40. Conversaciones.

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Sesshomaru vuela de regreso al palacio. Otra vez está molesto. Nuevamente se marchó dejando a Rin cerca de Dan. ¿Y si en verdad quedaron en estar juntos? ¿Estarían juntos en ese momento? No... era tarde, Rin no solía dormir tarde... Al menos esta ocasión, InuYasha estaba ahí, pero Kaede también, así que no había nada a favor. 

Se detuvo un momento en un agradable lugar, al pie de un lago rodeado de árboles y flores. Seguramente a Rin le encantaría ese lugar... Permaneció un rato ahí analizando la información obtenida... Rin no tenía interés en Dan, sólo sentía pena por él. Eso era bueno. Dan era mayor que Rin y le preocupaba el hecho de que quisiera sacar provecho del buen corazón de Rin. Eso era malo. Kohaku manifestó estar pendiente de Rin y no alejarse de ella... ¿Eso era bueno o malo?... 

El otro tipo que mencionó Kohaku no existía. Sin embargo, no pudo evitar detenerse a pensar, que en algún momento, quizá no muy lejano, Rin tendría interés por algún estúpido... Le quemaba el alma pensar que ella pudiera pensar en alguien más, abrazar a alguien más, extrañar a alguien más, decir "te quiero" a alguien más... ¿Y si ella decidía quedarse en la aldea junto a algún idiota?... No podría contenerse de asesinarlo... Pese a que la información proporcionada por Kohaku le había causado cierta tranquilidad, no podía evitar pensar a futuro... Jamás le importó el futuro, pero ahora pensar en él le impacientaba y le carcomía el alma... 

Dedicó un rato más a pensar en el extraño comportamiento de Rin. Y es que tal vez no eran las hierbas. ¿Qué estaba pasando con ella? ¿Por qué no corrió a abrazarlo? ¿Por que evitó acercarse? ¿Por qué esquivaba su mirada? ¿Por qué estuvo tanto tiempo en silencio?... Luego de unas horas se retira de aquél lugar, grabando en su memoria la ubicación. Rin debía conocer ese lugar... Al anochecer Sesshomaru llega al fin al palacio.. No puede evitarlo, al descender sobre el pasillo principal, levanta su mirada y ve la luna, un suspiro escapa de su pecho.

Keiko: ¡Sesshomaru! Llegas muy nostálgico...

Si, tal vez sentía un poco de nostalgia, un poco de incertidumbre, algunas dudas, y el hecho de ya extrañar a esa niña que se manifestó en un suspiro.. Pero... ¿Por qué demonios no se dio cuenta de que esa mujer estaba ahí?... No estaba de humor para aguantar sus malditos dramas.

Sesshomaru: Hmp. ¿Qué haces aquí?

Keiko: Lo mismo que tú haces cada noche.

Sesshomaru: (Molesto) ¿Y tú cómo sabes lo que hago en las noches?

Keiko: (Sonríe) Creo que.. todos lo saben. Recuerda que ahora eres el Lord, todos cuidan tus movimientos jefe.

Sesshomaru se molesta por ese comentario, Keiko tiene razón... Antes su vida en el palacio era un poco más anónima, pero desde su regreso le seguían, lo cuestionaban y todos estaban pendientes de sus movimientos. Era el precio de su alto rango, era necesario imponerse ante todos, y lo detestaba. Dio unos cuantos pasos para ingresar al palacio. No quería estar cerca de ella ni de nadie.

Keiko: ¡¡No te vayas Sesshomaru!!

Sesshomaru: ¿Por que crees que me quedaría?

Keiko: ¿Me tienes miedo?

Sesshomaru: ¡Ja! ¿Por qué lo tendría?

Keiko: Anda ven, prometo no hacerte nada... Por los viejos tiempos.

Sesshomaru permanece inmóvil unos momentos, al final accede, se sienta a unos metros de distancia.... Por los viejos tiempos, aquellos donde nadie se entrometía en sus asuntos, aquellos donde a nadie le interesaba que hacía, o a dónde iba... Aquellos tiempos cuando no conocía a Rin y no era más que un miserable monstruo, sanguinario y asesino que no tenía otro propósito más que obtener poder... Cuando en su vida no había nada, por que ahora ella lo era todo... La imagen de Rin se distorciona entre sus pensamientos cuando Keiko le habla.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2Where stories live. Discover now