Las notas de Eileen 『Undertaker』

CAPÍTULO NUEVE: Una muñeca molesta.

Seis presentaciones. Ha venido a verme actuar en el circo durante seis presentaciones seguidas. No se lo pedí, ni tampoco le volví a dejar una entrada para el show, mucho menos tenía planeado verlo después de la salida al cementerio aquella noche. Es extraño salir tanto con alguien, tomando en cuenta, que incluso antes de que llegara el circo, ya había pasado bastante tiempo con él... Demasiado tiempo diría yo. Vio mi primera presentación vestida de payasa, la segunda como bailarina de ballet, seguida por la vestimenta de maga, domadora, arlequín, y hoy, me toca como lo que "soy"

Una muñeca.

Una muñeca de cuerda.

El doc, quien hace las prótesis, me hizo la caja donde se inserta la llave para darle cuerda a una muñeca, tamaño en proporción a mí, claro.

Esta ocasión, usare un vestido blanco, al igual que todo lo demás: zapatos y accesorios. Es ajustado del torso, las mangas dejan al descubierto mis hombros y se van ensanchando conforme llegan a mis manos, teniendo holanes muy bonitos. Calzare botas de tacón que llegan hasta debajo de las rodillas, las cuáles tiene hebillas doradas en los costados. Me haré dos coletas pequeñas, las cuales sostendré con broches de rosas blancas, mientras la demás parte de mi cabello quedara suelto.

Antes no lo usaba, pero a Doll se le ocurrió cubrirme un ojo con una gran rosa blanca, sujetada con una enredadera de espinas, falsa por supuesto, como si fuera un parche. Yo no quería, pero ella insistía y al final acepte.

Es, sin dudas, el vestuario que más me gusta.

Undertaker suele decir que le gustan mis vestuarios, pero hoy, espero especialmente que le guste, no debería, pero lo hago. Y es que, mientras más lo veo, mientras más convivo con él, más creo que estoy enamorada. Tenía mis dudas, ya que jamás me he enamorado, nunca tuve un interés particularmente romántico por nadie, pero...

Si no es amor,
entonces no sé qué sea.

•••

El lugar estaba llenó, realmente llenó. Por primera vez, en sus presentaciones en Londres, lograron llenar los asientos del público. El ambiente era especial, una carga de energía positiva dominaba en el aire, era una sensación cálida y agradable, todos, tanto espectadores como miembros del circo, estaban entusiasmados y alegres. Hoy sería una gran noche de espectáculo.

-Estos días te he visto más sonriente de lo normal -comenta Beast con una sonrisa, mientras maquilla los ojos de Eileen.

-No sé de qué hablas -miente. Beast la mira de forma pícara.

-Claro que lo sabes -contradice- Es por ese hombre, ¿cierto?

-N-no -responde apenas, haciéndose la despistada. Había terminado de maquillarla, ahora le ayudaría con el peinado, mientras Doll las observa.

-No lo niegues -reprocha la chica- Te estas sonrojado, Handled.

-No sé de qué hablas, Doll -vuelve a mentir.

-Sí sabes -dice convencida- ¿A dónde van? todas las noches te vas con él luego de terminar el espectáculo y te trae de regreso muy tarde.

-Que envidia -comenta Beast, mientras unos ojos grises se abren de par en par.
«¿Cómo saben eso? ¿Me han visto llegar?»

-¿Quién dice eso? -cuestiona, frunciendo el entrecejo. Sus compañeras ríen.

-Suit te ha visto -responde Doll.