Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2

73. Charlas.

Sesshomaru se retira de aquél lugar. Justo lo que le faltaba, la llegada de Kohaku y sus demostraciones de afecto. ¿No es que estaba en una misión? Podía incluso, tolerar la presencia de InuYasha, del monje o del mismo Dan, pero el arribo de Kohaku le causó una gran molestia... Ese mocoso no era digno de Rin... Sin embargo, siempre confió en que ella elegiría sabiamente.. Tal vez, sus razones tendrá..

Voló a lenta velocidad. Quería estar solo. No podría soportar en ese momento la presencia de sus soldados... Se detuvo en un verde valle... En sus ropas estaba impregnado el aroma de Rin... ¡¡Cuánto la había extrañado!! Lamentaba ahora, el haberse alejado tanto tiempo de ella. Si no hubiera actuado de esa forma tan estúpida, quizá ahora, ella estaría a su lado. Pero no, la abandonó, él mismo era el culpable de que ahora estuviera comprometida con Kohaku.

Recuerda nuevamente el momento acontecido la noche anterior. A su pequeña Rin aferrada a él con todas sus fuerzas, sus sollozos de tristeza y dolor... Hubiera preferido morir y no volver a verla más, a cambio de que ella no hubiera estado expuesta a aquél peligro. Debió matar a aquél hombre en su momento. Sin embargo, ella no estaba del todo consciente de las intenciones de ese hombre. Quizá eso la ayudaría a superar más fácilmente ese episodio.

Recuerda también, su atrevimiento para con ella.. Al momento de curar la herida en su rostro, no pudo resistirse a volver a sentir el contacto con sus suaves labios... Podría volverse adicto a sus dulces labios... ¿Qué estaba pensando?... Rin era una niña, no podía pensar en ella de esa manera. Además, se casaría con otro.

No puede evitar llenarse de rabia al imaginarla besando a aquél mocoso... Pudo llevarla entre sus brazos, abrazarla nuevamente, ¡pero no! Tuvo que llegar ese chiquillo tonto. Le dijo que iría a verla al terminar su batalla actual... ¿Para qué? Él no tenía absolutamente nada que hacer a su lado ahora.

Era mejor volver con su ejército, pelear, matar, torturar a sus enemigos, asesinar hasta cansarse de ver sus caras de dolor. Emprende el vuelo y luego de algunos minutos llega nuevamente al campo de batalla. Lo que ve le hace enfurecer. No había ocurrido nada, todos estaban parados en el mismo lugar.. ¿Por qué no habían atacado? Claramente le dijo a Aki que dirigiera el ataque, ¿por qué no lo hizo? No era un soldado inexperto, era la mano derecha de su padre. ¿Qué demonios había ocurrido? ¡¡Lo que faltaba!! Su ejército se estaba convirtiendo en un grupo de completos inútiles.

Ahora, Keiko estaba muy molesta y él también. Las auras demoniacas que emanaban de ambos podían percibirse a kilómetros. Ambos estaban furiosos. El ejército enemigo al percibir la furia de aquella mujer, decidió esperar para avanzar, ahora un nuevo poder maligno impregnaba el lugar, en lugar de avanzar comenzaron a retroceder. Esos demonios de las Tierras del Oeste, sin duda estaban furiosos y eran muy peligrosos.

En tanto al ejército del Oeste, Aki dio la orden a los comandantes de formar a sus contingentes, recibiendo sólo una ola de insultos por parte de Keiko. La mujer amenazó a quien se moviera de su lugar con asesinarlo. Nadie dudó que hablaba en serio. Estaba furiosa. Todos le tenían miedo en ese momento... Keiko esperaba la llegada de Sesshomaru para encararlo nuevamente. ¿Los iba a dejar combatiendo mientras él iba a revolcarse con una mujer? ¡¡De ninguna manera!!  

Al fin, el Lord había llegado. Todos se sentían entre la espada y la pared. Si Keiko no los había matado, seguramente Lord Sesshomaru si lo haría.

Sesshomaru: (Llega gritando) ¿¿¿Que están haciendo bola de inútiles???

Aki: Bueno, esque, nadie quiere avanzar.

Bingo: Incluso el ejército enemigo se detuvo.

Sesshomaru: ¡Ja! ¿Se detienen por una mujer?

Keiko: (Le grita) ¡Tu te marchaste por una! ¿No?