CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO: Palabras hirientes.

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—Voy a ayudarte. Si lo aceptas. Quiero que ella deserte y vaya con el hombre que ama. Tú quieres lo mismo. Así que, tengo un plan, pero no puedo llevarlo a cabo si no lo aceptas —explica de manera calmada.

—... Te escucho —pronuncio Undertaker con duda e interés. Jonas soltó un suspiro, aliviado.

—Ella te dejo diarios ¿no? —asiente— Bien, quiero que ciertos escritos lleguen a ella.

—Se más específico.

—El día que conoció a las dos chicas...

—Linn y Astrid —interfiere el desertor.

—Sí, ellas. Luego necesito que le digas lo que sucedió, el día que ambas murieron.

—Ella no va a recordarlo.

—No sé trata de eso. El punto es que ella sepa lo sucedido. Supongo que ya lo sabes, cuando Eileen muestra interés en algo, es imposible detenerla. Ella siempre va a buscar saber la historia completa.

—¿Pretendes que ella misma se entere que ese es su pasado? —cuestiona con un semblante serio.

—Sabes lo que pasaría, ¿no? Si ella llegara a ese punto.

—No lo va a creer —hace una breve pausa, pensativo— ... Y justo por eso va a buscar más a fondo.

—Exactamente. Ella va a buscar una fuente confiable que le confirme los hechos.

—... Su propio Libro de Vida —murmura pensativo— Quieres provocar que ella misma vaya contra las reglas y que confirme la verdad. Sus recuerdos regresarían si ella obtiene su libro.

—Veo que me entiendes bastante bien. 

—... ¿Por qué haces esto? —cuestiona con cierta desconfianza.

—... Ella sufrió tanto solo por pertenecer a la familia Geer. Y aún ahora, no está contenta. Ella no pertenece a la rama inglesa, sin embargo, busque la manera de transferirla aquí con la intención de que encontrara su lugar. Eileen es muy sonriente y alegre, pero cuando está sola, tiene una mirada que se pierde en la nada, llena de tristeza y al mismo tiempo tan vacía —musita en un tono serio. Undertaker le mira con atención.

—Desde un inicio tu intención fue que me encontrara con ella —supuso con duda.

—En parte sí. La idea fue, si ella se adapta como shinigami no voy a interferir. Pero si inconscientemente busca su lugar, me encargaría de que regresara a donde ella pertenece. Yo sé cómo es olvidar a la persona que amas. Entiendo ese vacío y sensación de que has dejado algo, pero no sabes qué.

—Me imagino que ella no sabe que eres su familiar.

—Así es. Los shinigamis de familias importantes solo tienen conocimiento de sus nombres, no de apellidos.

—Claro, si un recolector sale al mundo y encuentra a su familia sería un problema. Tiene sentido.

—Entonces, ¿dejaras que te ayude?

—Lo haré, pero la manera en que ella se entere de los sucesos será a mi manera.

—Entiendo. Si es así, haré lo posible para que los superiores la manden a investigarte.

—¿Puedes hacer eso?

—Creo que sí. De todas formas, te mantendré informado, te escondes en la tienda de cosas raras, ¿no?

—Gyahaha, sí. Ahí mismo — pausa brevemente — Solo voy a dejar algo en claro, a la mínima cosa extraña que hagas y te matare. No me confio de ti totalmente.

Las notas de Eileen 『Undertaker』Where stories live. Discover now