Capítulo 22

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HOMBRE ENCAPUCHADO


—¿Seguro que van a estar bien? —pregunto, mirando a Laila.

—Sí, no te preocupes. —respondió, sujetando a Boo en brazos.

—Pero, por favor, no tarden. —pidió Ben, manteniendo distancia de los animales.

—No prometemos nada. —digo, agarrando mi cartera— Cualquier cosa, me llaman. Pero tú no Ben, acostúmbrate a ellos porque estarán por siempre aquí.

A modo de respuesta, refunfuñó.

—No te preocupes, estaremos bien. —garantizó Laila, mirando a su compañero con burla.

—Muy bien, nos vemos en un rato. —me despido y acto seguido, abro la puerta principal y la cierro detrás de mí, justo en el mismo momento que Ben gritaba.

Con una gran sonrisa, comienzo a caminar hacia dónde se encontraba mi marido.

En primer lugar nuestro plan era quedarnos en la cama, juntos y disfrutando del tiempo que nos quedaba, porque mañana en la madrugada Dominic se iría. Pero cuando justamente recordamos que estaría fuera toda la semana, dijo que lo mejor era que fuéramos al supermercado para que compráramos lo necesario para que podamos abastecernos toda la semana, porque él se negaba a que nosotros salgamos solos, sin él y sin la protección necesaria.

—¿Fue Ben quién gritó? —me preguntó, abriendo la puerta del acompañante para mí.

Carcajeo. —Sí, pero estará bien. —respondo, restándole importancia— Su compañera está con él.

Dominic dejó escapar una pequeña carcajada mientras me ayudaba a subir. Cuando se aseguró que tenía puesto bien el cinturón, cerró la puerta y caminó hasta estar a mi lado, en el asiento del conductor.

—¿Lista, bellísima? —pregunta, encendiendo el motor.

—Sip, aquí tengo lo que nuestros hijos pidieron. —digo, señalando mi cartera.

Como ambos estaban en la preparatoria, les dije que hicieran una lista con cosas que necesitaban que compráramos y esta mañana me las dejaron pegadas en el refrigerador para que pudiera verlas. Por lo que pude ver, Summer se preocupó más por la comida de Rixon que por la de ella misma, porque cuando escribió «comida para Rixon», lo encerró en varios círculos para que me sea imposible no verlo en primer lugar. Pero Liam no se quedó atrás, él también pidió comida para su mascota, porque pensaba que la comida que tenía, no iba a durar para toda la semana.

Para ser sincera, jamás habría imaginado que mis hijos se iban a encariñar tanto con los animales, mucho menos que cada uno se quedara con uno para cuidar. Rixon pasó a ser hijo de Summer. Donald, hijo de Liam. En cuanto a Mía, obviamente es mi otra hija. ¿Cómo no lo sería, sin embargo? Es igualita a mí. Le encanta molestar a Ben y con tan solo hacerlo, es mi hija favorita.

No olvidemos a nuestros primeros integrantes. Si bien ninguno era de alguno de nosotros en particular, no significa que no sean importantes. Boo, Jack y Argos son de toda la familia, contando también a Dominic, porque aunque él no lo quiera admitir, adora a los cachorros.

—¿Sabes en lo que he estado pensando últimamente? —pregunto, mientras me acomodaba en mi lugar.

—No, ¿qué es? —pregunta, poniendo su mano en mi pierna.

—En el día que nuestros hijos encuentren a su pareja destinada. —admito, con una sonrisa— Tengo curiosidad de cómo serán. Pero también me emociona mucho el cómo se conocerán.

Descubriendo un nuevo mundo. | Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora