11. Un regalo para ella.

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Han pasado 5 meses desde el día que Sesshomaru dejo a Rin en la aldea. Desde entonces no lo había vuelto a ver. Ella no quería perder la esperanza, pero en ocasiones los días transcurrían lentamente, como esta vez. La anciana Kaede le dio unos días libres con motivo de su cumpleaños. Se adentró en el bosque, acompañada de Shippo, Kohaku y Kirara, para cortar algunas flores. Hace tiempo no lo hacía. Esto le traía demasiada nostalgia, recordaba cuántas veces buscaba las flores más hermosas para regalarle a su querido amo Sesshomaru.

En tanto en el palacio, Sesshomaru y su ejército volvían de otra batalla. Habían recuperado apenas 10 de los 50 territorios perdidos. Esto le había servido como distracción. Esperaba con ansias la llegada del día de hoy.

Jaken, Bingo, Aki, Takeshi y sobretodo Keiko habían notado su entusiasmo y su prisa por llegar al palacio. No les permitió dormir, una vez firmado el acuerdo de unión y lealtad al poderoso Lord del Oeste, a las 2 am, les hizo emprender el regreso al palacio. Eran las 7 am y debían inmediatamente integrarse a sus labores diarias.

Sesshomaru: Jaken, sígueme.

Jaken: Si amo bonito. (Llegan al despacho). ¿Qué sucede amo?

Sesshomaru: Mañana es cumpleaños de Rin.

Jaken: ¡Ay que emoción! (Canta) Queremos pastel, pastel, pastel. ♫

Sesshomaru: Necesito un regalo para ella.

Jaken: Ammm, ¿Y que le gustaría regalarle amo?

Sesshomaru: No se. Te lo dejo a ti. Busca algo que le guste a Rin.

Jaken: ¿Y yo que voy a saber que le gusta a esa mocosa? (Se sentía feliz, al parecer por fin irían a visitarla).

Sesshomaru: No lo sé. Investiga, consulta a Katia, haz lo que tengas que hacer. Y Jaken. Ni una palabra sobre mi.

Jaken: Si amo Sesshomaru. ¡¡Yo me encargo!! ¡¡Voy volando!! Como usted.

Jaken sale del despacho en busca de Katia, la busca, la busca y la busca, pero no la encuentra. Ve a Fuji sentada y la observa detenidamente. Ella esta sentada mirando fijamente hacia algo que trae en la mano, es un espejo. Pasa algo por su cabello morado varias veces, es un peine. Luego coloca algo, una peineta. Saca algo de una pequeña caja, con los dedos talla sus labios y quedan impregnados de un color rojo. ¿A Rin le gustaría algo así? Si no encuentra a Katia a tiempo tendrá que conseguir algo para Rin por si solo. Se siente presionado.

A punto de darse por vencido, Jaken encuentra a Katia dando cuidado al gran jardín de flores que Sesshomaru ha designado como privado. Nadie puede entrar ahí, solo él, Jaken o Katia.

Jaken: Hasta que te encuentro mujer.

Katia: ¿Que pasa Jaken? ¿Cómo les fue en la batalla?

Jaken: Con el amo bonito a la cabeza nada puede salir mal.

Katia: Me alegra que al fin se ocupe de los asuntos de su padre.

Jaken: Si, si, si. Oye... Necesito de tu ayuda.

Katia: Dime, ¿en que puedo ayudarte?

Jaken: Verás, mañana es el cumpleaños de la moco... de alguien... Entonces resulta que el amo... digo... Yo quiero regalarle algo. ¿Qué podría gustarle?

Katia: ¿De quien se trata?

Jaken: Una muchachita que conocimos por ahí... No daré detalles. Pero mañana será su cumpleaños y necesito darle algo. Debe ser algo muy hermoso, un digno regalo de un Lord.

Katia: ¿Será un regalo por parte de Sesshomaru a una mujer?

Jaken: ¡Que no vieja! ¡Yo le voy a dar el regalo! ya te dije... Algo así como un espejo, un peine, una peineta y esa pintura para el hocico. Bueno, un kimono también estaría bien. Yo creo el otro ya no le queda.

Katia: Eres pésimo mintiendo Jaken. Pero no te preocupes, que no diré nada de esto a nadie. Creo que tienes razón, ropa y algunos accesorios estaría bien. ¡Te felicito Jaken! Sabes mucho de mujeres. Eres todo un Casanova. Debe haber muchas mujeres tras de ti.

Jaken: ¡¡Qué tonterías está diciendo vieja chismosa!!

Katia: Jaken por la noche pasaré a dejar el regalo en tu habitación. No te quedes dormido pronto, porque es muy difícil despertarte.

Jaken: ¿¿Que dice?? Si yo siempre estoy alerta.

Terminada su labor en el jardín, Katia se dirigió al palacio a atender el encargo de Sesshomaru, pedido por Jaken. Tenía curiosidad, pero sabía que no debía indagar más en el asunto, Jaken solía ser indiscreto, solito se encargaría de revelar toda la verdad tarde o temprano.

Al caer la noche Jaken estaba impaciente, ¿y si aquella mujer no tenía listo nada? Le tocaría deambular toda la noche buscando algo. Alguien tocó a su puerta y le entrego un paquete.

Jaken: ¿Que es?

Katia: Un presente digno de un Lord.

Jaken: Más te vale que le guste, por que si me matan voy a venir a jalarte las patas todas las noches.

Katia: Quien sea la afortunada, te aseguro que le gustará. Con permiso Jaken, y buenas noches.

Jaken: Si, si, adiós. *¿Qué será? Espero le guste a Rin, o no lo contaré*.

Jaken se dirigió a la habitación de Sesshomaru, quien le indicó que partirían al amanecer, luego de dar algunas indicaciones a sus súbditos.

Posiblemente, el día siguiente Jaken moriría, sin embargo se sentía feliz porque volvería a ver a Rin, y aunque no lo expresará, su amo estaba impaciente por verla nuevamente, su mirada, el timbre de su voz y la expresión en su rostro le delataban.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz