❧ Capítulo 14: Reclamaciones y Emociones☙

शुरू से प्रारंभ करें:
                                    

‹‹¡Estúpido! Es lo único para lo que eres bueno. ¡Figurar como siempre, huevón!››, se dijo para luego soltar un bufido de indignación.

Con la rabia guiándole sus acciones, iba a dirigirse hacia él y estamparle una cachetada, pero se contuvo. En el altavoz, el maestro de ceremonias estaba agradeciéndoles por el espectáculo dado al tiempo que animaba al público a aplaudirlos como preludio antes del anuncio de las calificaciones.

Luego, el locutor invitó al resto de alumnos de quinto año, que había actuado esa noche, a pasar por el escenario. Iba a anunciarse las calificaciones de cada grupo y, posteriormente, al ganador, cuya sección se haría acreedora de los puntos extras en sus notas como premio.

‹‹¡Mierda! ¡Te salvó la campana, huevón!››, pensó al tiempo que Caballero volvía a colocarse a su lado.

Él sonreía de manera inocente, pero no podía decirse lo mismo de su compañera. Aira lo miraba con tanto enojo, que le hubiera gustado ser Cíclope, de "X-Men" para asesinarlo con sus ojos.

—¿Y esa carita? —preguntó él con la ceja levantada, tratando de sonar como un niño cándido, ignorante de la travesura que acababa de cometer.

—¡¿Y todavía lo preguntas, huevón?! —susurró al tiempo que trataba de esbozar una sonrisa para el público, pero era en vano—. ¡¿Quién mierda te mandó a besarme?!

Era tanto el encono que la consumía, que no se dio cuenta cuando José María acercó su pañuelo a su mano, el cual se hallaba caído metros más allá.

—Disimula, que la gente lo va a notar —espetó su compañero.

Con un movimiento de cabeza le insistió a que cogiera su pañuelo. Aira se la retiró de mala gana y le dio la espalda.

—¡Hey! No te vayas todavía. ¿No ves que van a anunciar los resultados? Tenemos que quedarnos.

Aira le obedeció, aunque de mala gana.

—Todavía no me has dicho ¡¿por qué me besaste, huevón?!

El rodó los ojos y luego sonrió:

—¿Es que acaso no lo ves? —Indicó con la cabeza hacia el escenario.

Ella frunció el ceño. No entendía a qué se refería.

—¡Los tenemos comiendo de nuestra mano! —continuó hablando muy seguro de sí—. ¿No notaste cómo se volvían locos cada vez que juntábamos nuestros mentones, todos coquetos, como si fuéramos una pareja de enamorados?

Aira lo miró de reojo, poco convencida. Recordó los vítores y hurras que escuchó desde el escenario y cómo los comparó con un motor dispuesto a motivar su pasión y emoción por la danza.

—Sí, pero...

—Incluso, puedo atreverme a decir que los vi más entusiasmados de lo que estaban con la banda de rock y todo. —Movió su cabeza en dirección de los de la sección "E". Se acababan de colocar a su costado para esperar al resultado del jurado—. Solo quise asegurarnos de la victoria —le guiñó el ojo derecho— y darle al público lo que pedía.

Ella lo observó con suspicacia. Todavía se hallaba recelosa.

—Un poco de sazón a la comida no le viene mal, ¿o no? —Se encogió de hombros de manera inocente—. Total, a la gente le encanta esos finales cursis y románticos, ¿no crees? —La miró de manera coqueta y oronda, como si le dijera ‹‹Tengo razón y ya››.

—Uhm —dijo con una mueca y mirándola con la ceja arrugada.

Cuando él se colocó a su costado, acercándose varios metros hacia ella para hacerle sitio a los demás alumnos de Quinto Año que hacían su aparición, Aira suspiró, resignada.

Sincronías y Armonías [Saga Ansías 3]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें