Las notas de Eileen 『Undertaker』

CAPÍTULO DOS: Jack El Destripador.

••• Notas del Diario de Eileen •••

Primera semana de Noviembre en 1888.

× Hace ya un par de semanas de lo sucedió en el cementerio. Luego de aquella extraña noche, decidimos que, si volvíamos a intentar hacer algo así, seria siguiendo al pie de la letra un ritual de algún libro especializado en el tema y no por meros rumores sin sentido. Aunque es una divertida anécdota.

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La señora Adeline junto con Linn, preparaban la comida mientras Astrid y Eileen alistaban la mesa.

—Quería pedirles que tengan mucho, mucho cuidado si salen por las noches —comentó la anciana.

—Hmmm, ¿por? —interroga Astrid.

—Es por los asesinatos, ¿no? —supuso Eileen.

—Así es —afirma la anciana.

—¿Qué asesinatos? —cuestionan Linn y Astrid al mismo tiempo.

Eileen las mira con incredulidad.

—¿En serio no saben?

Ellas niegan con la cabeza.

—Han estado asesinando mujeres en los últimos días —comenta la anciana, sirviendo la comida— No sé sabe mucho del tema, pero por favor, tengan cuidado. Sé que les gusta salir por las noches y no soy quien para prohibirles cosas.

—Está bien, está bien —sonríe— Si algo nos pasa, será nuestra responsabilidad.

—Linn, querida, siempre tan despreocupada —comenta Adelina con dulzura.

Todas se sientan a comer, teniendo charlas con temas más agradables. La verdad era, que su curiosidad había sido atrapada. Desde su llegada a Londres las cosas no eran más que interesantes, casos extraños y rumores inquietantes por todos lados, aunque muchos fuesen meras historias inventadas, Londres les estaba encantando en su totalidad.

—Tengo el periódico de hoy —anunció Linn, entrando repentinamente a la habitación que comparten las tres.

—¿Y que con eso? —preguntó Eileen.

Linn sonríe maliciosa y procede a leer título en la portada del periódico en voz alta.

—Jack el destripador contraataca, es el sujeto del que hablan tú y Ade, ¿no?

—Bueno, bueno, le han puesto nombre —comenta Astrid.

—El asesino de prostitutas, sí es él —confirma Eileen al leer un poco de la nota del periódico— Quizás deba decir "ella"

—Pero Jack es nombre de hombre... ¿No?

—Hmmm, podría ser cualquiera —alza los hombros.

—¿Creen que deberíamos de abstenernos de salir por las noches hasta que se resuelva el caso? —cuestiona Astrid.

—¿Qué? No somos prostitutas, ¿cuál es el temor? —habla Eileen.

—¿Por qué matar prostitutas? Me parece fatal, si yo me diera cuenta que una mujer está en peligro, fuera prostituta o no, la ayudaría —comenta Linn con determinación.

Eileen sonríe.

—Tú ayudas a todo mundo. Por ti terminamos con la señora Adelina.

—Y gracias a eso tenemos donde vivir.

—¿Ven? Ayudar es bueno~

—Eres demasiado positiva.

—Y tú demasiado pensativa. Déjate llevar un poco más, Eileen~