa) Por última vez... ¡¡Deja de molestarme!! (Avienta una flecha contra él).

Aki: (Se agacha para evadir la flecha, que de hecho casi roza su cabeza) ¿Qué te molesta? ¿Que diga la verdad?

Keiko: ¡¡¡Todo es mentira!!! (Va a atacarlo con una piedra que levanta del suelo, es todo lo que le queda a la mano por ahora).

Aki: Vamos, ¿por qué lo niegas?

Jaken: ¡¡Pégale Keiko!! ¡¡Acábalo!! ¡¡No tiene derecho a llamarnos los despreciados!!

La expresión de asombro en Sesshomaru no se hace esperar... ¿Qué era eso? ¿Jaken animaba la pelea? Definitivamente tenía que hablar muy seriamente con él. No, mejor aún. Lo castigaría. No podía permitir que su sirviente de más confianza se involucrara cada vez más en aquellas ya constantes disputas personales de Keiko y Aki. La mujer está por lanzar la piedra contra Aki, pero al escuchar la voz de Sesshomaru falla su puntería y la piedra impacta sobre la cabeza de Jaken.

Sesshomaru: ¡JAKEN!

Jaken: ¡¡Amo bo...........!! (se cae).

Keiko: Jaken perdón no fue mi intención... (Siente la mirada fulminante del Lord sobre ella). Sesshomaru discúlpame por favor.

Aki: Si Sesshomaru, discúlpala... Haz al menos eso por ella.

Keiko: Te odio Aki.

Sesshomaru: ¿Qué creen que hacen?

Keiko: Bueno, yo...

Aki: Lo siento joven Sesshomaru, es mi culpa... sólo... la provocaba para... para entrenar.

Sesshomaru: ¿Y es necesario hacerlo aquí? ¿No tienen para eso sus campos de entrenamiento?

Keiko: Lo que pasa...

Aki: Es que... yo corrí hacia acá.. discúlpeme mi Lord.

Sesshomaru: Háganse a un lado.

Sesshomaru no dice más. Todos los soldados se mueven abriendo un camino para él. El poderoso Lord camina en dirección a la entrada del palacio, pasa a un lado de Keiko quien sin perder tiempo, analiza todos los aromas posibles que estén impregnados en el cuerpo de Sesshomaru. Detecta nuevamente aquel delicado aroma femenino que inmediatamente la enfurece, pero no es todo... Hay un nuevo aroma extraño en él que la desconcierta enormemente... ¿A dónde había ido? ¿Qué era lo que ocurría fuera del palacio? ¿Por qué llevaba ese aroma consigo?

Keiko: Sesshomaru tú...

Sesshomaru: (Molesto) ¿Qué?

Keiko: (Agacha su cabeza) Nada, perdón. (En cuanto Sesshomaru se aleja algunos metros, ella camina en dirección opuesta).

Aki: (Los observa a ambos, no entiende qué ocurrió. ¿Por qué Keiko se fue así? Corre tras ella.) ¡Keiko! ¡Espera!

Una mezcla de sentimientos invaden a Keiko, por un lado la duda de no saber a quién pertenecía aquél frágil aroma femenino, el temor de pensar que pudiera perderlo para siempre, y la duda de ese nuevo aroma impregnado en sus ropas... ¿Qué significaba eso? ¿Es que acaso, él tenía una vida fuera del palacio? Tal vez... Una mujer y además... No... No podía ser verdad... Era una locura sólo pensarlo.. Él siempre había manifestado no tener interés en eso... En verdad ese nuevo aroma la había inquietado demasiado que no se dio cuenta que Aki la siguió, al verlo notó que él movió los labios y dijo algo, no puso atención, no podía apartar aquellos pensamientos de su mente, únicamente apartó su mirada y se alejó de ese lugar dejando a Aki muy desconcertado ante su extraño comportamiento. ¿Qué le pasaba? No la siguió esta vez, era claro que ella quería estar sola.

Sesshomaru al fin ingresa al palacio, encontrando a algunos súbditos a su paso, le saludan inclinándose ante él, pero definitivamente no está de buen humor, le molesta toda presencia que se encuentre ante él. Justamente antes de subir las escaleras para llegar a su habitación, Katia se cruza en su camino. Justo lo que le faltaba, preguntas inoportunas y comentarios fuera de lugar para terminar mal el día.

Katia: (Feliz) ¡¡Volviste pronto Sesshomaru!! (Él no contesta y sigue caminando) ¡¡Espera!! (El se detiene, ella se acerca y lo olfatea. Lo ve con un gran asombro.) Sesshomaru... Hueles... ¿¿¿A bebé???

Aquel comentario le obliga a reflejar un visible gesto de molestia. Si, el aroma de aquella bebé debió quedar impregnado en él. Pero no podía asegurar que le molestaba más, si el llevar consigo ese aroma, o el hecho de que todos estuvieran pendientes de sus acciones.

Sesshomaru: (Molesto) No digas tonterías. (Sigue caminando).

Katia: (Muy asombrada, camina tras de él) ¿¿Donde estabas?? (No contesta) ¿¿En que andas metido Sesshomaru?? (No contesta y camina más rápido, está a punto de llegar a su habitación) Dime... ¿Es que acaso....? (Cubre su boca con sus manos y habla más fuerte pues él ya se ha alejado) ¿¿¡Tienes un hijo oculto en algún lugar!??

Sesshomaru: (Su expresión de enojo es suprema esta vez. Muy molesto gira para responder) ¿¿Pero que idioteces dices??

Katia: (Emocionada) No deberías apenarte por ello Sesshomaru... ¡¡Deberías traerlo al palacio, sabes que todos nosotros cuidaremos al bebé y claro que a la mamá también!!.

Sesshomaru: (Furioso) ¡¡SILENCIO KATIA!! ¡¡No sé de qué hablas!! Además, creo que me conoces lo suficiente como para saber que ese tipo de cosas no están dentro de mis planes.

Katia: Lo se... Pero entonces...

Sesshomaru: ¡¡Entonces nada!!... ¡¡Maldita sea!! ¿Por que todos se empeñan en estar pendientes de cada movimiento que hago?

Katia: Porque ahora eres el dueño, amo y señor de estos territorios. Cualquier cosa que hagas, omitas, digas, cuestiones, pienses u órdenes, es incumbencia de todos... Sesshomaru tu posición anterior quedó en el pasado, debes estar consciente de ello.

Sesshomaru: (Ella tenía razón. No era más el hijo del Lord que podía pasar desapercibido, sino que él tenía el puesto más alto ahora). Aún así... ¿Ni siquiera puedo tener privacidad?

Katia: Claro que la tienes... Pero no puedes negar que tus constantes salidas misteriosas nos dejan con la intriga de hacia donde te diriges... Especialmente aquel día que te marchaste herido, sin importar nada más, fue obvio que tú prioridad era estar en ese lugar al que vas, fue más importante aún que tú propia integridad física... Temíamos que, al igual que tu padre... (Él la interrumpe).

Sesshomaru: Hmp. No tenía nada grave.

Katia: Sabes que a mí no me engañarás Sesshomaru... Ibas demasiado mal a causa de aquél veneno, pudiste morir.

Sesshomaru: Pero no fue así.

Katia: No. Por fortuna no fue así... Y no preguntaré más al respecto, sé que no me dirás nada... Sin embargo, me alegra que en ese lugar al que vas, donde quiera que se encuentre, haya alguien que te quiere y cuida de ti. Le estaré eternamente agradecida... En ese tiempo fuera del palacio, luego de la muerte de tu padre, debiste encontrar muy buenos amigos y... personas importantes para ti.

Sesshomaru: (Da media vuelta y continúa su camino) Hmp. No Tengo porque seguir escuchando esto.

Continúa caminando, al fin llega a su habitación. Ese espacio frío y solitario en el cual puede pensar libremente en cualquier cosa sin que nadie le moleste con sus estúpidos comentarios.

Recordó todo lo acontecido durante ese día... ¿¿Cómo era posible que cada momento en el palacio le irritarse tanto?? ¿¿Y la presencia de Rin le llenará de tanta tranquilidad??... Deseó por ese momento que ella estuviera ahí... ¡¡Cómo anhelaba tenerla a su lado!!.. Pero sabía que, por ahora, ella estaba en el lugar indicado... Él debía restablecer el orden en sus dominios, no podía, no deseaba exponerla en sus batallas. ¡Cuántas veces sus enemigos la alejaron de su lado!.. Estuvo expuesta a peligros constantes. Y la última ocasión... en su maldita búsqueda de poder... ella murió nuevamente... No podía permitir, de ninguna manera, que su vida estuviera en riesgo... Llegaría el momento en que, si ella así lo decidía, estaría a su lado.. pero no ahora.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora