Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2

52. ¡No necesito a nadie!

Sesshomaru: Cuídate Rin... Ahora... eso depende de ti.

Esperaba una respuesta de su parte, sin embargo, ella no lograba articular palabra alguna. Sesshomaru detecta nuevamente el aroma de sus lágrimas. En verdad le duele profundamente la decisión tomada, pero a su parecer, es lo mejor.. Los minutos pasan y Rin no contesta a nada... Duda si en verdad debe marcharse. Desea con fervor dar media vuelta y abrazar a su pequeña niña... Se sentía como el peor estúpido del mundo... ¿Cómo demonios va a poder estar lejos de ella? Si ella fue, desde su regreso a las tierras del oeste, su principal motor, es por ella por quien hacía todo, para asegurar, a futuro, su protección... Ahora se separaba de ella y le daba la libertad de elegir su camino, lejos de él.. 

Lucha internamente contra si mismo para no voltear a verla y dar marcha atrás en su decisión. Sabe que no podrá, de ninguna manera, soportar ver su rostro invadido por la pena, le será imposible marcharse si ve las lágrimas resbalar por sus mejillas.. Todo por su maldita culpa... Pero... Es lo mejor... Rin está confundida... Ha confundido sus sentimientos por él.. Ella no puede verlo de esa manera.. Rin no puede cometer el gravísimo error de entregarle a él su vida... Él no podrá corresponderle de la forma que ella desea... No puede ser egoísta y tenerla siempre a su lado sufriendo la soledad, anhelando un amor que no puede brindarle, negándole el ser amada, el ser mujer, el procrear, el seguir el curso de vida como cualquier humano... Así que es mejor marcharse, alejarse de ella por algún tiempo... algún tiempo que quizá sea demasiado... que quizá implique no volver a estar nunca más frente a ella... Confía en que ella podrá sobrellevarlo.. Al paso del tiempo olvidará esa confusión y... sabe que elegirá sabiamente al hombre con quien compartir su corta existencia.. En tanto él... que más da... él no importa... no es más que un maldito demonio que no merece siquiera una mirada de esos hermosos y angelicales ojos cafés.

Algo dentro de su pecho se rompe al recordarlo... "Su corta existencia"... Debía aprovechar cada maldito instante a su lado... Estaba condenándose ahora, a una eternidad sin ella... Tal vez también era lo mejor para él... olvidar que una pequeña niña humana logró conmover y ablandar su frío corazón de acero... sólo ella pudo lograr algo así en casi mil años... No pudo, desde el momento en que la conoció, no pudo siquiera pensar hacerle daño... ¿Por qué? Pudo matarla tan fácilmente aquél día, aún con sus heridas a cuestas pudo acabar con su vida... pero esa mirada de temor seguida de un gesto de valentía le hizo detenerse... Su aroma era distinto a toda la peste humana... Su aura de bondad y pureza le hizo incluso desear volver a verla... No fue capaz de hacerle daño en aquella ocasión, le juró protegerla... Sin embargo, ella ha llorado más de una ocasión por su maldita culpa, y ahora lo hacía nuevamente... Era mejor marcharse de una vez.. Su presencia le hacía daño y no quería herirla más.

Sin embargo, es tan difícil, cree que no podrá marcharse, así que permanece ahí un momento más... Si ella le pide quedarse a su lado, lo hará sin dudar... Jamás da marcha atrás cuando toma una decisión, pero por ella lo haría... Espera, deseando escuchar su voz. Pero no, ella no dice ni una palabra... De sus suaves labios sólo brotan tenues sollozos de dolor que para sus oídos resuenan fuerte e impactan en su pecho, justo ahí donde se supone, su corazón se encuentra...... Sus labios... Tan suaves, tan cálidos, tan puros... momentos atrás se unieron con los suyos... ¿Cómo pudo atreverse? ¿Por qué Rin actuó de esa manera? Uniendo sus labios con los de un maldito demonio, un asesino, pecador, un ser despiadado, sanguinario, un ser sin una gota de compasión, amor o piedad... Con un mercenario como él.

Rin sigue sin decir nada y esto le cala profundamente. Esta clase de dolor es nueva, nace en su corazón y se apodera de todo su ser... Recuerda la primer sonrisa que le regaló... ¿En verdad no volverá a sonreír? ¿No volverá ni siquiera a hablar?... Deseaba escuchar u voz una vez más pero.. no, ella no iba a hacerlo.. Decide que es mejor retirarse de una vez. Emprende el vuelo, Jaken se sujeta de su estola.