Capítulo 36

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UN ENFRENTAMIENTO (NO) COMPETITIVO


SUMMER

Cuando salgo del baño, la puerta de mi habitación se abrió bruscamente y por ella apareció Camila.

—¿Qué demonios está sucediendo? —preguntó al verme, con su ceño fruncido.

—¿A qué te refieres?

—Hay demasiadas personas aquí y me enteré que la manada de Renzo también vendrá porque al parecer fue atacada. —cuenta, caminando hacia la ventana de mi habitación y corriendo la cortina para ver hacia afuera— Varias personas murieron y otras están gravemente heridas. Renzo estuvo muy ocupado y apenas pudimos vernos. Pero me dijo que mañana vendría junto con su manada.

—Sí, lastimosamente hay un grupo de seres que está atacando a aquellas manadas que se niegan a unirse a ellos. —suspiro, mientras caminaba hacia mi armario y sacaba una campera— Por lo que dijo mi padre, su objetivo es atacar nuestra manada por una extraña razón que aún desconocemos. —me encojo de hombros— Supuestamente es porque es la más poderosa, teniendo también en cuenta que está mi madre y muchos conocen de sus poderes.

—Por eso hay varias manadas, ¿cierto? Quieren ayudarlos.

—Sí, aún no sabemos cuándo atacarán pero lo mejor será que estemos preparados.

Camila se levantó y ambas salimos de mi habitación.

—Yo también quiero ayudar. —anunció— Pero necesitaría de la ayuda de una hechicera para practicar. Como bien dije, todavía no soy muy buena.

—No, no te pediría que te unieras, Cami.

—No me lo estás pidiendo. —sonrió— Yo me estoy ofreciendo y no podrás hacer nada para que cambie de opinión.

—Cami... —suspiro.

—No, Summer. —decretó, seria— Eres mi mejor amiga. Espera, no, eres mi hermana. Jamás te abandonaría y te dejaría sola. —admitió algo que de vez en cuando siempre solía decir— Además, me serviría para mejorar mis poderes. Si puedo ayudar, déjame hacerlo.

Cuando bajamos, escuchamos como alguien tocaba el timbre de la puerta principal.

Le echo un vistazo a Camila, para acto seguido caminar hacia la puerta.

—Bien, pero te conseguiré a alguien para que te ayude.

Abro la puerta y sonrío cuando veo que son Aurora y Annabelle.

—¡Ay, mi chica favorita! —exclamó Aurora, dándome un abrazo.

—¡Hola, tía! —saludo, devolviéndole el abrazo con la misma emoción— ¿Por qué recién ahora aparecen? —pregunto, abrazando a mi otra tía.

—Lo lamentamos tanto, Summ. —se disculpa Anna, dejando escapar un suspiro— Fueron unas semanas muy complicadas en el mundo mágico. Pero ahora después hablaremos de ello. —menciona, haciendo un ademán con su mano— Ahora dinos, ¿cómo has estado?

Les sonrío. —Muy bien, también fueron unas semanas un poco movidas, pero sobrellevándolo. Oh, por cierto, ella es Camila, mi mejor amiga. Cami, ellas son Aurora y Annabelle, unas amigas de mamá. —las presento, haciéndome a un lado para que la vean.

—Hola, un placer. —sonrió Aurora, mirándola.

—Lo mismo digo, ¿son hechiceras? —preguntó, emocionada.

—Sí, lo somos. —respondió Anna, esbozando una sonrisa— Tú también lo eres, ¿cierto?

—Sí, pero no soy muy buena.

Descubriendo un nuevo mundo. | Parte 1 y 2Onde histórias criam vida. Descubra agora