23. Herido.

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Salieron aproximadamente a las 2 PM del palacio. Sesshomaru no podía volar a toda velocidad, su vista se nublaba por ratos y la herida sangrante propinada esa mañana no sólo dolía sino que ardía cada vez más. Temía lo peor. Sin embargo, confiaba en su fortaleza, nada lo vencería, no este día en que tenía una promesa que cumplir.

No pudo evitar recordar a su padre aquél día que quedó gravemente lastimado en su última batalla y sin importarle nada más, se marchó con aquella gran herida mortal sólo para estar junto a la madre de InuYasha, por última vez... ¿Pasaría ahora lo mismo con él?... Siempre pensó que su padre buscó su propia muerte por ir junto a esa humana, siempre había considerado que fue un patético suicidio lo que él hizo... Pero ahora... Ahora podía tal vez entenderlo un poco...

Jaken, muy preocupado, le insistía constantemente en que era mejor volver, sin embargo Sesshomaru se negó en todo momento. Luego de casi 2 horas de lento vuelo, se sentía tan mareado que le fue imposible continuar. Debió convertirse en una esfera de luz y decirle a Jaken que lo alcanzara más tarde. Ahora no tenía la fuerza suficiente para hacerlo. Montó a Ah-Un, le ordenó que no se detuviera hasta llegar a la aldea. Jaken dirigía el camino bajo la amenaza de que tenían que llegar antes de que terminara el día, no sólo era una orden, era una promesa que él, su amo Sesshomaru, no podía romper, y tenía que llegar, así fuera muerto.

Jaken pensó varias veces en detenerse, en desviar el camino para que recibiera atención, incluso en regresar, aunque su amo le matara por ello. ¿Por qué no había aceptado quedarse a descansar y permitir que él llevará el regalo a Rin? Con sólo verlo sabía que se encontraba demasiado mal, pero su amo quería demasiado a Rin, aunque no lo admitiera, quería estar con ella en ese día que la niña consideraba especial y todo esto era prueba de ello.

Cerca de las 11 PM, estaban reunidos en el mismo lugar InuYasha, Kohaku, Kaede, Shippo, Miroku y Sango con sus dos bebés. Era muy tarde ya. Todos se disponían a regresar a sus cabañas para tratar de descansar un poco, estaban a un instante de despedirse cuando repentinamente Inuyasha percibió un aroma familiar que lo alertó, la expresión de preocupación en su rostro y la forma tan rápida en que se puso en pie y corrió alarmó a todos.

Miroku: ¿Qué pasa InuYasha?

InuYasha: ¡¡Es Sesshomaru!! viene para acá.

Kohaku: ¡¡Sabía que vendría!! ¡¡Rin se pondrá feliz!! Voy a avisarle.

InuYasha: ¡¡Espera Kohaku!!

Kaede: (Ve la preocupación en el rostro de InuYasha) ¿Que ocurre InuYasha?

InuYasha: Puedo oler su sangre... Creo que... Viene herido.

Kohaku/Miroku/Sango/Shippo/Kaede: ¿¿Queeeee??

Tras unos minutos Ah-Un desciende detrás de unos árboles cercanos a aquella cabaña.

Jaken: ¡¡Ya llegamos amo bonito!! ¿Se quedó dormido? O se... ¿Se murió? (Comienza a llorar y a gritar) ¡¡Aaaaay amo bonito!! ¡¡Dígame algo!! ¡¡Muévase poquito!! ¡¡Míreme feo!! ¡¡Amenáceme!! ¡¡Pero dígame qué sigue vivo por favor!!

Sesshomaru abre un poco los ojos, le cuesta enfocar la vista.

Sesshomaru: (Habla con dificultad) Jaken busca a Rin y que te acompañe aquí... (Tose y escupe un poco de sangre). ¡¡Maldita sea!!

Jaken: Pero amo usted...

Sessehomaru: (Grita) ¡Date prisa!

InuYasha: (Llega corriendo un poco preocupado) ¿Que te ocurrió Sesshomaru?

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora