Capítulo 49

72.5K 5K 473
                                    

LA PRIMERA CONSULTA



—No quiero ir. —digo, cruzándome de brazos.

—Amor, tenemos que ir. —aclara Dominic, con calma.

—¿Por qué? —bufo.

—Estás embarazada, bellísima. Es necesario que un doctor te haga una revisión, más cuando no fuiste con ninguno en tu estadía en el mundo mágico. —me explica.

Gimo, cansada.

—¿Por qué no vamos mañana? —pregunto, volviéndome a acostar en la cama.

—No podemos ir otro día, amor. —suspira, tomando mi cuerpo para obligarme a levantarme de la cama— Ya saqué un turno para dentro de media hora.

—Eres el Alfa, por el amor de Dios, no necesitas sacar ningún turno. —le recuerdo.

—Vamos, arriba. Tenemos que ir ahora.

Le hago un puchero, pero lo único que hizo a modo de respuesta fue acercar su boca a la mía, dándome un profundo beso. Sin poder resistirme, enredo mis brazos en su cuello, acercándolo más contra mí.

«¿Por qué está haciendo tanto calor?»

Modo hot activado. Oigo que menciona Adira.

Lastimosamente, el amargado de Dominic se aparta.

—Te prometo que esta noche ninguno saldrá de la habitación. Te haré sentir de la mejor forma y nadie ni nada nos interrumpirá. —murmura.

Lo miro, emocionada.

—¿Me lo juras por el meñique? —pregunto, alzando mi meñique.

Dominic esboza una sonrisa.

—Por el meñique. —asegura, enredando su meñique con el mío.

—¡Muy bien! —grito, comenzando a caminar fuera de la habitación— ¡Vamos a la estúpida consulta!

—Vocabulario, mujer. —me reprocha Dominic, siguiéndome.

—¡Mi vocabulario es de puta madre! —grito por segunda vez, mientras bajaba las escaleras y al final, pude ver como Ben entraba por la puerta principal— ¿Y tú quién eres? ¡Dominic, se nos volvió a meter un pejelagarto!

—¿Sí sabes que yo he estado aquí mucho antes que tú, cierto?

—¡Oh por Dios, el pejelagarto habla! —exclamo fingiendo temor— ¡Dominic, ¿dónde estás?!

—A tu lado, bellísima. —menciona, efectivamente a mi lado.

Le sonrío con inocencia.

—Hola, hombre de mi vida. ¿Cómo estás? ¿La familia, bien?

—No lo sé, ¿estás bien? —me pregunta, causando que al segundo soltara un chillido de adolescente enamorada.

—¿Viste lo lindo que es conmigo? —le pregunto a Ben, señalando a mi hombre— ¿Por qué no aprendes de él? Tal vez así me caigas un poquito mejor.

—¿Y prohibirme del trato que estamos teniendo? No, gracias, Lunita.

Lo pienso mejor.

—Aunque suene extraño, coincido contigo. —admito.

—¿Necesitas algo, Ben? —le pregunta Dominic— Justo estaba por acompañar a Nora al hospital.

—No, nada. Solo vine a dejarte correspondencia, pero nada que deba preocuparte. —aclara, haciéndose a un lado de la puerta, para dejarnos pasar.

Descubriendo un nuevo mundo. | Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora