—No te quitare más de minuto, por favor. — suplicó a mitad de la calle mientras la lluvia seguía cayendo sobre ellas. Dinah se detuvo y negó por su poca entereza mientras recorría los metros que la separaban de la profesora. —Te llevaré a casa o a donde sea que estés quedándote.

—¿Dónde está tu auto? — Nicolette señaló a la fila de autos estacionados que había junto a la acera y Dinah abrió los ojos al reconocer el Jeep de Lauren. —¿Lauren está contigo?

—No, tranquila. Ella esta en casa, yo solo tomé su auto.

—¿Qué hay del tuyo?

—En casa resguardado del frío y la lluvia. Además, no quiero que se estropee con todo el barro que seguramente habrá mas tarde. —los ojos de Dinah vieron el auto con incertidumbre, todavía sin creer que de verdad no estuviera dentro. No podía arriesgarse a que la verdad se supiera tan pronto y estaba segura que si Lauren se enteraba de lo que estaba haciendo no le volvería a hablar nunca. —Andando, hay que subir al auto antes de que el resfriado común cambie a una pulmonía grave y luego a hipotermia. —sonrió mientras le quitaba la bolsa y revisaba su contenido. —¿Para quién son estas medicinas Dj? ¿Quién está enfermo?

—Eso no te importa. —replicó furiosa, intentando quitarle la bolsa, pero Nicolette era rápida y antes de que pudiera atraparla cerró la puerta del copiloto y puso los seguros. —¡Abre la maldita puerta!

—Me importa porque lo que sea que ocultas va a perjudicar a Lauren y no pienso permitirlo. —Dinah dejó de forcejear con los seguros para verla de manera amenazadora. —Necesito que me digas que es lo que haces en Princeton y por que es tan secreto que Lauren no puede saberlo. Vi el miedo en tus ojos cuando viste el auto y creíste que Lauren estaba conmigo. —resopló fuertemente mientras gruesas gotas de lluvia resbalaban por su rostro—Debes haber hecho algo muy jodido para temer de esa forma Dinah Jane y quiero saber qué es eso.

—No tengo por que darte explicaciones. —escupió enojada sin apartar la mirada de la ventana. —Ahora déjame salir o voy a llamar la policía.

—Hazlo si quieres, pero nadie va a responder. Princeton no tiene vida antes de las seis de la mañana, por lo que yo diría que estamos varadas aquí en medio de un pueblo fantasma. Yo tengo mucho tiempo Dinah Jane pero a juzgar por esto...—levantó la bolsa con las cajas completamente empapadas. —y la prisa por irte, yo diría que no tienes mucho tiempo. Así que habla.

—Eres una hija de puta.

—Por supuesto que sí, pero antes que eso; soy amiga y tengo lealtad por las personas a las que quiero. —replicó con firmeza— ¿Sabes que es la lealtad Dinah?

—No pienso escucharte Nicolette. Abre la maldita puerta y déjame salir antes que...

No pudo terminar la oración porque su teléfono empezó a sonar detenido todo a su alrededor. El ceño de Nicolette se frunció ante la ansiedad de Dinah mientras buscaba en cada bolsillo que tenía libre. Por fin consiguió encontrarlo y justo cuando iba a responder la llamada el teléfono le fue arrebatado, levantó la cabeza y se encontró con la mirada sorprendida de Nicolette mientras leía el identificador de llamadas.

—Por su puesto que no sabes lo que es la lealtad—dijo con coraje mientras ponía en altavoz.

El mundo de Dinah se empezó a derrumbar cuando escuchó la voz desesperada de Graham.

—Dinah tienes que apurarte, Camila esta convulsionando. Voy a llamar a

Nicolette sintió la garganta seca cuando vio el rostro lleno de dolor de Dinah que intentaba contener las lágrimas y sin saber porque decidió ayudar. Aquello era una emergencia y aunque ella fuese una hija de puta, todavía le quedaba algo de empatía y amor por la vida humana.

It Will Rain (Camren)Where stories live. Discover now