—También la vamos a adoptar. —aseguró mi madre, tomando a uno de los cachorros para ayudar a Carl.

—Sí, claro, sin ningún problema. —asintió, pasándome al segundo cachorro.

Me levanto y tomo mejor al cachorro para mirarlo. Sin poder evitarlo, sonrío ampliamente al notar lo emocionado que estaba por estar en mis brazos.

Cuando lo miro a los ojos, supe cómo se llamaría.

«Argos.»

—Tiene mucha cara de Jack. —anunció mi madre, alzando al cachorro para verlo mejor.

—Su hermano se llama Argos. —lo presento, acercándome a ella.

—Aquí tienen a la pequeña. —menciona, entregándomela a mí— Lo único que nos quedaría por hacer es firmar unos papeles y luego serán definitivamente suyos. —informa— Recuerden llevar a cada uno a la veterinaria para que le expliquen mejor sobre las vacunas y demás cuidados. —comenta, a medida que caminábamos hacia la recepción.

—Muy bien, gracias. —agradeció mi madre, para después, mirar a la pequeña que tenía en brazos, quién en ningún momento dio alguna señal de que estaba asustada, sino que de lo contrario, se sentía muy cómoda en mis brazos, junto a Argos— ¿Cómo le pondremos?

—No estoy muy segura. —digo en un murmuro— ¿No tenías un nombre pensado por si era hembra?

—A ver... —piensa, mirándola mejor— Sí, le quedará muy bien. —admitió, esbozando una sonrisa— Boo, ¿te gusta? —pregunta, mirándome.

Le devuelvo la sonrisa. —Sí, me encanta.

—Argos, Jack y Boo. —nombra a cada uno— Oh, mierda, son muy hermosos. Sin duda tu padre nos matará.

Carcajeo, a medida que entrábamos a la recepción y nosotras caminábamos hasta estar del otro lado del mostrador y Carl, comienza a buscar unos papeles.

—Tranquila, mamá. Lo sabrás controlar. —garantizo— Siempre lo haces.

—Muy bien, ¿me puede firmar por aquí? —pregunta Carl, dándole unos papeles a mi madre— Es por el tema de la adopción. —especifica— Estos papeles tienen información de cada uno. —anuncia, acercándole un sobre naranja— Si me dan el nombre de cada uno, puedo anotarlos para que puedan diferenciarlos.

—Él es Argos. —lo nombro, alzando un poco el brazo en el que lo tenía sujeto— La pequeña se llama Boo y el otro Jack.

Carl sacó unos papeles y escribió el nombre de cada uno en distintos papeles, para acto seguido, volver a guardarlos.

—Muy bien, definitivamente son suyos. —garantizó Carl con una sonrisa.

Mi madre guardó los papeles en su bolso, para después, volver a tomar a Jack en brazos.

—Muchas gracias, Carl. —le agradeció.

—Lo mismo digo, Luna. —sonrió, haciendo una pequeña reverencia en su dirección para luego hacer lo mismo conmigo— Que tengan un bonito día.

—Tú también, Carl. ¡Adiós!

Finalmente, ambas salimos del local, con tres miembros nuevos en la familia.

—No puedo creer que por fin tenemos cachorros. —exclama mi madre, emocionada.

—Por fin papá aceptó. —suspiro, feliz— Aunque tengo la sospecha de que sin importar lo que haya dicho, habríamos venido igual para adoptar a los cachorros, ¿cierto? —pregunto, a medida que caminábamos hacia el auto.

—¿En serio estás dudando, cariño? —preguntó y al segundo, carcajeamos.

Abro la puerta trasera y pongo a los cachorros en los asientos. 

Descubriendo un nuevo mundo. | Parte 1 y 2حيث تعيش القصص. اكتشف الآن