CAPÍTULO OCHO: Ese hombre extraño.

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No sé ni como empezar, quiero hablar de esto, pero ahora mismo me siento tan... ¿feliz? Que no puedo concentrarme adecuadamente, siento una emoción en mi pecho, una sensación realmente agradable. Supongo que empezare desde el momento en que nos fuimos del circo. El cementerio no quedaba muy lejos, a unos quince o veinte minutos a lo mucho, aun así, ninguno dijo nada, no era un silencio incómodo, simplemente creo que ambos nos sentíamos raros en esta situación. Seguimos así hasta que yo me decidí a terminar con ese silencio cuando llegamos a la entrada del cementerio, había un tema en particular del cual quería hablar, uno serio.

—Undertaker... —musitó y él volteo su rostro hacia ella, quien sintió su mirada atenta— Dijiste que conocías de hace tiempo a los Phantomhive, ¿verdad? —él abrió el barandal negro de la entrada y le cedió el paso.

—Sí, ¿por qué? —dice curioso, mientras cierra de nuevo.

—Supongo que se tienen confianza entonces... ¿No? —no podía ver su mirada, pero por sus labios, notó que él esta serio ahora.

—Eileen, ve al punto.

Undertaker serio es muy, muy raro. Incluso, me parece más extraño de lo normal. Da miedo.

Caminaron entre las tumbas, hasta llegar al par que buscaban. Eileen se puso frente a las lapidas, observándolas detenidamente.

—Sabes cómo fue que ellas murieron, ¿no? —cuestionó sin mirarlo, manteniendo la voz en un particular tono seco.

—Sí, lo sé.

—¿Podrías decírmelo? —Undertaker quedó desentendido y respondió sin entender muy bien porque se lo pidió.

—Quisieron ayudar a una prostituta, pero terminaron siendo asesinadas por Jack El Destripador y tú fuiste rescatada por el conde Phantomhive.

—¿Y qué paso con Jack? —entono seria sin mirarlo.

—... Murió.

—¿Y el otro Jack? —alza su mirada a él, con una expresión seria. Aquella pregunta lo tomó por sorpresa.

—¿El otro Jack? —cuestiona, haciéndose pasar por confundido.

—Yo misma golpee a uno de ellos —se pone de pie y camina hacia él— Una mujer, cabello rojo, ropa roja... La tía del conde Phantomhive, Madame Red, para ser exacta —soltó con amargura, como si el sólo mencionar su nombre le causara asco— Pero, ¿qué hay de quien me golpeó la cabeza? Se que esa mujer está muerta, pero, ¿y el verdadero que las asesino?

Eileen tenía sus brazos cruzados y miraba demandante a Undertaker, quería una respuesta, sabía que él la tenía.

—No puedo responder eso. Ni si quiera yo sé quién es exactamente.

—Pero está vivo, ¿cierto? —gruñe por lo bajo.

—Sí... —afirmó, mientras veía aquella expresión de rabia en sus ojos grises, dándose cuenta que no le gustaba verla así. Ella suspiró con frustración, desviando la mirada.

—Aún tengo pesadillas, ¿sabes? —murmuró. Él se acercó un poco más a ella.

—¿Pesadillas?

—Con su sonrisa... Tiene dientes afilados, ¿qué clase de persona tiene dientes así? —entono horrorizada. La miraba detenidamente, buscando descifrar completamente lo que sentía, cuál era el verdadero significado de aquellas palabras.

—¿Tienes miedo de que siga fuera? —Eileen volvió a mirarlo.

—No... —dice con firmeza— Me causa coraje que él pueda andar fuera, como si no hubiese asesinado a nadie, como si no me hubiera arrebatado lo más importante para mí.

Las notas de Eileen 『Undertaker』Where stories live. Discover now