CAPÍTULO CUARENTA: Tormenta de sentimientos.

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Una humana cuya felicidad le fue arrebatada en una noche por un ser inhumano, las posibilidades de encontrarlo y hacerle cara son casi nulas, pero, luego de tantos giros dramáticos, ahí está. El deseo de encarar al asesino de sus amadas compañeras de vida está ocurriendo en este mismo instante. Los sentimientos humanos y los sentimientos shinigamis en una sola alma.

—¡¡¡GRELL SUTCLIFF!!! —grito con ira desbordante en cada letra.

Una veloz sombra rosácea se vio fugaz en medio de la tormenta al mismo tiempo que un destello verde daba aviso de la transformación de una death scythe. El shinigami pelirrojo fue impactado con tal violencia que termino de espaldas en el lodoso suelo a un par de metros de su anterior posición. Su reacción al ver la furiosa sombra dirigirse a su dirección fue poner su motosierra como escudo, deteniendo así, al filoso tridente hostil.

—Esper-

—¡¿POR QUÉ?! —interrumpió al pelirrojo mientras pequeñas chispas se producen por el impacto de guadañas. Los ojos del contrario se abrieron a la par y una mirada de cierto temor se dibujó en su rostro— ¡¿POR QUÉ LO HICISTE?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ LAS MATASTE?!

—... N-no se dé q-que hablas —mintió con temblor en la voz, aun forcejeando contra el tridente que apunta a su cabeza.

—¡NO TE HAGAS IDIOTA! ¡SABES DE QUE HABLO! —exclama con la voz quebrada ante el sentimiento del dolor y decepción, sin embargo, sus ojos muestran un extraño reflejo platinado junto con desesperación y odio—¡SIEMPRE LO HAS SABIDO! ¡TODO ESTE TIEMPO!

La tormenta no da señales de querer detenerse, sin embargo, tanto Ronald como Undertaker han pausado su enfrentamiento, posando su atención a la inestable e impulsiva shinigami que mantiene aprisionado a su compañero, aunque este logro zafarse apenas, escabulléndose a un par de metros de distancia, pero esto no duro mucho.

Eileen no se mueve como normalmente, tiene una velocidad más aproximada a la de un demonio en su forma original, y su expresión no es tan diferente a la de esas criaturas cuando están enfurecidas. Sus veloces pasos apenas son audibles en el agua que se acumula en la tierra; en un parpadear, Grell ya la tenía al frente, atacando sin ningún titubeo, logrando así, cortar por encima de sus rodillas, causando que el varón flaquee ante las profundas heridas. Trato de contratacar, pero la motosierra impacto con el brazo de muñeca, haciéndole imposible dañarla. Ella aprovecho el momento, desvió la motosierra y apunto los filos del tridente al pecho de Grell, quien no tuvo más remedio que usar su brazo como escudo, terminado con aquella death scythe encajada en su brazo.

Ronald trata de intervenir, cuando el grito de dolor de Grell es audible, pero Undertaker no se lo permite. La sangre salpica al momento de sacar los dientes del tridente del brazo del shinigami, mientras Eileen sigue exigiendo con gritos saber el porqué de sus acciones. Grell, en un intento muy desesperado de terminar con aquel encuentro, ataco con todo lo que tenía, logrando despojarla de su tridente a duras penas. Eileen respira agitada, su vista se nubla en momentos y su corazón parece que explotara en cualquier instante. Usando su último recurso, desensamblo su brazo artificial, dejando a la vista la cuchilla del interior.

En medio de bruscos movimientos, arrebato la motosierra de las manos de Grell y apunto velozmente el filo de la cuchilla al cuello del varón, sin embargo, este logro agacharse a tiempo, aunque no se salvó del todo.

Largos cabellos rojos cayeron al lodoso suelo, Grell no podía creer lo que sus ojos vieron lentamente. Por impulso, llevo sus manos a su cabello, notando lo corto que ahora es este, vaya error. Eileen llego, lo tiro de espaldas y se colocó encima, sosteniendo con sus propias manos el cuello de la camisa del pelirrojo, sacándolo de su shock.

Las notas de Eileen 『Undertaker』Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz